Puedes leer el original en el blog Balas y estrellas
¿De qué va?
El hallazgo del cadáver de una joven en su casa que duda cabe que pone en marcha la acción policial, aunque si parece que la causa es una sobredosis el trabajo bien podría calificarse de rutinario y el caso perfecto para que una investigadora de Homicidios vaya cogiendo la forma tras un largo período de baja. Sin embargo, que se descubra que esa joven sea la hija de uno de los magnates de la mafia rusa cambia un pelín las cosas.
No solo significa que el FBI meta las narices en la investigación, sino que el papá mafioso también querrá tener algo que decir sobre la muerte de su hija. Y lo que querrá decir se llama Zed, su mejor asesino a sueldo cuyo trabajo consistirá en ser investigador, juez y verdugo. Si, además, aparece por allí la sensual stripper amiga de la joven, ya tenemos todos los ingredientes para una trama llena de acción y giros argumentales: una lectura de las que siempre enganchan.
Está ambientada en Los Ángeles y desde el brillantísimo primer capítulo, donde convierte al lector en un voyeur casi interactivo de un asesinato, sentimos la sensación de estar ante una trama propia de una superproducción de Hollywood, con un guion trabajadísimo y riqueza de medios, en este caso, literarios.
¿Quién es la culpable confesa?
Arantxa Rufo, madrileña de nacimiento y tinerfeña de adopción, es escritora y técnica de sonido, además de informática. Cuenta en su haber con tres novelas: Zed está muerto, En el punto de mira y Sangre en las manos. Solo con los títulos ya podemos comprobar que se trata de una escritora con sangre negra en las venas.
Además, cuenta con su página web de autor arantxarufo.com donde además de hablarnos de su obra publica interesantes artículos literarios que os recomiendo leer.
¿Cuál es el momento ideal para leerla?
Siendo un thriller de acción cualquier momento es bueno. De camino al trabajo, tumbado plácidamente en la playa con una bebida chisposa al lado o mientras esperas una de esas modernas citas previas que luego ofrecen las clásicas esperas de toda la vida.
Por si me lo preguntas, te cuento que…
Lo primero que me llamó la atención fue el título. Ya sabéis que adoro a Tarantino y Zed está muerto es lo que responde Butch a Caramelito tras el incidente con Zed, un policía sádico, en la película Pulp Fiction.
En esta novela, Zed es un personaje muy distinto y la historia no es tarantinesca, pero, desde luego, la autora ha usado algunos de sus recursos de guion, para disfrute del lector, en las escenas violentas, destacando los interrogatorios del sicario ruso. También se nota su influencia en la manera de narrar unos mismos hechos desde distintos puntos de vista. Sobre todo en la segunda parte, la parte con más adrenalina y acción.
Cuenta con cuatro narradores, los cuatro personajes principales (Tessa, la stripper; Isabel, la detective; Michael, el agente del FBI; y Zed, el sicario) que se acercarán a la verdad cada uno por su cuenta, pero creando a su vez su propia historia. Porque cada personaje tiene un pasado, sus propios demonios internos, y el crimen les ofrecerá la oportunidad de enfrentarse a ellos, para bien o para mal.
Merece destacarse el trabajo de documentación que hay detrás, tanto en la ambientación, la acción se desarrolla en Los Ángeles pese a ser una autora española, como en la manera que refleja la tarea de investigación policial, donde la autora muestra con mucha verosimilitud lo que es la escena del crimen, cómo se organiza un departamento de homicidios e incluso el mundo de las mafias, rusa en este caso, y el submundo criminal alrededor de los clubs de striptease.
En definitiva, todo un despliegue de recursos, personajes y escenarios al servicio de una historia que, como toda buena novela de detectives, gira en torno a la pregunta fundamental: ¿quién lo hizo?
El ¿quién lo hizo?, por cierto, no lo vemos venir en ningún momento.
¿A qué lector NO le va a gustar?
Es una novela concebida como un bestseller o una superproducción hollywoodiense, por tanto, solo se me ocurre no recomendarla a aquellos lectores que se lo pasen en grande con ensayos tipo La contextualización de la metodología y técnica de análisis conductual o piensen que el mejor plan para un sábado noche sea ver la pseudotertulia política de La Sexta.
¿Cómo puedes conseguirla?
Todas sus novelas están a la venta en Amazon y la propia web de la autora.
Puedes leer el original en el blog Lecturas de Leland Gaunt
Que difícil resulta llegar a ser escritor en nuestro país. Más difícil todavía es poder llegar a vivir de la escritura…
Con esta sencilla, y conocida por tod@s, reflexión quería comenzar. Está claro que “el mundo editorial”, en general, es un negocio, como muchos otros. Las grandes editoriales, en particular, son unas empresas, o conglomerados de ellas, cuyo lógico y lícito objetivo es ganar dinero, esto es así.
Lo cual desemboca en la situación de que las grandes editoriales no van a arriesgar “ni un euro”, salvo en contadísimas excepciones, por lo que van a publicar obras de autores y autoras ya conocidos y/o consagrados, o de quienes tengan detrás un respaldo de miles de seguidores en las redes sociales. De esta manera se aseguran, casi de manera segura, un enorme público potencial que va a adquirir el último libro de su autor o autora favorito o, lo que es peor, de su influencer favorito.
