El nuevo año acaba de comenzar, como quien dice, y con él llegan todos esos propósitos habituales que nadie cumple: dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender un nuevo idioma…
En el caso de los lectores, parece que hay un propósito que nunca puede faltar.
Y yo pregunto:
¿Ya te has apuntado a algún reto de lectura? ¿Tienes algún propósito literario en cuanto a la cantidad de libros que leerás este año? ¿20? ¿50? ¿200?
Si la respuesta es no, debes de ser de los pocos que han resistido la avalancha de propósitos y retos que sugieren los blogs o webs como Goodreads
Si la respuesta es sí, ¿por qué?
Los propósitos de lectura.
Yo leo mucho, o eso creo. En 2021 leí 82 libros, según Goodreads, y puedes ver qué me parecieron en mi reto lector anual y TOP 5 del 2021. Creo que 82 novelas en un año está más que bien, aunque seguro que hay quien lee más y quien lee menos. Mi duda es ¿qué importa? ¿Desde cuando la lectura es una competición, aunque sea contra uno mismo?
Los que suelen apuntarse a estos retos afirman que es una manera de obligarse a sí mismo a leer más, y yo creo que ya empezamos mal, si consideramos la lectura como una “obligación”. Leer debería ser un disfrute, algo que estés deseando sentarte a hacer.
Con la cantidad de cosas que ya hacemos en esta vida por obligación, ¿de verdad necesitamos una más?
Sí, ya, la lectura es buena para el cerebro y todo el mundo dice que tienes que leer, pero también dicen que hay que comer brócoli y yo paso. La lectura, con sus innegables beneficios, es una afición. Y no considero una buena idea que una afición pase a convertirse en algo que se hace a la fuerza.
Entiendo los retos que sirven para conocer tipos de literatura que no te resultan familiares, obligarte a leer un libro de un género que no conoces o de un tipo de autor que no sueles seguir (por género, edad, procedencia, raza…) o libros de una cultura totalmente ajena a la tuya. Eso me parece maravilloso, pues seguro que te ayuda a descubrir obras maestras que te estabas perdiendo. Pero, “leer más”, pero ¿qué significa “leer más”? ¿Más que qué? ¿Más que quién? ¿Para qué demonios necesitas leer 300 novelas en un año? ¿Cuál es el beneficio de leer 10 novelas más que el año pasado si no las disfrutas ni la mitad porque solo estás pensando en acabar una para pasar a la siguiente?
Ojo, yo soy de esas personas que me pongo a temblar cuando veo mi lista de lecturas pendientes y las novedades que siguen saliendo cada año y las que me recomiendan mis gurús de confianza y temo (sé) que moriré antes de leerlas todas. Sí, empiezo una y parte de mi cabecita ya está pensando en la que vendrá después. Pero, ¿para qué? Cuando leo una novela quiero sentarme a disfrutarla y que dure lo que tenga que durar. Y si es especialmente buena, por mí, que dure para siempre.
Adiós al luto lector
Es así, cuando termino un libro, suelo dejar al menos un día antes de empezar uno nuevo; es una manera de despedirme de la historia y los personajes que me acompañaron a lo largo de sus páginas. Hay ocasiones en que la novela ha pasado entre mis manos sin pena ni gloria y no necesito ese tiempo de luto, como hay ocasiones en que la resaca me dura días (Hola, Víctor del Árbol 🙋♀️🙋♀️).
Como cuando pierdes a un ser querido, necesitas un tiempo antes de abrirte a alguien nuevo, ¿no? Y aunque no estoy comparando, menuda barbaridad, sí necesito también un tiempo para despedirme de una historia antes de volcarme en la nueva como merece.
Y la velocidad…
Ejercicios para leer más rápido. ¿Para qué? ¿Hasta en algo que disfrutamos tenemos que pisar el acelerador? Asco de vida.
Que conste que respeto muchísimo a los que leen así o a los que se proponen estos retos a modo personal o en grupo o como sea. Faltaría más. Cada uno que lea como le da la gana.
Sin embargo, me surge otra duda. El ser humano es competitivo por naturaleza y es tramposo. Y me apuesto un dedo (el meñique del pie izquierdo, concretamente) a que esa obsesión de leer más y acabar cuanto antes una novela para ponerse con la siguiente les lleva a hacer trampas. Apuesto a que se saltan los párrafos que, en su opinión, no aportan nada a la trama o incluso llegan a obviar el epílogo porque, total, la historia ya ha terminado.
Rápido, rápido, rápido, más, más, más.
¿Pa’qué?
¿Qué hay de ti?
¿Tú sueles apuntarte a estos propósitos? Me encantaría que me explicaras los puntos positivos que le encuentras, pues estoy convencida de que los hay. No en vano sois millones de lectores los que lo hacéis y a lo mejor me estoy perdiendo algo que es la bomba. O no. La mía es una opinión personal, así que cuéntame la tuya.
9 Comentarios
En mi caso, tengo un reto autoimpuesto por dos razones:
a) Porque es la única manera de crear un hábito de lectura.
b) Porque es necesario para mi, para mi formación como lector, escribiente e inventor de historias.
Leer no es una obligación, y el reto, aún siendo un mecanismo competitivo que busca imponer un tipo de obligación al que se compromete, no lo vivo como tal, lo veo más como una herramienta para incentivarme.
Lo que me he propuesto, igual que el año pasado, es conseguir leer 30 novelas en 12 meses y a poder ser, de las que ya tengo compradas en vez de ser las compradas en este año. El año pasado leí 10, tres no estaban en la lista.
El truco para mi, que ya lo he avanzado antes, tomarlo como una herramienta más que como una obligación.
Saludos,
Hola, Sergio.
