Adiós, 2019. Otro año que se va. En fin, no voy a entrar en discusiones filosóficas sobre todo eso de aprovechar el momento y bla, bla, bla, porque no es lo mío. Lo mío son los libros y para eso estás aquí, supongo yo.
Un año más, como en el 2018 y el 2017, quiero hacer un repaso a las lecturas anuales, con las mejores novelas y las peores, los mejores personajes, historias, giros…
20 preguntas. Sinceridad absoluta. ¿Te atreves?
Desafío de lecturas de 2019:
Lecturas y emociones
Un libro que te haya hecho feliz: Este año, esta categoría me resulta más difícil que en otras ocasiones. Después de mucho pensarlo, me decanto por Leviathan, de Scott Westerfeld, y me disculpas si lo hago por un motivo completamente personal y subjetivo. No es que sea una historia especialmente feliz ni alegre, casi al contrario, pero al leer esta novela de aventuras juvenil me sentí como en mis años de adolescencia, con aquellas historias fantásticas que me acompañaron tantos años de aventuras.
Un libro que te haya hecho puesto triste: Feliz final, de Isaac Rosa. Una historia de amor que termina, revisionada marcha atrás sin dar pie a compasión ni esperanzas. Dura. Triste. Real.
Un libro que te hiciera reír: La mandolina del Capitán Corelli, de Louis de Bernières. Si viste mi diario de lecturas otoño, te sorprenderá que diga esto cuando, al referirme a esta novela, dije que había llorado a mares. Es así, lo hice. Pero si algo destaca en esta novela es que te lleva de extremo a extremo en los sentimientos, y los personajes, encantadores y caricaturizados sin llegar al cliché, me hicieron reír en más de una ocasión.
Un libro que te hiciera llorar: Ay, qué llantina me pegué. Sí, lo admito abiertamente. Lloré con La mandolina del capitán Corelli como hacía tiempo que no lloraba. Y como comentaba antes, no soy ajena a la ironía de incluir el mismo libro en la categoría de “libro que me hizo llorar” y “libro que me hizo reír”. Como dijo Bukowski, “Tengo mi locura”.
Un libro que creíste que no te gustaría, pero te encantó: Tiempo extraño, de Joe Hill. No puedo decir que dudara de su calidad, pues el hijo de san King bendito es un escritor fantástico y sus obras me han enamorado en más de una ocasión, pero Tiempo extraño es una recopilación de relatos, y los que me conocéis sabéis que no soy gran aficionada a los relatos cortos. Sin embargo, aunque hubo alguno que me gustó menos que los demás, puedo concluir que el libro, en sí mismo, me encantó.
Un libro que odiaste: Niceville, de Carsten Stroud. Menudo horror. Personajes planos, metáforas cliché, descripciones saturadas de adjetivos y un final sin sentido. Para olvidar.
Un libro que odiaste y amaste al mismo tiempo: Creo que puedo decir que odié Manhattan Transfer, de John DosPassos, porque es lento y parece que apenas sucede nada y vas dando tumbos de un personaje a otro durante toda la novela, y, al mismo tiempo, la amé, porque cada una de las historias que te cuenta es fascinante y porque te lleva por Nueva York con un nivel de detalle que podría pasearme por esas calles con los ojos cerrados.
Un libro que te decepcionara: He sufrido varias decepciones literarias este año, si te soy sincera. Autores que leía por primera vez y de los que esperaba muchísimo y que, por desgracia, no estuvieron a la altura de esas expectativas. Sin embargo, por venir de un autor que ya conocía, quizá la mayor decepción fue Hambre asesina, de Frank Schätzing. Tenía todas mis esperanzas en esta novela negra, escrita por un autor de ciencia ficción que me encanta. Cometí el error de pensar que si escribía Ci-Fi tan bien, no podía hacerlo mal con el género policíaco. Me equivoqué. Un horror. Todo mal. Una investigación sin sentido, policías que actúan como aficionados y, lo peor, una manera de narrar espantosa.