Digo “lo que es peor” porque, si todavía los libros que se publican, y venden, sonde Vargas Llosa o Pérez Reverte, por poner un ejemplo entre millones…pues me parece todo correcto y dentro de la normalidad. Pero que en las listas de “los más vendidos” se encuentren libros supuestamente escritos (particularmente opino que se los escriben, esta gente a la que me refiero no tienen ni idea de escribir un libro, algunos de ellos…de nada más) por el “príncipe anglosajón de moda” o por alguna tertuliana de los infumables programas televisivos “de salseo” del país…pues, ésta sociedad nuestra tiene un problema. Es mi humilde y personal opinión, que conste.
¿Qué tiene que ver esto con la reseña de la novela que nos ocupa? Muy sencillo, y es la segunda vez que me ocurre…he terminado la lectura de una magnífica novela, de una autora relativamente desconocida, que tuvo que autopublicarla, y que no desmerece para nada, en cuanto a su calidad, a muchas de las obras, nacionales y extranjeras, que podemos encontrar en las estanterías de las librerías comerciales, o en las mesas de novedades.
Arantxa Rufo nos presenta una novela policiaca presentándonos una historia, una trama, que reúne todos los ingredientes del género en la actualidad, como pueden ser una gran ciudad como escenario, dos importantes cuerpos policiales implicados en la resolución del caso, unas bandas mafiosas que llegaron del este, etc.
Como curiosidad, aunque no es la primera autora, o autor, nacional que lo hace, la novela está ambientada en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. La ambientación está tan bien conseguida que pudiera parecer que se trata de una autora de aquella nacionalidad. Los distintos capítulos, no muy extensos por regla general, están titulados haciendo referencia a un determinado personaje o localización, acompañados de una dirección postal y una hora determinada en muchos casos.
Los personajes pueden parecer, en un principio, muy “estereotipados” o “típicos”, que hemos podido ver o leer en numerosas ocasiones…la detective de la policía local, el agente especial del FBI, los capos mafiosos junto a sus lugartenientes y esbirros, el asesino profesional…pero no por ello la novela carece de interés. Además, estos personajes, especialmente los principales, muestran a lo largo de la obra una cierta evolución. Los hechos que acontecen, junto con las circunstancias personales que arrastra cada uno de ellos, hace que podamos asistir un cambio en la forma de ser y actuar que tenían previamente.
Destacar el importante cambio de ritmo que sufre la novela cerca del último tercio, aproximadamente, acelerando de forma vertiginosa convirtiéndose en un auténtico thriller, llevado a cabo por la autora magníficamente, pues no es fácil ir “saltando” de unos personajes a otros sin que decaiga el ritmo de la acción y, por supuesto, el interés del lector.
En definitiva, una novela más que recomendable, que aunque nos presente una situación en principio no muy original, en el sentido de que ya hemos leído tramas similares, no por ello deja de ser muy interesante de leer, incrementándose paulatinamente el interés del lector con el fin de conocer la resolución de la misma.
Además, sería bueno que todos hiciéramos un esfuerzo en apoyar a nuestros escritores y escritoras menos conocidos, muchos de ellos comenzando, pues hay muchas novelas de calidad esperando a ser descubiertas.
Zed está muerto, por Arantxa Rufo
Los Ángeles, julio de 2018. Tessa Britton, una stripper de un club de Los Ángeles, está preocupada porque su amiga Katya ha faltado a clase de baile y tampoco contesta al teléfono. Al acudir a su casa, descubre su cadáver, junto con el de un misterioso hombre tatuado. Cuando la detective del LAPD Elizabeth Delgado, que lleva de baja casi un año, llega al escenario del crimen, el agente Michael Poulsen, del FBI, le comunica que la víctima es hija de Luka Maksimov, un líder de la mafia rusa que no dudará en enviar a un asesino a la ciudad para vengar su muerte. En un caso en el que cada uno convive con sus propios demonios, Tessa parece tener todas las respuestas. ¿Era Katya el objetivo o la han asesinado para hacer daño a su padre? La guerra en Los Ángeles no ha hecho más que comenzar…
Opinión personal
He dejado lo mejor para el final, espero que hayas llegado hasta aquí, porque si las tres anteriores eran buenas esta es espectacular.
¡PEDAZO DE NOVELA! Sí, con mayúsculas. En Zed está muerto, tenemos una obra como si estuviéramos ante una película de Hollywood. Un escenario muy «peliculero» ya que nos traslada a Los Ángeles con una gran documentación tanto por la ciudad en sí como por lo que concierte al departamento de policía y al FBI. Ambos aparecen en la novela como un ingrediente más, con dos personajes que tendrán sus más y sus menos, con una mochila a la espalda que deberán ir aligerando para centrarse en la resolución del caso.
Y por si esto fuera poco, añadimos a la coctelera un crimen inicial, una serie de asesinatos posteriores, la mafia rusa y otro acierto más como es el personaje de Zed. Este, salvando las distancia, es algo así como un John Wick lo que hace que se disfruten muchísimo las escenas en las que aparece. Desarrolladas con acierto, muy visuales y creíbles, se nota una gran labor para plasmar en el papel todo lo que gira en torno a él. Y no solo este aspecto, todos.
Un crimen dará comienzo a la investigación y la caza, a raíz de él encontramos una trama muy bien desarrollada, sin fisuras, con un ritmo vertiginoso para disfrutar sin lugar a dudas.
Si te gustan los thrillers que te trasladan a EEUU, que están escritos de forma espectacular, con una trama de mafias y policía, potente y muy visual, no te puedes perder Zed está muerto, de Arantxa Rufo.