Muchas gracias por tu comentario. Está claro que los dos motivos por los que te has impuesto el reto son perfectamente lógicos, y en tu caso el reto puede ser muy útil, sobre todo si te funciona, y veo que sí. De modo que, a seguir adelante y suerte con tus 30 lecturas.
Un abrazo.
Yo me he propuesto leer 50 libros en el año y ha sido por Goodreads. Hasta ahora nunca se me habia ocurrido hacerlo.
La razón es porque tengo muchos sin leer, aunque como a ti, me pasa que no puedo evitar siempre a la caza de nuevas emociones.
Lo que no me apetece son los retos de géneros o españoles o clásicos… cosas de ese estilo. Yo leo por gusto, asi que solo leo lo que me apetece y punto.
Por cierto deberías darle otra oportunidad al brócoli 😉
Besos
Idoia
Hola, Idoia.
Gracias por tu comentario.
“Leo lo que me apetece”, como dices, debe ser al final la clave de todo. Espero que alcances tus 50 lecturas y que las disfrutes todas.
PD: Noooo, brocoli noooooo
Soy una lectora compulsiva. Para mí la lectura es una fuente de placer y en ningún caso una obligación.
Me “he apuntado” a varios retos, pero de forma individual, no pública, sin tener que controlarlo en Goodreads, o publicar reseñas. Lo hago de esa forma porque quiero disfrutarlos y no competir para cumplirlos. Son retos sólo para mí. Que los cumplo, pues bien y si no pues también.
El año pasado leí 141 libros, que suele ser lo que vengo leyendo al año desde siempre, con reto o sin él.
Aunque uno de mis retos es intentar diversificar los géneros de mis lecturas, al final leo lo que me va apeteciendo, sean novedades, pendientes (lea los que lea, esta lista siempre crece), relecturas (disfruto mucho rescatando libros que leí hace tiempo)… Sin embargo, tengo que admitir que el hecho de ir apuntando el tipo de género de cada libro que leo, sí que me ayuda a diversificar y a disfrutar de lecturas que, quizá de otra forma, hubiera dejado pasar.
En conclusión, los retos para mí son indicativos de cosas curiosas o entretenidas que puedo hacer con mis lecturas, pero nunca un agobio o una imposición.
Saludos.
Por cierto me olvidaba, nunca me apunto a retos de cuántos libros voy a leer.
Leo mucho, más de 100 libros cada año como he indicado en el comentario anterior, pero la cantidad no es importante, lo importante es disfrutarlos. Sé cuántos leo porque los apunto, por aquello de diversificar géneros y porque me gusta saber qué voy leyendo a lo largo del año, pero no por intentar batir ningún record, ni desde luego para agobiarme a mí misma. El número de libros que se leen, incluso para aquellos que leemos mucho, también depende de las circunstancias. Así que en el 2020, leeré los que caigan, disfrutaré con ello y me da lo mismo cuántos sean.
Hola, Mª Carmen.
Creo que diversificar las lecturas sí es un reto que vale la pena, pues todos tendemos a acudir siempre a los géneros que ya conocemos y con los que nos sentimos cómodos, y, de esta manera, nos podemos perder grandes obras maestras a las que no habríamos dado la oportunidad. ¡Cuántas novelas he empezado sin muchas ganas, con reticencias hacia el género, la época o el autor, y han acabado entrando en mi TOP del año!
Quizá debería yo hacer como tú y plantearme las relecturas como reto, pues no suelo volver a libros leídos y creo que debería hacerlo para disfrutarlos de nuevo y aprender más de ellos. Me lo apunto.
Un abrazo, y muchas gracias por tu comentario
Ara
Me pongo reto de lectura? Si, 12 libros al año. Pero es simbólico
La lectura, más bien el hábito de lectura es algo que hay que adquirir y mantener, de ahí que sea hábito.
Ese número, simple, uno al mes. Pero no lo hago con la intención de leer más o menos libros, ni más deprisa o más despacio sino que, aun habiendo situaciones personales/laborales a favor o en contra, saber que siempre están esas historias ajenas que van a conseguir evadirte. Y que lo consigan es un doble logro: del autor por llegar a distraerme tanto en el día a día y propio, por conseguirlo y abrir los ojos para poder ver otras cosas más allá de esas situaciones.
Comparto lo que dices de: si un libro me ha gustado, enganchado, hecho temblar o levantarme del sillón mientras lo leo, luego me es difícil ‘congeniar’ con el siguiente. Y bueno, hablando de ese siguiente, lo tomo como simplemente eso y para nada me influye sobre el que estoy. De hecho, va variando conforme se acerca el momento de comenzarlo.
Aprovecho para preguntarte sobre cómo afrontas la lectura de un libro que te está defraudando, que no te engancha, que lo lees en piloto automático y que incluso hay días que te pones a leer y puede que hasta mi recuerdes qué había ocurrido.
Muchas gracias por difundir y compartir experiencias (e historias).
Ah, el brócoli, al vapor, un poquito crujiente y con un chorrito de buen AOVE…
¡Muchas gracias por tu comentario, Peio!
Respecto a tu pregunta, hace tiempo que decidí que si un libro no me estaba gustando, lo abandonaba inmediatamente. Hay tanto por leer…
Sin embargo, también es cierto que hasta que llega ese momento de admitir que no me está gustando nada, le doy muchas páginas de margen. Porque todos tienen algo a lo que, al final, te agarras para esa última oportunidad. Porque hay un personaje que te gusta o quieres conocer la respuesta al misterio principal o… Lo que sea.
Si no hay nada de nada de nada. Cierro el libro y a por el siguiente.
Muchas gracias de nuevo y… paso del brócoli jjjjjj