Lecturas y personajes
Tu personaje masculino del año: Jon Gutiérrez. Por partida doble, además. Toma ya. El policía homosexual y grande, que no gordo, de las novelas Reina Roja y Loba Negra, de Juan Gómez-Jurado, me enamoró a principios de año y me volvió a conquistar al final. Personaje achuchable hasta quedarte sin brazos, y que, además, tiene un lado duro que ya lo quisieran otros.
Reseña de Reina Roja y de Loba Negra.
Tu personaje femenino del año: Celia Andrade. La otra vida de Ned Blackbird, de Alexis Ravelo. Es curioso, porque apenas conocemos a esta mujer más que lo que leemos en las cartas que intercambia con otra persona, y sin embargo vemos en sus letras a un personaje increíble, fuerte, independiente y sin ganas de tonterías. Capaz de resistir la presión social de su época y su propia presión por sacrificar quién es a cambio de lo que le dicen que debe ser. Maravillosa.
Valoración general de lecturas
Mi saga favorita del año: Lo más fácil sería nombrar aquí las sagas de Juan Gómez-Jurado y César Pérez Gellida, porque ¡Madre mía, qué novelacas se han marcado los dos! Sin embargo, voy a decantarme por la saga de Quirke, cuya última novela comenté aquí. La anterior entrega me había decepcionado mucho, y Las sombras de Quirke fue una magnífica compensación. Solo espero que Benjamin Black no abandone aún al personaje, que todavía le queda guerra que dar.
El libro más sobrevalorado: El beso de Tosca, de Vicente Garrido y Nieves Abarca. No me dijo nada. Un millón de alusiones sexuales, personajes planos y predecibles, un villano sin gracia… Escrito por dos autores con innegable calidad y trayectoria de los que esperaba muchísimo más.
El libro que querías leer este año, pero todavía no has leído: Qué horror. Voy a mantener la contestación del año pasado, pues aún no he leído el que quería leer entonces. Matadme.
Un millón de gotas, de Víctor del Árbol. Por decir algo, porque en realidad hay un millón de novelas que quiero leer y no he podido, muchas de las novedades que tengo pendientes, el de Víctor del Árbol, el de Mikel Santiago, tantos, tantos…
El final o giro más inesperado: El pantano de las mariposas, de Federico Axat. Lo leí hace unos días y todavía estoy con la boca abierta. La novela, en sí misma, es magnífica y se la recomiendo a todo el mundo, la historia de tres amigos preadolescentes y su amistad a lo largo de un verano lleno de misterios por resolver, pero es que ese giro… ¡Ese giro! No me puedo imaginar lo que tuvo que costarle al autor llevarlo a cabo sin que se viera venir. De ovación.
El libro más antiguo que leíste este año: Vathek y sus episodios, de William Beckford, una novela publicada en 1786, y considerada una obra maestro del terror. Lo único que me gustó de ella fue el reflejo de toda una mitología musulmana que yo desconocía hasta ese momento, pero, por lo demás, nada, no me gustó nada. Una lástima.
El libro más largo: Los esclavos perdidos, de José Rodríguez-Trillo. Una novela autoeditada de 600 páginas que me fascinó con su reflejo de la clásica lucha entre el bien y un mal, pero mal mal.
El libro más corto: Los niños de la lata de tomate, de Cecilia Domínguez. Una historia sobre la infancia y la vida en África que podría haber sido bellísima si la autora no se hubiera esforzado tanto por ignorar las dificultades de dicha vida. ¿Todo es maravilloso? No me lo trago. Mi comentario, aquí
Tu cita literaria favorita del año:
El mundo está repleto de personajes siniestros (aunque para los demás tal vez yo sea uno de ellos)
1Q84 (Libro 3), de Haruki Murakami. Sobre las apariencias, las vidas que no son como aparentan ni como creen sus propios protagonistas.
El mejor título: Feliz final, de Isaac Rosa. Esta novela, que narra la ruptura de una pareja marcha atrás, es decir, en forma de recuerdos y reflexiones desde el final hasta que se conocieron, ha elegido un título que juega a lo mismo, darle la vuelta a una frase tópica para encajarla a la perfección en la trama.