5/5 ★★★★★
Zed está muerto, por Arantxa Rufo
Los Ángeles, julio de 2018. Tessa Britton, una stripper de un club de Los Ángeles, está preocupada porque su amiga Katya ha faltado a clase de baile y tampoco contesta al teléfono. Al acudir a su casa, descubre su cadáver, junto con el de un misterioso hombre tatuado. Cuando la detective del LAPD Elizabeth Delgado, que lleva de baja casi un año, llega al escenario del crimen, el agente Michael Poulsen, del FBI, le comunica que la víctima es hija de Luka Maksimov, un líder de la mafia rusa que no dudará en enviar a un asesino a la ciudad para vengar su muerte. En un caso en el que cada uno convive con sus propios demonios, Tessa parece tener todas las respuestas. ¿Era Katya el objetivo o la han asesinado para hacer daño a su padre? La guerra en Los Ángeles no ha hecho más que comenzar…
Opinión personal
Esta ha sido, sin ninguna duda, mi lectura favorita de 2019. La amé. Amé sus personajes y sobre todo amé a Zed, con todas sus sombras.
Spoiler a la vista
Siempre digo que no me gusta desmenuzar historias, pero en este caso quiero resumir un poquito qué nos cuenta esta historia maravillosa. Muy poquito, lo prometo.
Todo comienza con el asesinato de Katya Maksimov, asesinato que la detective Elisabeth Delgado y el agente del FBI, Michael Poulsen, tratarán de resolver ante la amenaza de una posible guerra entre los dos clanes de la mafia rusa más importantes de la zona.
Interesante, ¿verdad? Pues hay más.
Al mismo tiempo que esto sucede, Luka Maksimov, el padre de Katya, envía a Zed, un antiguo conocido del agente Polsen y su mano derecha, para que trate de descubrir al asesino de su hija y la vengue en su nombre. Lo que viene a ser un sicario, vamos.
Ya sé, si suelo escribir sobre novela romántica, esta, pues no termina de encajar. Lo sé, lo sé… Pero como he comentado al principio, es una de mis novelas favoritas. ¿Cómo podía dejármela atrás? No me sentía bien con la idea y además, no creáis que no tiene su puntito romántico también, que la historia da para mucho.
¿Cuántas vidas puede tener un asesino?
Zed está muerto es una de esas novelas que valen la pena, las que debes repetir y tener en un lugar especial en la estantería de tu librería. Como la mía es muy pequeña tengo casi todo en digital, pero a Zed lo tengo repetido y presidiendo la cabecera.
Si no lo conocéis y queréis escapar un poco del género romántico, pero sin perder el puntillo, no dudéis en poneros en manos de Zed, Tessa, la detective Delgado y el agente Polsen. Todos son grandes personajes. Solo con mencionarlos ya me están entrando ganas de saber cómo les ha ido en la vida, oye, que se les coge cariño.
¿Alguna vez te has enamorado de un asesino?
Katya Maksimov, a pesar de contar con varios guardaespaldas, aparece muerta en su casa y los encargados de investigar el caso serán la detective Elizabeth Delgado y el agente del FBI Michael Poulsen. La escena del crimen parece indicar que ha sido accidental, pero la autopsia y la información de la que dispone Michael demostrarán que esa muerte no ha sido fortuita y que solo es la punta del iceberg de un problema mucho mayor.
Además de investigar el asesinato de Katya, los detectives estudian la posibilidad de que esa muerte desencadene una peligrosa guerra entre mafias. El caso llega en un momento crítico en la vida de Isabel, que debe llevar a cabo un gran ejercicio de autocontrol para mantener a raya todos los fantasmas del pasado que la han tenido apartada del Cuerpo durante meses.
¡Hola, hola! Hoy os traigo el resumen de las lecturas que hice en el pasado mes de Junio. ¿Vosotros que habéis estado leyendo?
Zed está muerto
Sinopsis…
Los Ángeles, julio de 2018. Tessa Britton, una stripper de un club de Los Ángeles, está preocupada porque su amiga Katya ha faltado a clase de baile y tampoco contesta al teléfono. Al acudir a su casa, descubre su cadáver, junto con el de un misterioso hombre tatuado.
Cuando la detective del LAPD Elizabeth Delgado, que lleva de baja casi un año, llega al escenario del crimen, el agente Michael Poulsen, del FBI, le comunica que la víctima es hija de Luka Maksimov, un líder de la mafia rusa que no dudará en enviar a un asesino a la ciudad para vengar su muerte.
En un caso en el que cada uno convive con sus propios demonios, Tessa parece tener todas las respuestas.
¿Era Katya el objetivo o la han asesinado para hacer daño a su padre?
La guerra en Los Ángeles no ha hecho más que comenzar…
Sobre el autor…
Nació en Madrid en 1979, aunque se trasladó al año siguiente a Santa Cruz de Tenerife lugar en el que vive desde entonces. Cursó el ciclo formativo en Técnico Superior en Sonido en Madrid.
Actualmente, y tras desempeñar en un sinfín de profesiones, se dedica a la informática y al diseño gráfico en una empresa dedicada al mundo de Internet. Reparte su tiempo entre el trabajo, la lectura, su blog arantxarufo.com y, por supuesto, la escritura.
En el año 2016 publicó su primera novela, En el punto de mira, un thriller policiaco de buenos no tan buenos y malos no tan malos localizado en Londres.
En octubre de 2018 salió a la venta su segunda novela, Zed está muerto, otra obra de tinte criminal.
