¿Preparados para los carnavales?
Como sabréis, en Canarias, los carnavales son mucho más que una fiesta, son tradición, símbolo contra la represión y bien de interés cultural y turístico. Unos los aman, otros los odian y todos los hemos vivido desde la infancia. Y ya empiezan.
¿Y qué tiene esto que ver con Nueva York?, te preguntarás muy sabiamente. Pues que cada año, los carnavales en mi ciudad tiene una temática diferente y este año, la temática elegida es, precisamente, la ciudad de los rascacielos.
Y es que, qué demonios, cualquier excusa es buena para visitar la Gran Manzana, ya sea en persona o a través de las novelas negras ambientadas en Nueva York, todas esas que se han localizado en sus calles lineales, los callejones oscuros, las alcantarillas humeantes y las líneas verticales que se pierden en el cielo.
Una ciudad con fama de egoísta, en la que sus habitantes solo se preocupan de sí mismos y tienen demasiada prisa para fijarse en los demás, el vagabundo en la calle, los más bajos fondos y las más altas finanzas, el asesino de manos ensangrentadas o el cadáver sobre la acera.
Una ciudad insuperable para crear grandes historias de novela negra.
Así que, vamos allá…
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I’m leaving today I want to be a part of it New York, New York10 novelas negras ambientadas en Nueva York
La trilogía de Nueva York, de Paul Auster (1985, 1986, 1987)
Empieza Ciudad de cristal, con un escritor de novela policiaca que, por azar, se ve actuando como un detective por las calles de la ciudad de los rascacielos mientras se cuestiona quién es en realidad. En Fantasmas, se conforma un laberinto de búsquedas que Azul, el detective, deberá desentrañar. En La habitación cerrada, el protagonista recibe el encargo de buscar a un amigo de la infancia desaparecido que ha dejado una maleta llena de manuscritos inéditos que deseaba que fueran publicados, por razones un tanto confusas.
En las obras de Paul Auster, los acontecimientos se precipitan tras sucesos de una naturaleza, aparentemente, insignificante: lo pequeño marca la diferencia y el azar condiciona las decisiones. La investigación de lo otro se convierte en la búsqueda de uno mismo, en el afán de hallar una identidad propia y distintiva.
Un listado de novelas negras ambientadas en Nueva York no podía empezar de otra forma más que con Trilogía de Nueva York del gran Paul Auster, la obra que supuso su descubrimiento a nivel internacional y con el que se ganó el reconocimiento como uno de los mejores escritores de Estados Unidos.
El padrino, de Mario Puzo (1969)
El Padrino narra la historia de un hombre, Vito Corleone, el capo más respetado de Nueva York. Déspota benevolente, implacable con sus rivales, inteligente y fiel a los principios del honor y la amistad. Don Corleone dirige un emporio que abarca el fraude y la extorsión, los juegos de azar y el control de los sindicatos.
La vida y negocios de Don Corleone, así como los de su hijo y heredero Michael, conforman el eje de esta magistral obra.
Poco hay que decir sobre El Padrino y su relación con la ciudad de Nueva York. Aparte de la canción de Sinatra con la que comenzaba este listado, la banda sonora de la película es el tema que uno lleva en la cabeza mientras recorre sus calles, y por algo será.
El padrino es una de las mejores novelas de mafiosos de todos los tiempos y creó a toda una familia y a un Don que se quedaron para siempre en el imaginario colectivo. Con El padrino, la mafia dejaba de ser un ente abstracto de villanos de segunda para convertirse en toda una organización a modo de familia con el poder para dominar una ciudad como Nueva York
El hombre delgado, de Dashell Hammett (1934)
Redimido de su pasado de detective cínico, duro y violento por su matrimonio con una dama de la alta sociedad, Nick Charles se ve obligado a valerse de sus viejas mañas para enfrentarse a un crimen misterioso en el que confluyen varios sospechosos, indicios contradictorios y pistas falsas que conducen a un final sorprendente.
Esta historia, una de tantas novelas negras ambientadas en Navidad, se considera una de las cien mejores novelas de misterio de todos los tiempos, según la Mystery Writers of America, así que no podía faltar entre nuestras novelas negras ambientadas en Nueva York. Con un estilo directo y rápido, típico de Hammett, encontramos diálogos como disparos cargados, un ritmo frenético y grandes personajes que contribuyeron a hacer de la novela negra lo que es hoy.