TOP 5. Lo mejor del 2019:
El mejor libro que leíste este año: En mi Top 5 de lecturas de 2019 van 3 autores españoles, Alexis Ravelo, Juan Gómez-Jurado y César Pérez Gellida, lo cual me hace enormemente feliz. También va san King bendito, lo cual no extrañará a nadie, y un autor al que desconocía hasta ahora y cuya novela me llegó al alma.
La mandolina del capitán Corelli: En plena Segunda Guerra Mundial, en una isla griega invadida por los alemanes se desarrollará una inolvidable historia de amor entre una lugarela y un oficial italiano. Una pequeña historia de amor que encarna todas las historias de amor del mundo…
Mucho más que una historia de amor, una novela histórica sobre la amistad, la resiliencia, la lucha, la familia…
La otra vida de Ned Blackbird: En La otra vida de Ned Blackbird, Alexis Ravelo juega con los límites de la realidad, poniendo la intriga novelesca al servicio de un doble objetivo: la amenidad y la inquietud.
Un profesor de filosofía acepta un puesto en la Universidad de Los Álamos sin saber que de esta manera está abriendo una puerta al infierno. Tras alquilar un viejo apartamento, el profesor comienza a seguir el rastro de la anterior inquilina, escarbando en una historia de amores imposibles y tribulaciones creativas que pondrán a prueba su cordura. Además, a medida que va adentrándose en la intimidad de la maestra, se verá obligado a enfrentarse a una serie de hechos extraordinarios que le atañen personalmente y le obligan a cuestionarse su propia identidad.
En un homenaje a ritmos y atmósferas expresionistas, La otra vida de Ned Blackbird conjuga lo fantástico, lo metaliterario y lo intimista, en un juego de espejos que indaga en algunos de los temas clásicos de la literatura: la memoria, la creación artística, el amor, el erotismo o el poder de la palabra.
Reina roja: NO HAS CONOCIDO A NADIE COMO ELLA
Antonia Scott es especial. Muy especial.
No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes.
Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.
Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso.
Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla.
Y eso le gusta aún menos.
NO HAS LEÍDO NUNCA UN THRILLER COMO ESTE
El instituto: En mitad de la noche en un barrio tranquilo de Minneapolis raptan a Luke Ellis, de doce años, tras haber asesinado a sus padres. Una operación que dura menos de dos minutos. Luke se despierta en la siniestra institución conocida como El Instituto, en un cuarto que se asemeja al suyo pero sin ventanas. En habitaciones parecidas hay más niños: Kalisha, Nick, George, Iris y Avery Dixon, entre otros, que comparten capacidades especiales como telequinesia o la telepatía. Todos ellos se alojan en la Mitad Delantera de la institución. Los mayores, en cambio, se encuentran en la Mitad Trasera. Como dice Kalisha: “El que entra no sale”.
La señora Sigsby, la directora, y el resto del personal se dedican a aprovecharse sin compasión del talento paranormal de los chicos. Si te portas bien te premian. Si no, el castigo es brutal. Luke se da cuenta de que las víctimas van desapareciendo y son trasladadas a la Mitad Trasera, así que se obsesiona con escapar y pedir ayuda. Pero nunca nadie ha escapado de El Instituto…
Todo lo peor: Sigue la Guerra fría, sigue en pie el muro que divide Alemania en dos partes. Todo lo peor sucederá en estas circunstancias.
Un asesino comienza a matar. Sus víctimas son homosexuales y sus crímenes parecen tener un componente religioso. Uno de los muertos resulta ser un alto cargo de la Stasi cuya importante misión era cuidar de que no se supiera que algunas personas de la Stasi trabajan además para la RDA. A Vicktor Labrov le encargan la resolución del tema, eso sí, sin demasiado revuelo.
Como Otto Bauer es homosexual y está sumergido en el mundo gay de la RDA, esos bajos instintos que solo podían permitirse en ese lado del muro, Vicktor le pide su ayuda para resolver el caso.
Pues esto es todo, amigos, que diría el dibujo animado. Así ha sido mi 2019 lector. 65 novelas leídas en las que ha habido de todo, enormes descubrimientos y catastróficas decepciones, pero, siempre, historias y aventuras que se quedarán dentro de mí hasta el final de los días. Amigos, amores, enemigos y compañeros de fatigas. Para siempre.
Felices lecturas, y hasta pronto