Mi opinión…
Llegué a esta novela después de haber leído varias reseñas positivas. Y me apetecía mucho leer una buena novela policíaca, de esas que te duran un suspiro y te metes en la trama desde el minuto uno. Y ya os adelanto que con Zed está muerto, se consigue.
La trama comienza situándonos en Los Ángeles, en pleno mes de julio. Asistimos en directo al asesinato de una mujer y su guardaespaldas.
El autor material es un asesino a sueldo, el intelectual…no lo sabemos. De momento.
Theressa Britton (Tessa) es una joven estríper que trabaja en un club por las noches y por las mañanas da clases de baile en una academia. La chica lleva una doble vida que solo conoce su mejor amiga, una chica rusa a la que le apasiona el baile como ella y que sueña con ser actriz. Como tantas y tantas chicas llegadas a la ciudad de los sueños y que terminan o en el olvido o viviendo una pesadilla.
Pero el destino, que es así de caprichoso, les tiene reservada su propia película. Y es que la amiga rusa de Tessa, Katya, es en realidad Ekaterina Maksimova, hija de Luka Maksimov, un peso pesado de la mafia rusa tan peligroso como poderoso. Los motivos de la muerte de Katya y su guardaespaldas, quienes aparecen de una forma comprometida, son un misterio. ¿Quién ha asesinado a la chica y por qué?
Al mismo tiempo que toman las riendas del caso la policía de Los Ángeles en la persona de la agente Isabel Delgado y el FBI, con el agente Michael Poulsen, desde Moscú comienza una auténtica guerra fría entre clanes mafiosos que tiene doble objetivo : vengar la muerte de Katya y hacerse con el control de la ciudad angelina.
Y el encargado de llegar hasta el fondo del asesinato de Katya, por parte de los rusos, es Zed. Este asesino a sueldo trabaja para el padre de la chica asesinada. Joven, de aspecto frágil, se trata de una persona buscada por el FBI, experimentado en su trabajo, astuto y escurridizo, atrapar a Zed es algo que se ha convertido casi en una obsesión por parte del agente Poulsen. Y es que a Zed es difícil atraparlo, tanto que incluso es capaz de burlar a la propia muerte.
Con un ritmo trepidante que no decae nunca, la autora nos sumerge en una persecución contrarreloj que tiene por un lado dar con los asesinos de Katya y su guardaespaldas y conocer los motivos del crimen y por otro, dar de una vez con todas con el escurridizo Zed. Todo esto antes de que éste actúe por su cuenta y no se cobre más víctimas en su particular carrera de venganza.
Simplemente diré que Zed está muerto es una de las mejores novelas que llevo leídas en este año. Me ha atrapado desde el primer momento y aunque pensaba que no me iba a sorprender llegados a un punto, lo ha hecho. Tiene acción, mucha acción, y unos giros en la trama importantes. Tanto que el interés por la lectura no decae ni un segundo.
Hacía tiempo que no leía una novela en la que sentí simpatía por el criminal. Porque Zed es un criminal carente de empatía por nadie (o eso parece) pero sin embargo, la autora consigue que sintamos simpatía por él. Me ha caído bien.
Zed está muerto es un fantástico thriller policíaco que nos envuelve desde la primera línea. Una novela que los amantes de este género no pueden pasar por alto y que muestra una vez más, la maravilla de autores que tenemos en casa.
Puedes consultar el original en el blog de Vamos a leer
Zed está muerto, de Arantxa Rufo
·Título: Zed está muerto
·Autora: Arantxa Rufo
·Género: novela negra
·Obra autopublicada
·Fecha: 2018
·Páginas: 476
·Valoración: Sí, recomendable
·Enlace de compra
No había finales felices para la gente como ella.
Arantxa Rufo (Santa Cruz de Tenerife, 1979) ha publicado anteriormente En el punto de mira(2016), otra novela negra que me sorprendió gratamente ya hace un par de años y que reseñé en mi blog personal. Por ello, esperaba desde hace tiempo una nueva obra de la autora canaria. En esta reseña compararé un poco ambas obras, si bien no tienen más que algunas similitudes, no están relacionadas en su argumento y, por tanto, se leen de manera independiente.
El argumento es el típico de la novela policíaca, pero la manera de contarlo no tiene nada de típica. Una estudiante de danza, Tessa Britton, acude a casa de su amiga Katya porque esta última no ha ido a clase. Se encuentra el cadáver de Katya casi oculto bajo el de un hombre tatuado. Lo que parece un caso claro de sobredosis llega a manos de la policía y envían a la detective Isabel Delgado, que lleva un año de baja. Pero aparece el agente del FBI Mike Poulsen, que afirma que la víctima es hija de Masksinov, un mafioso ruso con negocios en la ciudad, y que el crimen puede ser el principio de una guerra entre mafias en Los Ángeles.
¿Cómo interrogas a un traidor al que consideras un amigo?
Los protagonistas son muchos y muy diferentes entre sí, sin que recaiga un peso mayor en uno de ellos que nos haga otorgarle el papel principal. Tessa esconde varios secretos. El primero que sale a la luz es que además de estudiar danza también trabaja como stripper en uno de los clubes del padre de su amiga. Isabel Delgado es una policía que se encuentra de baja por un hecho traumático que iremos descubriendo a medida que leemos y que debe enfrentarse, además de a un caso complejo con el FBI de por medio, a sus propios miedos y fantasmas. Otro personaje clave es Zed, el hombre que Masksinov envía desde Rusia para investigar lo sucedido. Zed es un joven de unos treinta años con un pasado muy turbio, una infancia muy traumática y un carácter frío, meticuloso y calculador que le mantiene con vida a pesar de los peligros a los que se enfrenta siendo la mano derecha del jefe de la mafia. El agente especial Mike Poulsen parece el típico policía pagado de sí mismo, que cree saberlo todo y mira a los demás por encima del hombro, pero, ¿es así en realidad? Iremos descubriendo que todos estos personajes tienen su trasfondo, que muchas veces ocultan o tratan de no mostrar.
