¿Cómo estaís? Supongo que este trimastre, más que nunca, se hace obligatoria esta pregunta, ¿verdad? ¿Cómo estamos todos? Ni en una distopía habríamos imaginado que la primavera llegara y se fuera de esta manera, encerrados en casa, asomándonos apenas por la ventana para ver florecer una planta en el balcón.
Han sido unos meses difíciles, y cada uno los ha llevado lo mejor que puede. Para unos, por sus circunstancias laborales o familiares, ha sido más complicado que para otros. Yo solo puedo desear que vosotros y vuestras familias estéis lo mejor posible.
Y si puedo encontrar un lado positivo, diré que, como lectora, bendito confinamiento. 27 lecturas en estos tres meses. 27 lecturas entre novelas largas y cortas. Con tanto tiempo libre por delante, he llegado a leer novelas de 500 páginas en dos días. No está mal, ¿eh?
He descubierto grandes maravillas y algunas decepciones. Espero que en el siguiente listado encontréis algo que os llame la atención, descubráis nuevos libros u os riáis con alguna de esas divagaciones que publico de vez en cuando y en las que mi cabeza suelta lo que le da la gana.
Un abrazo a todos, de verdad. Y mucho ánimo.
Mis libros
Sigo agradeciendo los comentarios que mis dos novelas todavía generan entre los lectores, tanto Zed está muerto como En el punto de mira. ¡Muchísimas gracias a todos! Me siento muy halagada de que, tanto tiempo después de su publicación, aún os interesen. ¡Seguid leyendo!
Comentarios de Zed está muerto: Amazon. Goodreads
Comentarios de En el punto de mira: Amazon. Goodreads.
Recuerda que aquí puedes leer los primeros capítulos de Zed está muerto.
Y aquí los de En el punto de mira:
¿Y después?
Cuando leas esto, faltará muy poquito para que se cumplan cuatro años desde la publicación de mi primera novela, En el punto de mira. Cuatro añitos. ¿Te lo puedes creer? El 12 de julio es el día, y puede que aproveche la ocasión para contarte algo que me hace mucha, mucha ilusión. ¿Qué será?
Otras actividades
Curiosamente, esta primavera he aparecido como invitada en el blog del escritor Alejandro Moreno Sánchez en dos ocasiones. ¡Mil gracias por contar conmigo, Alex!
- La primera de ellas, en su podcast La inicial escarlata. No se le ocurrió otra cosa que inaugurar su sección El expediente independiente hablando de una servidora y sus novelas. ¡Todo un honor!
- La siguiente, también dentro del podcast La inicial escarlata, en un especial que dedicó para definir el género negro según la opinión de diferentes escritores. Y para ti, ¿qué es el género negro?
El día del libro
Desgraciadamente, el día del libro cayó este año en pleno confinamiento. ¡Qué le vamos a hacer! Nada de ferias ni de encuentros con lectores ni de actividades cara a cara.
Pero sí hubo muchísimas actividades online, y es de agradecer.
La biblioteca pública Ramiro de Maeztu, en Las Palmas de Gran Canaria, celebró un maratón de lecturas en el que autores canarios nos presentábamos leyendo un fragmento de alguna de nuestras obras. Les estoy enormemente agradecida por invitarme a participar en esta propuesta, y el resultado puedes verlo en este enlace de Facebook.
El blog en primavera
- La primera lectura que reseñé esta primavera corresponde a La danza de los tulipanes, de Ibon Martín. Una novela estupenda con un grupo de policías no menos estupendas a la caza de un asesino que no tiene nada de estupendo. Muy recomendable
- Y como el coronavirus nos dejaba tiempo libre, me saqué de la manga este listado con los 20 mejores escritores de novela negra de todos los tiempos. Por supuesto, es un listado personal, así que puedes comentarme los que eches en falta.
- La siguiente reseña, continuamos con autores patrios y con novelas magníficas, y no veas lo feliz que me hace eso. Un fuego azul, de Pedro Feijoo, no solo es una de las mejores lecturas de primavera sino que ya sé que estará entre las mejores lecturas del año. Una maravilla, dura como ella sola, pero maravilla.
- Todos hemos oído hablar de esos escritores que sufrieron rechazos editoriales antes de alcanzar la fama, pero también están los famosos que sufren rechazos editoriales después de alcanzarla. ¿Por qué? Por intentar publicar sin el respaldo de su nombre. En este artículo te hablo de escritores famosos rechazados por editoriales.
