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Reseña de Shibumi, de Trevanian

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Shibumi

Una novela de espías perfecta alrededor de la vida de un complejo asesino. La novela de culto sobre espías. Nacido en la China de la Primera Guerra Mundial, de madre rusa y padre alemán, y protegido de un maestro go japonés a quien debe su formación, Nicholai Hel sobrevive a la destrucción de Hiroshima para convertirse en un hábil amante y reputado asesino. Su gran meta es alcanzar un estado de perfección llamado shibumi. Ahora, retirado en las montañas del País Vasco, Hel se ve obligado a regresar a la vida que creyó dejar atrás y a enfrentarse a su más siniestro y corrupto enemigo: una intriga de espionaje empeñada en destruirlo…

Lo bueno

  • El personaje principal y algún secundario
  • La alternancia entre capítulos para hablar del presente y el pasado

Lo malo

  • El parón a media novela para hablar de espeleología
  • La asignación de buenos a determinados grupos que…
  • Las hazañas sexuales del protagonista. Cansino

Seamos claros: tengo un listado de lecturas pendientes que llegaría de aquí a Nueva York en un papel infinito de esos de impresora de los ochenta. Si quieres comprobarlo, puedes consultar mi página de Goodreads. Te aseguro que son todos los que están, pero no están todos los que son, así que puedes hacerte una idea.

El caso es que, con un listado así, si quiero mantener la cordura y una ligera coherencia de lecturas he de ser muy respetuosa con el orden que yo misma he asignado a cada elemento. De otra manera puedo acabar leyendo demasiados libros de un mismo género o autor seguidos y al final cogerle manía. Me ha pasado. Nunca más.

Así que este orden, como digo, tiene una razón de ser y me ciño fielmente a él, pero, a veces, hay que ser flexible.

reseña shibumi - arantxarufo.com
No me refiero a esto, que también

La novela que me tocaba leer en esta ocasión era Satori, de Don Winslow, y era esta una novela a la que tenía muchísimas ganas, pues para mí Don Winslow es garantía de calidad y de lectura apasionante, peeeeero…. resulta que Satori es una novela escrita a partir de una historia de otro autor publicada en los años setenta. No es una secuela, ni una precuela, sino lo que llamaríamos un spin-off, el desarrollo de una historia que se menciona en esta primera obra, una parte del pasado de su protagonista.

¿Y qué iba a hacer? Me dijeron que podía leerse Satori sin haber leído Shibumi, pero yo preferí respetar el orden original de publicación y así conocer en qué se había basado Don Winslow cuando escribió su versión. No sé si tomé o no la decisión correcta, supongo que ya nunca lo sabré, pero hay una cosa que sí tengo clara: Shibumi es una maravilla y me alegro de todo corazón de haberla leído.

La coincidencia es el arma más importante del destino

¿Te cuento?

El autor: Trevanian

trevanian - Reseña de Shibumi - arantxarufo.com

Tras este nombre tan curioso, Trevanian, se esconde el escritor Rodney William Whitaker, un autor estadounidense especializado en novelas de espías que también utilizó el seudónimo de Nicholas Seare. No sé qué tendría en contra de su propio nombre, pero durante gran parte de su carrera se mantuvo oculto tras estos seudónimos sin revelar su verdadera identidad.

Whitaker-Seare-Trevanian nació en Nueva York en 1931 y falleció en Inglaterra en el 2005, participó en la guerra de Corea y vivió en Texas y en el País Vasco Francés, lugar en el que se desarrolla gran parte de la novela Shibumi.

Pese a que sus obras son grandes éxitos de ventas, es un autor poco conocido en España, y de hecho la mayoría de sus novelas ni siquiera han sido traducidas al castellano, lo cual es una lástima pues Shibumi es de esas novelas que dan ganas de engancharse a su autor.

La trama

Para explicar la trama de la novela Shibumi debo dividirla en dos partes claramente diferenciadas. La primera pone en antecedentes y presenta a los personajes, la segunda desarrolla la acción para la que nos han ido preparando. Vamos a ver.

La historia se desarrolla en los años 70, y comienza en los Estados Unidos, donde la Organización Madre es una especie de supervillano de película de James Bond, una entidad formada por grandes multinacionales y los mayores productores de petroleo, que se saltan a la torera legislaciones y gobiernos para manejar el mundo a su antojo. La CIA no es más que una colaboradora de esta organización, y a ella debe rendir cuentas cuando sus acciones salen mal. Como es el caso.

Al comienzo de Shibumi, la temible Organización Madre, la CIA y el gobierno palestino interceptan en el aeropuerto de Roma a un reducido grupo de judíos que pretendían llegar a Londres para llevar a cabo su venganza sobre los palestinos culpables de los asesinatos de Múnich.