Las puertas se cerraban y, a veces, ya no se volvían a abrir.
Tenemos la trama de novela policíaca, un tanto manida, que podemos encontrar en tantas obras de ficción: mafia, asesinatos, una stripper, muchos misterios, algunos cadáveres y unos policías del FBI y la LAPD que tratarán de resolver el caso mientras se pelean entre ellos. Tiene muchos puntos fuertes como son el punto de vista coral con un narrador en tercera persona, pues se sigue a muchos personajes diferentes y nos permite tener varias perspectivas; la ambientación está cuidada hasta el mínimo detalle y, sobre todo, la asombrosa calidad de la prosa de Arantxa Rufo. Emplea un vocabulario incisivo que nos mete de lleno en la mente de los mafiosos, las strippers, los policías, etc. En esta obra hay incluso palabras y expresiones en ruso, con su correspondiente traducción, y se utilizan letras de canciones que contribuyen a darle un toque de realismo. También hay algunos matices de la cultura sudamericana, que tan presente está en Estados Unidos.
Como ya hiciera en su anterior novela todo está calculado con mucha precisión, desde los lugares que se mencionan a las armas que portan los protagonistas. Toda la ambientación está muy detallada. Y además también repite esa mezcla del bien y el mal en cada persona, que nos lleva a dudar de quienes son los buenos y quienes los malos, si es que los hay. Zed por ejemplo, está muy lejos de ser el típico asesino a sueldo o el villano de la historia, pero tampoco es un héroe precisamente. Nada es en blanco y negro, cada personaje es una escala de color.
La obra está excepcionalmente bien escrita. Engancha desde el principio, en el que nos encontramos un golpe de efecto muy certero, y su ritmo es ágil, tanto que apenas puedes soltarla. A pesar de tener más de cuatrocientas páginas, se lee realmente rápido. En definitiva, aunque no deja de ahondar en los tópicos de la novela negra, no vamos a encontrarnos la tópica lucha del bien contra el mal. Arantxa Rufo se mueve con gran soltura en esas revueltas aguas que son los temas comunes del thriller policíaco. Si os gustan las obras de ficción de policías y la novela negra en general, disfrutaréis mucho de este libro.
¿Dónde está esa línea y cómo carajo se cruza?
Puedes consultar el original en el blog de ALibrería Blog
OPINIÓN
Ay, Ojalá este fuera Poulsen |
Puedes consultar el original en el blog de Vida de una lectora dispersa
Buenos dias,
en el libro de hoy la guerra entre las mafias rusas y la policía amenaza con desbordarse y llegar a las calles.
Zed está Muerto – Arantxa Rufo
Sinopsis
Los Ángeles, julio de 2018.
Tessa Britton, una stripper de un club de Los Ángeles, está preocupada porque su amiga Katya ha faltado a clase de baile y tampoco contesta al teléfono. Al acudir a su casa, descubre su cadáver, junto con el de un misterioso hombre tatuado.
Cuando la detective del LAPD Elizabeth Delgado, que lleva de baja casi un año, llega al escenario del crimen, el agente Michael Poulsen, del FBI, le comunica que la víctima es hija de Luka Maksimov, un líder de la mafia rusa que no dudará en enviar a un asesino a la ciudad para vengar su muerte.
En un caso en el que cada uno convive con sus propios demonios, Tessa parece tener todas las respuestas.
¿Era Katya el objetivo o la han asesinado para hacer daño a su padre?
La guerra en Los Ángeles no ha hecho más que comenzar…
A la detective Elizabeth Delgado le asignan un caso, en principio, fácil. Tras un año de baja, los especialistas le han dado luz verde para que se incorpore con una doble muerte producida por una sobredosis. Una pareja yace muerta en el sofá de una lujosa casa tras haberse puesto con droga mal cortada.
Hasta aquí todo más o menos normal pero el agudo sentido de Delgado empieza a encontrar incoherencias en la escena del crimen y eso la lleva a tirar de un hilo que se corta bruscamente. La fallecida no es ni mas ni menos que Katya Maksimov, única hija de un líder de la mafia rusa que vivía custodiada por tres guardaespaldas. Así pues, ¿qué ha pasado, qué ha salido tan desastrosamente mal como para que haya aparecido muerta?
Para colmo Tessa, la única amiga de Katya, la única persona que se acercaba a ella, no sabe nada, no ha visto nada, solo encontró el cadáver de su amiga y salió corriendo a llamar a la policía.
Así pues, la inspectora Delgado ha vuelto a la investigación por la puerta grande, con un caso que no sabe como investigar porque todas las pistas quedan en agua de borrajas y no hay ningún testigo que pueda aportar nada. Como si eso no fuera poco, el padre de la difunta toma cartas en el asunto y decide mandar a alguien para que busque y mate al asesino de su hija.
Al más puro estilo de otros grandes de la novela policíaca, llega de nuevo Arantxa a no dejarte soltar el libro hasta el final. En esta lectura no sabes quien es el asesino ni de qué va todo hasta los últimos capítulos.