Corrupción policial, de Don Winslow (2017)
Denny Malone es un condecorado sargento de policía y el auténtico líder de la Unidad Especial de Manhattan Norte. Él y sus hombres son los más listos, los más duros, los más rápidos, los más valientes y los más canallas. Día y noche, durante los dieciocho años que ha pasado en el cuerpo de policía, Malone ha combatido en primera línea de fuego por las calles de Nueva York, una ciudad en la que nadie está limpio, ni siquiera el propio Malone. Ahora que su corrupción está a punto de salir a la luz, deberá decidir de una vez por todas qué significa ser un buen policía.
Don Winslow es un maestro de las letras que conoce como nadie el mundo de los narcos, la mafia y la corrupción y, con Corrupción policial, escribió una novela negra ambientada en Nueva York impecable y de ritmo frenético, en la que la profundidad del protagonista y todo por lo que debe pasar nos impide cerrar el libro hasta la última página.
El alienista, de Caleb Carr (1994)
Nueva York, 1896. John Schuyler Moore, reportero de sucesos de The New York Times, recibe en plena madrugada la llamada de su antiguo compañero de Harvard, el famoso alienista (como se conocía entonces a los psicólogos) Laszlo Kreizler, quien le cita en el puente de Williamsburg, escenario de un horrible asesinato.
Theodore Roosevelt, jefe de policía de la ciudad, solicita la colaboración de ambos amigos para indagar el crimen, una atrevida iniciativa, pues el alienista es visto con desconfianza por una sociedad conservadora, que considera que un asesino nace y no se hace. A ellos se une Sara Howard, primera mujer que trabaja en la comisaría, y los hermanos Isaacson, pioneros en las nuevas técnicas de investigación.
Mientras que el grupo intenta trazar el perfil psicológico de un asesino del que lo ignora todo, este parece conocerlos perfectamente….
Entre las novelas negras ambientadas en Nueva York, El alienista nos lleva desde los callejones más oscuros hasta las mansiones más luminosas, entre los últimos fracasados y los grandes triunfadores de la ciudad a finales del siglo XIX.
American Psycho, de Brett Easton Ellis (1991)
El sofisticado, inteligente y vanidoso Patrick Bateman trabaja en Wall Street, idolatra al joven magnate Donald Trump, cena en los restaurantes de moda de Nueva York y es capaz de distinguir un traje Armani a cincuenta metros de distancia. También le gusta violar, torturar, asesinar y desmembrar.
Con lo mal que me lo hizo pasar este puñetero libro en su momento, no entiendo por qué me lo encuentro en todas las listas que hago para el blog ni por qué demonios le dediqué una de las odas a los asesinos literarios a su protagonista, Patrick Bateman. Será porque American psycho es una de las novelas de asesinos más icónicas de todos los tiempos, con un arquetipo de psicópata absolutamente aterrador.
El camino difícil, de Lee Child (2013)
Normalmente, nadie se fijaría en un Mercedes Benz aparcado en el centro de Nueva York. Nadie salvo un experto observador como Jack Reacher. En ese coche había un millón de dólares para pagar el rescate de un secuestro. Ahora el vehículo ha desaparecido y el hombre que ha pagado ese rescate necesita desesperadamente ayuda. Y cuando se trata de encontrar a alguien, Reacher es siempre la mejor opción.
En su deambular por todo lo largo y ancho de Estados Unidos, Jack Reacher, el protagonista de una de mis sagas favoritas, de la que he escrito varias reseñas (Morir en el intento, Trampa mortal, El enemigo), acaba en Nueva York con la misión de encontrar a una mujer secuestrada y al secuestrador que ha robado el dinero de su rescate) Una novela de la que también escribí la correspondiente reseña y que se vuelve más policial que las anteriores, más basada en la investigación y menos en los mamporros, aunque estos, en una novela de Reacher, nunca faltan.
El Jilguero, de Donna Tartt (2014)
Al empezar El jilguero vamos enfocando una habitación de hotel en Amsterdam. Theo Decker lleva más de una semana encerrado entre esas cuatro paredes, fumando sin parar, bebiendo vodka y masticando miedo. Es un hombre joven, pero su historia es larga y ni él sabe muy bien por qué ha llegado hasta aquí.