La operación es un desastre, mueren nueve civiles y aunque casi todos los vengadores israelíes también son abatidos, una de ellos, una mujer, logra escapar. La situación empeora cuando la Organización Madre descubre que esta mujer pretende reunirse con Nicholai Hel, el asesino más temible de todos los tiempos, que vive retirado en un palacio del País Vasco Francés, sí, pero que regresará pues esta mujer es sobrina de un hombre al que le une una vieja amistad.

Hay algo en tu tono de voz que me inquieta. No duda enteramente, sino cierto fatalismo peligroso. ¿Has decidido fracasar?

Aquí empieza lo bueno.

Durante la primera mitad de Shibumi, Mr. Diamond, gran director de la Organización Madre, se dedica a poner en antecedentes a los inútiles de la CIA y al no menos inútil delegado paquistaní, causantes ambos de este embrollo, de todo lo que sabe sobre Nicholai Hel, y mientras él se lo cuenta, el autor nos muestra esos primeros años de Nicholai, su infancia en el Tokyo de los años treinta, su adolescencia como estudiante del Go, un místico juego de mesa japonés, y su supervivencia a la segunda guerra mundial para acabar siendo apresado y torturado por el gobierno americano en todo el desastre político y social que siguió a esta época.

Es aquí cuando Hel se convierte en el temible asesino que es hoy y al que, por fin, conocemos de primera mano al comenzar la segunda parte del libro.

Inciso, esta segunda parte arranca con uno de los dos únicos elementos que no me gustaron en Shibumi.  Para mostrarnos al Hel del presente, su forma de ser y de actuar, sus aficiones y a su mejor amigo, Beñat, Trevanian nos sumerge, literalmente, en una cueva subterránea del País Vasco Francés, y ahí nos deja durante lo que parece una eternidad. Quizá si el lector es aficionado a la espeleología, este parón en la historia le resultará fascinante, pero no es mi caso y se me hizo larguiiiiiiiiiiiiiísimo.

Por suerte, cuando regresan a la superficie, la acción retoma su ritmo habitual, cada vez más implacable, y ya no se detiene hasta el final. El enfrentamiento definitivo, la venganza, el castigo…

Hel se encontraba muy feliz y tranquilo en su reposo vasco, con su pareja, sus costumbres y sus amigos, pero la llegada de esta mujer israelí le ofrece la oportunidad de llevar a cabo una justicia personal que llevaba muchos años relegada a una situación de espera indefinida.

No caigas en el error del artesano que fanfarronea de veinte años de experiencia en su oficio cuando, de hecho, únicamente posee un año de experiencia: veinte veces.

Hay un detalle que quiero poner de relevancia respecto a esta novela. Antes he comentado que hubo dos elementos que no me gustaron. Uno fue el capítulo eterno dedicado a la espeleología. El otro es la asignación de los papeles de buenos y malos. No podemos olvidar que Shibumi se escribió en los años setenta, y desde entonces ha pasado mucho y la historia ha puesto a cada uno en su lugar, por decirlo de alguna manera. Sé que en aquella época la situación sociopolítica era diferente, pero Trevanian, en determinados momentos, asigna el papel de héroes por la libertad y revolucionarios del pueblo a determinados grupos étnico-religioso-políticos que hoy, cuarenta años después, no solo chirrían sino que, personalmente, me revuelven un poquito el estómago. Es cuestión de ponerse en perspectiva, de recordar cómo eran las cosas entonces, pero el efecto es casi lo peor de Shibumi

Los personajes

Los personajes de Shibumi no son pocos, aunque si los dividimos según su afinidad con el protagonista podemos encontrar tres tipos muy definidos. Este puede ser uno de los puntos débiles de la novela. Si bien Nicholas Hel es un personaje genial, en cuanto a su profundidad y su definición, el resto de secundarios no lo son tanto. Cada uno de los personajes dentro de esos tipos a los que me he referido antes son muy similares entre sí hasta el punto de llegar a confundir al lector, solo parecen estar para mayor gloria de Hel y no pintan gran cosa ni en sus decisiones ni en su evolución. Alguno, incluso, podría decirse que sobra por completo, la novia de Nicholai, por ejemplo; la joven judía que reclama su ayuda y solo sirve para eso; algunos de los americanos…

Por supuesto, el primero es el protagonista:

  • Nicholas Hel: El protagonista indiscutible aun cuando no está presente, al principio de Shibumi, cuando solo sabemos de él lo que otros nos cuentan, incluso cuando vamos conociendo su vida en flashbacks que retratan su pasado. Nicholas Hel es de los mejores personajes que he encontrado y eso que, admitámoslo, es un capullo. Hel es más listo que los demás, y lo sabe; tiene habilidades que nadie más posee, y lo sabe; es mejor que nadie en la cama, y lo sabe (insisten tanto en esto que resulta muy cansino). ¿Cómo no ser un capullo? Es engreído, prepotente, y mira al resto de la humanidad con lástima condescendiente. Por otro lado, todas las traiciones y golpes que ha sufrido le han enseñado a apreciar a aquellas personas con las que puede contar pase lo que pase, y esto lo hace leal a sus amigos por encima de todo, incluso de su propia vida.