Porque en este libro no es oro todo lo que reluce. Cada personaje tiene sus secretos, su pasado oculto que amenaza con salir y desbordar el presente, sus motivos para estar callado, mentir u ocultar gran parte de la verdad.
La narración se produce desde diferentes puntos de vista y en capítulos breves; a pesar de que esto nos da mucha información en conjunto, ya que sabremos más que los que nos cuentan las cosas, es difícil prever por donde van a ir los tiros y quien anda detrás de todo el embrollo. El pasado de algunos personajes se mezcla con el presente pero no se desvela todo de golpe, sino poco a poco para mantener el interés. Habrá nuevas incorporaciones al elenco de malos y buenos para que se lie la historia un poco más, porque ya se sabe que si las cosas van mal, siempre pueden ir peor.
Hay momentos de tensión, otros que te darán pena o tristeza por alguno de los protagonistas y otros que te darán algo de repelús por las descarnadas descripciones. Sentirás la frustración de los investigadores al darse una y otra vez contra el muro del silencio en que se encierran los pocos que saben algo del tema y vivirás el miedo con el que estos conviven día tras día al saberse observados de cerca por alguien de la mafia.
Los personajes están bien definidos, con sus defectos y virtudes, con sus momentos de bajón, reflexión o impulsividad y hay para todos los gustos: te van a caer bien, mal, fatal o vas a tener ganas de estrangularlos tu mism@ y ojo que todos estos sentimientos se pueden aplicar al mismo personaje.
La inspectora Delgado es una mujer que viene de una larga temporada fuera de la investigación y se encuentra con un caso que no va a ser capaz de soltar en unas horas; la madeja es cada vez más grande y le endosan al agente Poulsen del FBI, guasón y con ganas de tocarle las narices a Delgado más allá de lo que su instinto de supervivencia le aconseja incansablemente. Ambos, sin embargo, saben ser profesionales y dedicarse a la trama que se les ha puesto por delante.
Tessa es una muchacha que quiere ser bailarina, tener su escuela de danza pero se ve enmedio de una vida que no le gusta: bailando pole dance para grupos de babosos y dejando que sus sueños se diluyan entre los billetes que le meten por el tanga o el maquillaje que tapa los moretones de las palizas que recibe. Aquí veremos también su lado más humano y sensible, como sufre por su amiga perdida, por no haber sido capaz de ayudarla o prever que algo malo le pudiera suceder.
Personajes e historia que no dejan indiferente, trama que engancha de principio a fin y un caso que se enreda más cuanto más se investiga hacen de este libro una lectura que encantará a los apasionados de la novela negra y los thrillers policíacos. No tiene nada que envidiar a otros grandes escritores del género.
¿Recomendado? Claro que si, sin ninguna duda. Sobre todo si quieres saber quien es Zed y porqué está muerto…
Muchas gracias a la escritora. Compra el libro AQUI y lee la reseña del anterior AQUI.
Puedes consultar el original en el blog de https://tejiendoenklingon.blogspot.com/2019/02/zed-esta-muerto-arantxa-rufo.html
Opinión personal
Los que me conocéis desde que empecé en esto de «bloguear» sabéis que antaño, justo antes de la primera glaciación, fui una de las primeras que reseñó autores noveles y que, en algunos casos, peleé como una jabata para que una editorial les hiciese caso.
Un claro ejemplo es LaAutoraALaQueSeLeHaSubidoElÉxitoALaCabeza, de cuya primera novela fui la primera reseñadora (que no quiere decir que esté donde está por mí, pero en algo sí que contribuí, aunque ella se haya olvidado de muchas manos que le dieron de comer).
Prosigo, que me enrollo como una persiana. He estado muchísimo tiempo reseñando a autores reconocidos, conocidos y noveles, hasta que llegó un momento que me saturé de tener siempre la bandeja de correo llena, de las malas formas y de todo lo que eso conlleva.
Desde que empecé con esta web no había reseñado ningún libro que no fuese de una gran editorial, pero creo que esta novela que hoy os traigo se merece estar aquí por méritos propios, porque es (ya lo veréis en una entrada que publicaré en breve pero que ya está programada) una de las mejores novelas que voy a leer este año (y en mucho tiempo).
Estoy hablando de Zed está muerto, de Arantxa Rufo. ¿Vosotros pensáis que si la novela no fuese buena iba arriesgarme a sortearla en el blog dedicada por la autora? Tendría que estar cuerda y no lo estoy. Si queréis apuntaros al sorteo, pinchad en este enlace (tenéis hasta el 5 de diciembre).
Os cuento: Tessa Britton está preocupada porque su amiga Katya no ha asistido a clase y no le coge el teléfono. Se presenta en su casa y allí descubre su cadáver.
La investigación del asesinato es asignada a la detective del LAPD Elizabeth Delgado, que lleva de baja casi un año.
Cuando llega al escenario del crimen, el agente del FBI Michael Poulsen le comunica que el caso es de su agencia, porque la víctima es Ekaterina Maksimova, hija de un mafioso ruso.
Todo se complica cuando llega desde Moscú Zed, un asesino profesional a las ordenes de Luca Maksimov, para vengar la muerte de la joven.
¿Es Katya el objetivo o la han matado para presionar a su padre?
Estructurada en un prólogo (Matar), tres partes (Mentir, Bailar y Morir) subdivididas a su vez en capítulos titulados y datados, la novela está ambientada en Los Ángeles y se desarrolla entre el 19 de julio y el 3 de agosto de 2018.