- Decepción enorme. Hasta aquí hemos llegado, sr. Nesbo. Leí y odié Némesis, la cuarta entrega de la saga del detective Harry Hole. Todo el mundo dice que mejora, mejora, mejora, pero yo no lo veo. Y ya me cansé de esperar. Te explico por qué en la Reseña: Némesis, de Jo Nesbø (Harry Hole 04)
- Y cuando parecía que al confinamiento primaveral ya le quedaba poco, decidí contarte cómo lo había pasado yo, entre lecturas y escrituras. Unos meses bien aprovechados, desde luego. El confinamiento de una escritora – lectora. Supervivencia
- La siguiente reseña se la dediqué a una novela que me gustó muchísimo: El método del cocodrilo, de Maurizio de Giovanni. La primera entrega de una saga dedicada al inspector Giuseppe Lojacono, localizada en Nápoles. Una novela muy recomendable de las que os hablé con más detalle en esta Reseña: El método del cocodrilo
- Mi tercera novela está cada vez más cerca, y durante estos meses me enfrenté a uno de los momentos que más miedo me dan antes de la publicación: el informe de los Lectores Cero. ESA primera vez que alguien lee tu manuscrito, y puede tirar por tierra todos tus esfuerzos o decir, ¡adelante!. Lectores cero: ESA primera lectura de tu novela
- Todos tenemos un placer culpable, ¿verdad? Algo que nos gusta muchísimo aunque sepamos que no es para tanto. El mío son las novelas de Jack Reacher, ese tipo duro que lo resuelve todo a guantazo limpio. Reseña: El camino difícil (Jack Reacher 10), de Lee Child
- Hace algún tiempo, publiqué un artículo que mezclaba mis dos pasiones, Música y literatura. 5 bandas de rock que se inspiraron en los libros. Este mes quise llevar este tema un poco más allá. Porque no solo algunas bandas se inspiran en la literatura para escribir sus canciones, sino que hay músicos capaces de crear auténticas obras literarias en formato musical. Son las ópera rock. ¿Las conoces? Música y literatura II: 5 discos de ópera rock imprescindibles
- Sabeis que no soy muy dada a leer novedades. Con excepción de algunos escritores muy concretos, mi lista de lecturas pendientes incluye obras de todas las épocas, y eso hace que las novedades hace mucho que han dejado de serlo cuando llegan a mis manos. Sin embargo, en esta ocasión tuve que rendirme. ¡Las críticas eran unánimes! La última novela de Carmen Mola era mucho mejor que La red púrpura e incluso que La novia gitana. ¿Cómo iba a resistirme? Si quieres saber qué me pareció, aquí tienes la reseña: La nena (Elena Blanco 03), de Carmen Mola
- Que todo el mundo se eche a temblar, aquí llegan los censores. El movimiento Black lives matter (que comparto y respeto muchísimo) ha despertado el instinto censor del pueblo, que no ha tardado dos minutos en pasar a cuchillo las obras clásicas de la literatura y el cine. ¿Quiéres saber qué me parece? La censura en la literatura I. La asesina no soy yo.
Todas mis lecturas durante la primavera 2020
La cadena, de Adrian McKinty: Esta novela podría haber sido un thriller magnífico, de verdad que sí. Una historia que te engancha y unos personajes con un trasfondo soberbio. Y, sin embargo, tanto lo uno como lo otro se queda en un mero acariciar la superficie por miedo a adentrars en la oscuridad. Una lástima.
Puedes leer mi comentario aquí
La danza de los tulipanes, de Ibon Martín: Suspense del mejor localizado en las frías y brumosas tierras vascas. Lo comento porque la ambientación es uno de los puntos fuertes en una novela de grandes protagonistas, giros y trama. Más que recomendable
Tienes la reseña aquí.
Demonio de libro, de Clive Barker: Otro que podría haber sido mucho mejor de lo que fue. La historia de un demonio (sí, de los del infierno y el fuego y todo eso) encerrado dentro de un libro. Para convencerte de que quemes el libro en cuestión, se dedica a contarte su historia, pero esta no trasmite casi nada. Lo siento. No da miedo en ningún momento, y el pobre demonio resulta, en ocasiones, más patético que aterrador. Una lástima.
Mi comentario, aquí.