¿Cómo empezó todo? Con una explosión en el Metropolitan Museum hace unos diez años y la imagen de un jilguero de plumas doradas, un cuadro espléndido del siglo XVII que desapareció entre el polvo y los cascotes. Quien se lo llevó fue el mismo Theo, un chiquillo entonces, que de pronto se quedó huérfano de madre y se dedicó a desgastar su vida: las drogas lo arañaron, la indiferencia del padre lo cegó y sus amistades le condujeron a la delincuencia. Su historia tuvo la ocasión de llegar a su final, en el desierto de Nevada, pero no. Al cabo de un tiempo, otra vez las calles de Manhattan, una pequeña tienda de anticuario y un bulto sospechoso que va pasando de mano en mano hasta llegar a Holanda.
Cuando me preguntan por los premios literarios, suelo decir que el que nunca me ha decepcionado es el Pullitzer, y con El jilguero mantuvo la costumbre de dejarme fascinada tras la lectura. Tanto que le escribí una reseña en el que la recomendaba a todo el mundo.
El jilguero es magnífica por sus protagonistas y la relación que se establece entre ellos a lo largo de los años, por el pasado y el presente que narra, por las peripecias de ese cuadro robado, eje de la historia y, sobre todo, por la esquisitez con la que está escrita. Además es una preciosa novela negra ambientada en Nueva York, ideal para recorrer sus calles y barrios. La sigo recomendando mucho.
Huérfanos de Brooklyn de Jonathan Lethem (1999)
«Tengo el síndrome de Tourette». Las palabras salen atropellándose, incontrolables, y las manos no pueden evitar tocar impulsiva y compulsivamente todo lo que tengan cerca. Es el sino de Lionel Essrog, criado en un orfanato y que, junto con sus tres amigos de la infancia, trabaja para un mafiosillo local, Frank Minna, en una agencia ilegal de detectives.
El asesinato de Frank le obligará a sumergirse en la trama, compleja y llena de sombras, de relaciones, amenazas y favores que conforman el Brooklyn que él creía conocer tan bien y donde nadie es lo que parece.
Huérfanos de Brooklyn bebe de la tradición clásica de novelas de detectives y le da la vuelta con un protagonista inesperado, diferente a todo lo que has leído antes.
Todo lo que muere, de John Connolly (1999)
Una noche, Charlie «Bird» Parker, inspector del Departamento de Policía de Nueva York, discute por enésima vez con su mujer y sale a tomar unas copas; cuando vuelve a casa, se encuentra a su mujer y a su hija de tres años salvajemente asesinadas. Entre los sospechosos figura el propio Parker, pero el crimen no podrá resolverse. Incapaz de superar los sentimientos de culpabilidad y expulsado del cuerpo de policía, Parker se convierte en un hombre atormentado, violento y deseoso de venganza. Cuando su ex jefe le pide ayuda para resolver el caso de una joven desaparecida, Parker acepta y se embarca en una investigación que le llevará hasta el sur de Estados Unidos, donde se las verá con el crimen organizado, con una extraña anciana que dice oír voces de ultratumba y con el «Viajero», un despiadado asesino en serie.
Si hay una manera de comenzar una saga y asegurarte de que los lectores se van a enganchar a ella como yonquis, es como lo hizo Connolly con este Todo lo que muere. Esta historia se nos presenta a saltos, de una forma que te va atrapando sin darte cuenta, con unos personajes magníficos a los que ya esperas ver en cada nueva entrega y todo un trasfondo oscuro y terrorífico que le da su toque personal. Por supuesto, con ella me enganché a la saga de Charlie Parker. ¿Y quién no?
Evidentemente hay muchas, muchas más novelas negras ambientadas en Nueva York, y seguro que se te ocurre alguna que recomendarías. ¡Adelante!
Y mientras tanto…
¡Felices carnavales!
❤
2 Comentarios
Excelentes recomendaciones Arantxa. Precisamente acabo de terminar en el Kindle lo último que estaba leyendo (siempre “llevo en danza” una novela en papel y otra en electrónico, al menos) y después de leer el post me apetecería comenzar con alguna de ellas. Salvo “El Padrino”, que ya la he leído, ¿me recomendarías una de ellas, entre las diez que nos mostrabas?
Saludos!!
Muchas gracias, Antonio.
Me lo pones difícil para elegir una de estas. Yo te recomendaría “El Jilguero” (tienes una reseña publicada en este mismo blog, por si quieres consultarla), es ganadora de un Pullitzer y a mí me fascinó.
También te recomiendo “El hombre delgado”, si te gustan los comienzos del género negro, y “Corrupción policial”, porque Winslow es un maestro.
Espero haberte ayudado algo, y si lees alguna de estas, u otra, no dejes de contarme qué te parecen.
Un abrazo y gracias por pasar por leer 😉