Utilizando un narrador omnisciente en tercera persona (excepto el prólogo, que está narrado en primera por un narrador personaje) y siguiendo un orden cronológico lineal roto por algunos flashbacks, tiene una trama compleja, muy sólida y muy bien armada, sin fisuras y totalmente coherente, en la que todo termina encajando en su sitio y todas las piezas quedan perfectamente ensambladas cuando llegamos al desenlace, que es grandioso.
Zed está muerto es para mí (Montse Martín) una novela infinitamente mejor que muchas de las que llenan los escaparates de las librerías y de las grandes superficies, y os voy a explicar por qué. Vamos allá:
- Este es el segundo libro que leo de esta Arantxa Rufo, después de haber devorado En el punto de mira. Y como en el anterior, lo primero que me ha llamado la atención es que muchos autores consiguen buenos finales, pero pocos escritores son capaces de conseguir buenos principios: y Arantxa es uno de ellos. Una vez puede ser casualidad, dos se llama talento. Ese prólogo, escrito en primera persona como ya he adelantado, nos narra el asesinato de Katya, y desde ese mismo momento he quedado completamente abducida por la historia, porque necesitaba saber quién y por qué, porque el cómo ya lo sabía.
- La historia es fascinante e inetiquetable, porque acompañamos a Elizabeth y a Mike en una investigación policial; pero tiene el ritmo de un thriller y la temática de una novela negra, pero de las negrísimas como el carbón, no gris marengo.
- Me ha gustado mucho la estructura de la novela, con capítulos protagonizados por diferentes personajes y cambiando constantemente el cambio del foco de un narrador omnisciente. Los hechos se van relatando desde el punto de vista de cada personaje, pero en ningún momento se repite nada. Es decir, cada uno cuenta su versión de los hechos, pero continuando en el punto en el que lo dejó el personaje anterior. Era difícil conseguir que la autora no nos diera información por duplicado (o triplicado) y ha logrado que todo lo que nos dice cada personaje sea nuevo.
- Que los capítulos estén titulados y datados es una opción muy acertada. En todo momento sabemos dónde estamos, quién está protagonizando el capítulo y al saber en qué personaje se centra no hay lugar a ninguna duda al cambiar el foco del punto de vista del narrador. Porque aunque cada personaje tiene entidad propia y sabemos perfectamente a cual de ellos está dedicado cada capítulo, no viene mal tener la información desde el principio.
- Porque no le ha temblado el pulso a la hora de describir escenas crudas y violentas, porque sería ridículo que en una novela protagonizada por un asesino de la mafia rusa no hubiera violencia y sadismo. Describe con pelos y señales torturas, asesinatos, abusos… Hay sangre, mucha sangre; y muertes, muchas muertes, y están contadas con el realismo necesario para que podamos visualizarlas perfectamente.
- Porque Zed está muerto es una novela muy visual, muy cinematográfica. ¿Qué mejor escenario que la meca del cine para hacer una novela de estas características, en la que cada escena parece un fotograma?
- El ritmo va in crescendo a lo largo de la novela, porque los cambios de escenario y de foco del narrador agilizan muchísimo la historia. Además, como ya he adelantado, no se repite y retomamos, en la mayoría de las ocasiones, en el momento inmediamente siguiente en el que lo dejamos en el capítulo anterior.
- Los personajes están impecablemente caracterizados, con una Elizabeth Delgado sublime y una evolución de todos (Mike, Tessa…) magnífica. Son completamente redondos, poliédricos, llenos de matices. Ninguno es completamente perfecto. Y ha huido de la dualidad bien/mal, que es algo que los lectores detestamos. He sospechado de todos y cada uno como posibles asesinos de Katya y, obviamente, no he acertado.
Elizabeth Delgado es una detective de la policía de Los Ángeles que lleva un año de baja por enfermedad; para calmar su ansiedad, boxea. En ningún momento cae en el arquetipo de policía atormentada, al contrario, es una persona que lucha con uñas y dientes para superar su «trauma». Es una mujer fuerte y poderosa, no un florero.
Mike Poulsen es un agente del FBI que al principio me ha caído como una patada en la boca del estómago pero que, conforme lo iba conociendo, me ha ido gustando cada vez más y más.
Tenemos a Tessa, una estríper que baila en un club de Los Ángeles, la mejor amiga de Katya, con la que me ha pasado lo mismo que con Mike, y he terminado empatizando totalmente con ella.
Y Zed, el asesino ruso que llega a Los Ángeles para vengar la muerte de la hija de su jefe; que no sé cómo lo hace Arantxa pero termino «enamorándome» de sus asesinos (con el libro anterior me sucedió lo mismo); ¿será que hace unos personajes tan humanos, tan de carne y hueso, que por eso termino rendida a sus pies aunque sean asesinos? Eso o que yo tengo una psicopatología y que me falta el canto de un duro para terminar haciendo lo mismo que Zed; creo que con un par de días aprendiendo a manejar el finka puedo hacerle la competencia y convertirme en la asesina de tu próxima novela.
En cuanto a los secundarios, tanto los mafiosos como los que tienen apariciones puntuales, todos dotados de una personalidad propia.
- Los monólogos interiores de estos personajes, porque gracias a ellos conocemos algunas partes de su vida. También las luchas internas que sufren entre lo que deben y lo que quieren hacer.
- El desenlace me ha dejado ojiplática porque aunque he sospechado de todos y alguno tenía que ser, tiene algún giro narrativo que me ha dejado tiritando.
