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Personajes LGTBI en la novela negra: Diversidad en el mundo del crimen

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Desde el comienzo de la novela negra, hemos encontrado en ella personajes de todo tipo: buenos y malos, héroes y villanos, policías y asesinos… También, poco a poco, encontramos más mujeres en la literatura criminal, personajes que ya no se ajustan al estereotipo que nos quisieron obligar a representar durante mucho tiempo.

Sin embargo, hasta hace poco, era muy difícil encontrar diversidad de género en los personajes de estas historias, por no decir entre los protagonistas.

La diversidad LGTB en la novela negra

La novela negra es conocida por su capacidad para reflejar la sociedad mejor que ninguna otra, la corrupción, la violencia y el crimen. Y la realidad es diversa.

Por ello, los personajes LGTBI se han ganado un lugar en este género literario. Si quiere seguir reflejando la realidad del mundo, la novela negra debe ofrecer una representación inclusiva y auténtica de la sociedad.

A la espera de que, algún día, la orientación sexual o la identidad de género de un personaje no tenga mayor relevancia.

Personajes LGTBI en la novela negra

Saga Antonia y Jon, de Juan Gómez Jurado

Antonia Scott es especial. Muy especial.

No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes. Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera. Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso. Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla. Y eso le gusta aún menos.

Me he hartado de decir que el personaje de Jon Gutierrez, un inspector de policía vasco, gay, que no está gordo, es uno de mis elementos preferidos de esta saga. Me parece maravilloso, en sí mismo y en su relación con Antonia.

Me encanta cómo el autor no ha basado su personalidad ni su actitud en el  hecho de que sea homosexual, le gustan los hombres igual que le gusta el chuletón, y ambas cosas se viven en la historia con una naturalidad alejada de cualquier cliché.

Podéis leer la reseña de Reina Roja aquí.

Y comprároslo aquí, si no lo habéis hecho ya, cosa que me extrañaría.

Todo esto te daré, de Dolores Redondo

En el escenario majestuoso de la Ribeira Sacra, Álvaro sufre un accidente que acabará con su vida. Cuando Manuel, su marido, llega a Galicia para reconocer el cadáver, descubre que la investigación sobre el caso se ha cerrado con demasiada rapidez. El rechazo de su poderosa familia política, los Muñiz de Dávila, le impulsa a huir pero le retiene el alegato contra la impunidad que Nogueira, un guardia civil jubilado, esgrime contra la familia de Álvaro, nobles mecidos en sus privilegios, y la sospecha de que ésa no es la primera muerte de su entorno que se ha enmascarado como accidental. Lucas, un sacerdote amigo de la infancia de Álvaro, se une a Manuel y a Nogueira en la reconstrucción de la vida secreta de quien creían conocer bien.

La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor. Empezará así la búsqueda de la verdad, en un lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres en el que la lógica nunca termina de atar todos los cabos.

Un comienzo clásico en la novela negra, un hombre que pierde a su pareja en un accidente que quizá no sea tal. Solo que, en este caso, su pareja es otro hombre, y eso convierte a Manuel y a Álvaro en dos personajes LGTBI en la novela negra que van más allá de su orientación sexual y que sirven a la autora para reflejar la batalla que aún existe por la aceptación en determinados círculos sociales.

Podéis encontrarlo, aquí

El final del hombre, de Antonio Mercero

La mañana en que el policía Carlos Luna se dispone a dejar para siempre su antigua identidad para presentarse como Sofía Luna, con su flamante nuevo DNI y una peluca rubia, o quizá morena, un asesinato terrible sacude la Brigada de Homicidios: Jon, el hijo de un famoso escritor de novelas históricas, ha sido asesinado. Todas las personas relacionadas con la víctima ocultan algo.

Mientras avanza en la investigación, acompañada por su colega, y antigua amante, Laura, Sofía deberá lidiar con una sociedad que se resiste a los nuevos tiempos, y luchar por conservar su trabajo y el amor de su hijo adolescente.

No todos los personajes LGTB en la novela negra son homosexuales o lesbianas, Antonio Mercero nos presenta en esta novela a Sofía, que hasta ayer era Carlos. Una protagonista trans que sufre en sus carnes el rechazo de la sociedad, sus compañeros y su propia familia, mientras intenta llevar una vida normal y resolver un terrible crimen.

Lo encontraréis aquí

Saga Rebeca Santana y Miriam Vázquez, de Susana Hernández

La aparición de un cadáver en un contenedor cercano al Parque de Atracciones del Tibidabo es el primer caso de la recién licenciada subinspectora Rebeca Santana. Pero resolver este horrible crimen no es el único reto que debe afrontar la subinspectora; tendrá que lidiar, además, con el complicado carácter de su compañera, la inspectora Miriam Vázquez; deshacerse del espantoso y traumático pasado que la persigue; tomar con firmeza las riendas de su vida sentimental y defenderse ante las burlas de algunos compañeros de la Jefatura de la Policía Nacional.

En esta trilogía nos enfrentamos a los prejuicios que debe sufrir una subinspectora de la Policía Nacional cuando comienza en su trabajo. No solo es mujer, sino lesbiana, y sus compañeros, en un mundo que siempre ha sido de hombres, no se lo pondrán fácil. Un reflejo, de nuevo, de lo peor de la sociedad en cuanto a la normalización de la diversidad de género.