—Actúo sin su permiso, señor. He decidido llevar a cabo una desobediencia de amor. Ni tan siquiera pido su perdón.

El primer grupo de secundarios corresponde a Los enemigos de Hel. (¿Esto suena un poco señor de los anillos, o es cosa mía?)

  • Los hombres de Washington son cuatro: Mr. Diamond, delegado de la Organización Madre; Mr. Able, delegado de la OPEP; Mr. Starr, agente de campo de la CIA; y Mr. Haman, enviado del gobierno palestino para participar en la operación contra los israelíes que pretenden vengar la masacre de Múnich. Estos hombres se odian y desprecian entre sí, quizá porque son iguales. Cada uno de ellos quiere creer que controla la situación, que sabe más que los demás y que son los otros los que han tenido la culpa de los errores cometidos en la operación. De igual modo, todos se empeñan en dejar clara la jerarquía y utilizar su posición para despreciar al de abajo sin querer admitir que hay alguien por encima. Siempre hay alguien por encima.

El siguiente grupo es más reducido y se compone por La familia de Hel. Nicholai es hijo de una aristócrata rusa y un soldado alemán al que no llegó a conocer, pues su madre lo mandó de vuelta a casa sin ningún interés en su participación como padre de familia. Así que el niño crece solo con su madre y los numerosos amantes de los que esta se rodea para afianzar su posición en la sociedad. Todo va bien hasta que los ingleses son expulsados del país y comienza la guerra con China. Es a partir de este momento cuando Hel encuentra a una familia de verdad.

  • El general Kishikawa: Este general del ejército japonés ocupa la casa del pequeño Nicholai cuando los ingleses son expulsados del país en los años treinta. Poco a poco se crea una relación sentimental con la madre de Hel y, tras la muerte de esta, pasa a convertirse en padre del chico y único protector. Entre el general y él se establece una relación de amistad y profunda lealtad en la que le inculca los valores de la filosofía oriental que acompañarán a Hel toda su vida: el honor, la fidelidad, la lealtad y el shibumi. ¿Quieres saber qué es eso? Pues lee la novela, que vale la pena.
  • Otake-San: Cuando el general Kishikawa es enviado a combatir en la segunda guerra mundial, envía al pequeño Nicholai al hogar de un viejo amigo, el señor Otake, un anciano maestro del juego Go que enseña a Hel a dominar esta diciplina. Un juego que, como todo en el viejo oriente, es un acercamiento filosófico a la vida. Otake-San toma el relevo del general Kishikawa en las enseñanzas místicas del pequeño Hel, ya adolescente, y ocupa el papel de padre que aquel se ha visto a abandonar.

Muchos japoneses parecían no darse cuenta de que la propaganda del vencedor se convierte en la historia del vencido.

Y acabamos con el último grupo: Los amigos de Hel. En la actualidad, Nicholai Hel se ha retirado del mundo del crimen, y vive en un castillo del País Vasco Francés, en un pueblo cercano a Pau. Allí se ha rodeado de algunos amigos de los que destacan dos:

  • Hana:  Criada como una prostituta de alto nivel, esta mujer mitad oriental, mitad africana, se define a sí misma como la concubina de Nicholai, y es justo lo que es, aunque su relación va más lejos de las relaciones sexuales que ambos viven como un juego de estímulos entre expertos del tema. Es uno de esos personajes que sobra, solo sirve para reflejar lo bueno que es Hel en la cama, vale, fantástico, pero si la eliminamos de la novela no se notaría en absoluto.
  • Reseña Shibumi - arantxarufo.comBeñat Le Cagot: Un personaje complejo, el mejor amigo de Nicholai Hel es un grandullón entrañable, divertido, sarcástico, irónico, con muy mala leche y una absoluta lealtad hacia su compañero de espeleología. Pero también es miembro en activo de ETA. ¿Qué más puedo decir?

En resumen: Shibumi

En Shibumi te vas a encontrar una novela políticamente incorrecta en cuanto a sus opiniones sociales, políticas y eróticas,  que no deja títere con cabeza y a la que los años han herido en su exposición de buenos y malos.

Una historia que puede recordar a las novelas de espías de James Bond, pero que aventaja a estas en su profundidad filosófica, las lecciones orientales sobre la vida, la muerte y la lealtad. El ritmo es inestable, de repente va a toda velocidad y de repente se para en seco para observar las flores o un movimiento de Go que refleja algo tan profundo que solo un experto es capaz de ver.

Pero su personaje principal es de esos que no se olvidan y la trama te arrastra sin que pierdas el interés ni por un segundo.

En resumen, una maravilla de lectura que recomiendo a todo el mundo.

Recuerda que puedes comprarlo en librerías o en Amazon

shibumi - trevanian - arantxarufo.comUn abrazo, y felices lecturas.

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