- Pero, además, la forma en la que cierra la novela es para quitarse el sombrero y ponérselo solo para aplaudir hasta que te sangren las manos. Ese recurso es de una persona con más oficio, no de alguien con solamente dos novelas autopublicadas.
Resumiendo, que dice el Maestro: En el punto de mira fue una de mis novelas favoritas de 2016. Tenía muchas ganas de leer Zed está muerto para saber si tenía la misma calidad. Y la ha superado con creces. El prólogo, impactante, es un gancho perfecto para atraparnos en una historia fascinante e inetiquetable, con una investigación policial, el ritmo de un thriller y la temática de una novela negra. Un imperdible. Una de mis mejores lecturas de 2018.
Puedes consultar el original en el blog de Escaparate Literario
Puedes encontrar la reseña original en el blog de Letras imposibles
El pasado 4 de octubre salió a la venta Zed está muerto, la esperada segunda novela de la escritora Arantxa Rufo, quien irrumpió en el mundo literario hace dos años con En el punto de mira, obra que fue reseñada en este blog días después de su publicación.
Quienes caímos en las redes de Kathleen Addams y el inspector Daniel Ryman anhelábamos el alumbramiento de un nuevo ejemplar que llevase la firma de Rufo, puesto que nos demostró con su debut un interesante dominio de la narrativa policíaca y de los finales abiertos. De hecho, muchos esperaban la segunda parte de En el punto de mira, texto que la autora ha comentado estar fraguando; sin embargo, como ella misma ha afirmado en alguna entrevista, quiso evitar encasillarse en un personaje o saga literaria, por lo que dedicó su tiempo a perfilar otro libro que nada tiene que ver con el primero, salvo por el género elegido.
Con Zed está muerto Arantxa vuelve a adentrarse en los bajos fondos y tienta una vez más la novela negra que tanto le gusta leer.
Se estructura el texto en un prólogo en primera persona y tres partes, relatadas por un narrador omnisciente, encabezada cada una de ellas por un título: “Mentir”, “Bailar” y “Morir”. Asimismo, estas están divididas en capítulos que, además de poseer título, indican el día y la hora en la que se produce la acción. Los hechos se desarrollarán entre el 19 de julio y el 3 de agosto, por lo que los acontecimientos se suceden y precipitan a un ritmo vertiginoso que acelera las pulsaciones del lector.
En esta ocasión viajamos hasta la ciudad de Los Ángeles, donde es asesinada Ekaterina Maksimova, la hija de un poderoso miembro de la mafia rusa. A la detective Elizabeth Delgado le es asignado un caso a priori sencillo, pero que se verá complicado por los vínculos de la fallecida. La injerencia del agente del FBI Michael Poulsen provocará el consiguiente enfado de la detective, por lo que su relación está viciada desde su inicio. Por su parte, el padre de la víctima enviará a su mejor sicario para que resuelva el asunto a la manera que lo hacen en su mundo, aplicando la ley del talión. A partir de ahí, se sucederán los interrogatorios, las sospechas, las torturas, los golpes y el correr inevitable de la sangre de no pocos personajes relacionados con Katya y su muerte, ya sea bajo el marco de la legalidad o de la venganza.
Aunque la historia pueda parecer demasiado truculenta, dentro de la novela se desarrollan varias tramas paralelas que dejan ver aspectos más íntimos de los personajes que nos ayudan a entender el porqué de sus actos presentes y pasados. Ni todos los policías son rocosos e insensibles, ni todas las bailarinas son frágiles y endebles. Tras la faz de cada uno se oculta una profundidad que la autora sabe trazar con acierto en cada uno de ellos.
Como parece ser habitual en sus textos, los seres que forman parte de su universo literario ofrecen una amplia gama de actitudes. Mientras que hallamos personajes planos que cumplen la función para la que han sido creados sin rechistar, los protagonistas se rebelan, van perdiendo sus aristas y se redondean a medida que avanzan los capítulos hasta adoptar actitudes que no esperábamos de ellos y que sorprenden al lector habituado a que los malos sean siempre malos y los buenos, buenos.
En Zed está muerto Arantxa Rufo logra lo que no todos los escritores noveles son capaces de hacer, superar con su segunda publicación a la primera. El miedo a decepcionar a su público suele atenazar la pluma de muchos autores; no obstante, a ella parece haberla motivado luchar contra las expectativas al crear una historia aun mejor que la anterior.
En una lectura profunda de la misma, se percibe una madurez narrativa en este nuevo texto y un trabajo más concienzudo al elaborar la trama y perfilar a unos personajes que el lector termina adorando u odiando. Si el escritor es capaz de que quien se adentra en sus páginas sienta como reales a uno seres que no son más que entes de ficción, es que ha sabido desarrollar bien su trabajo, y Rufo lo ha conseguido de una manera notable.
Al ser lectora compulsiva y catar todo tipo de obras, me atrevo a decir que Zed está muerto, pese a ser una novela autopublicada que carecerá de campañas publicitarias pomposas, supera a otras de su género que han sido presentadas al público por editoriales de renombre. Mucho me temo que en los últimos años se está priorizando la imagen pública del autor antes que la calidad de lo escrito, por lo que el mercado independiente está aumentando su valor para quienes sienten apego por la buena literatura.
El consuelo que nos queda, discreto lector, es que el tiempo colocará a cada cual en su sitio. O no. De momento, te invito a que disfrutes con esta novela de acción en la que el baile y la música se entremezclan con las balas y la sangre para distraernos de lo principal: ¿quién mató a Ekaterina?
Puedes encontrar la reseña original en el blog de Letras imposibles