Podéis comenzarla con Curvas peligrosas, aquí

Saga Elena Blanco, de Carmen Mola

Es la noche del fin de año chino, empieza el año del cerdo. Chesca, al mando de la Brigada de Análisis de Casos desde hace un año, ha quedado con Ángel Zárate, pero en el último momento este le da plantón. Aun así, ella sale a divertirse, conoce a un hombre y pasa la noche con él. A la mañana siguiente, tres hombres rodean su cama, a la espera de unirse al festín. Y un repulsivo olor a cerdo impregna la estancia.

Después de un día entero sin dar señales, los compañeros de la BAC empiezan a buscar a su compañera. Cuentan con una ayuda inestimable: Elena Blanco, que aunque dejó la policía tras la debacle que supuso el caso de la Red Púrpura, no puede dar la espalda a una amiga. Pronto se darán cuenta de que tras la desaparición de Chesca se esconden secretos inconfesables.

Con la tercera entrega de la saga de Elena Blanco conocemos a Reyes, de género fluido, en ocasiones se siente mujer y, en ocasiones, hombre. Lo bueno, y lo malo, es que su aparición coincide con el peor momento que ha atravesado la BAC, y no tienen tiempo de preocuparse por analizarlo.

La podéis comprar aquí

Saga Millenium, de Stieg Larsson

Harriet Vanger desapareció hace treinta y seis años en una isla sueca propiedad de su poderosa familia. A pesar del despliegue policial, no se encontró ni rastro de la muchacha. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? El caso está cerrado y los detalles olvidados. Pero su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir. En las paredes de su estudio cuelgan cuarenta y tres flores secas y enmarcadas. Las primeras siete fueron regalos de su sobrina; las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció. Mikael Blomkvist acepta el extraño encargo de Vanger de retomar la búsqueda de su sobrina. Periodista de investigación y alma de la revista Millennium, dedicada a sacar a la luz los trapos sucios de la política y las finanzas, Blomkvist está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia presentada por un gran grupo industrial que amenaza con arruinar su carrera y su reputación. Contará con la colaboración inesperada de Lisbeth Salander, una peculiar investigadora privada, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades.
Así empieza esta magnífica novela que es la crónica de los conflictos de una familia, un fascinante fresco del crimen y del castigo, de perversiones sexuales y trampas financieras; un entramado violento y amenazante en el que, no obstante, crecerá una tierna y frágil historia de amor entre dos personajes absolutamente inolvidables.

Esta saga rompió muchos esquemas prestablecidos en el género negro y, aunque no fue la primera, quizá sí la que dio a la novela negra nórdica la popularidad de la que goza en estos momentos. También es de las pocas novelas con una protagonista bisexual, Lisbeth Salander, mitad punk, mitad gótica; mitad mente matemática, mitad impulso salvaje. Lisbeth se mueve siempre entre dos aguas y es un personaje que me impactó en su momento. Magnífica.

Supongo que ya las has leído, pero, si no, tienes la primera aquí.

Saga Charlie Parker, de John Connolly

Una noche, Charlie «Bird» Parker, inspector del Departamento de Policía de Nueva York, discute por enésima vez con su mujer y sale a tomar unas copas; cuando vuelve a casa, se encuentra a su mujer y a su hija de tres años salvajemente asesinadas. Entre los sospechosos figura el propio Parker, pero el crimen no podrá resolverse. Incapaz de superar los sentimientos de culpabilidad y expulsado del cuerpo de policía, Parker se convierte en un hombre atormentado, violento y deseoso de venganza. Cuando su ex jefe le pide ayuda para resolver el caso de una joven desaparecida, Parker acepta y se embarca en una investigación que le llevará hasta el sur de Estados Unidos, donde se las verá con el crimen organizado, con una extraña anciana que dice oír voces de ultratumba y con el «Viajero», un despiadado asesino en serie.

No sé si los personajes de los que voy a hablar a continuación permanecen a lo largo de toda la saga, porque aún no la he terminado, pero, si no es así, tampoco quiero saberlo. Angel y Louis, esa pintoresca pareja (un mafioso, un asesino a sueldo, completamente enamorados y que tienen que aguantar con paciencia y estoicismo los líos en los que se mete su amigo Charlie) me vuelve loca. Adoro cada una de sus apariciones, sus diálogos y la diferente personalidad de cada uno.

Por favor, que no les ocurra nada.

Si quieres conocerlos, tienes la primera entrega de la saga, aquí.

La presencia de personajes LGTBI en la novela negra es cada vez más habitual y mantiene al género como un reflejo del mundo en el que vivimos.

Poco a poco, la sociedad deja de dar la espalda a estos colectivos y la literatura es una muestra de ello. El gay o la lesbiana dejan de ser “el raro del pueblo”, la víctima fácil de las iras de un idiota, y se convierten en protagonistas por derecho propio.

Con estos personajes LGTBI en la novela negra no solo nos adentramos en el mundo del crimen, como en toda novela criminal que se precie, sino también en la versión más rancia de una sociedad que se niega a aceptar al que considera diferente. Cuando, seamos serios, diferentes somos todos.

¿Qué opinas de la diversidad en la literatura? ¿Cuál es tu personaje LGTBI favorito?

Un abrazo, y felices lecturas.

Foto de Juan Domenech en Unsplash

2 Comentarios

JOSE DIEGO
Responder
junio 28, 2023 at 1:36 pm

PGarcía ya inmortalizó a su personaje Flower en su saga.
Sus títulos emularon los de los clásicos del género.

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