Espía y traidor, de Ben MacIntyre: ¿Habéis oído que la realidad supera a la ficción? Esta historia lo confirma. La historia real de un agente del KGB que, durante los años de la Guerra Fría, trabajó como espía para el gobierno británico. El hombre que desveló a occidente los secretos de la potencia comunista y evitó el fin del mundo en varias ocasiones. No te lo podrás creer, pero es real. Si te gustan las historias de espías, no puedes perderte esta.
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El elefante desaparece, de Haruki Murakami: No. Lo siento, no eres tú, soy yo, pero no. Me cuestan muchísimo los relatos cortos, y si encima se trata de las locuras surrealistas de Murakami, lo siento, pero en unas cuantas páginas no me da para cogerle el tranquillo a la historia ni a los personajes. De los muchos relatos que forman este volumen, hay algunos que estan bastante bien, pero la mayoría me ha dejado indiferente, o peor.
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Tres funerales para Eladio Monroy, de Alexis Ravelo: Me fustigo. Me fustigo y con razón. Debería estar cumpliendo penitencia por no haber leido aún ninguna novela de la saga protagonizada por Eladio Monroy, el tipo duro por excelencia de las letras canarias. ¿Por qué, señor, lo había ido dejando? En fin, tú no lo hagas. Esta primera entrega de la colección ya te muestra lo que vas a encontrar, un tipo duro sin demasiados escrúpulos, uno de esos de gran corazón y grandes puños, si es necesario. Una colección de personajes impecables, un par de giros magníficos y a un autor de esos que cuidan con cariño hasta la última palabra, la última metáfora. Ah, y un sentido del humor de los que arrancan carcajadas. ¿Qué más quieres?
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Un fuego azul, de Pedro Feijoó: Una novela magnífica. Alguien se está dedicando a asesinar ancianos de las maneras más horrorosas y crueles que podrías imaginar. El equipo de investigación, al mando de un increíble inspector Mateo, no logra encontrar la relación entre las víctimas, pero los cadáveres se siguen acumulando, cada uno más terrible que el anterior, y el asesino parece estar tomándoles el pelo.
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La fuente de los siete valles, de Felix G. Modroño: Una historia corta, demasiado, quizás, pues habría agradecido más tiempo en algunas escenas o personajes, pero aun así una novela bonita. El ritmo pausado, la historia que discurre suave, sin demasiados altibajos, desde una misión difícil pero prosaica hasta las dudas filosóficas más profundas de la humanidad. La vida, la muerte, el amor, el paso del tiempo, el ser humano, que no tiene remedio… Y, por encima de todo, un amor a la literatura que supura cada página y que me llegó al corazón.
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La Torre de la golondrina (Geralt de Rivia 06), de Andrzej Sapkowski: Cada nueva entrega de esta saga me gusta más que la anterior. Si con Bautismo de fuego ya comenté que la historia recuperaba su sentido original, con la Torre de la golondrina da un paso más; ya tenemos a todos los personajes en su lugar, con sus propias misiones, y en esta novela vamos saltando de unos a otros, viendo cómo las historias se entrelazan, como ambos viven unos hechos de los que otros se enteran a leguas de distancia. Un complejo entramado de redes y espías que Sapkowski resuelve a la perfección.
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El gran cambiazo, de Roal Dahl: Una cosa es que un escritor tenga una indudable calidad literaria y otro que me vaya a gustar cualquier idea que se saque de la cabeza. Este libro formado por cuatro relatos, más o menos independientes, de tinte erótico, estará muy bien escrito, pero hacía tiempo que no me cabreaba de esta manera con una lectura. Que quede claro que no me considero especialmente tiquimisquis con el tema, pero la misoginia, la apología de la violación y la utilización de la mujer como mero instrumento de placer para el hombre, y, además, feliz de ser violada… Lo siento, pero no.
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Yo no te lo recomiendo, pero lo puedes comprar aquí
El hombre que nunca le haría daño a nadie, de Roger Rubio: Una historia de suspense en la que un hombre de vida aburrida, aficionado a la novela negra y a idear crímenes perfectos, ve como, de repente, sus fantasías se hacen realidad y las personas a las que imaginó matar mueren según sus planes. La policía no sabe si es culpable o un simple loco. Una idea estupenda, la verdad, pero algo no terminó de funcionar para mí en esta novela, no sé si fueron los giros o el tono… Me entretuvo, desde luego, pero poco más.
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El Hambre, de Alma Katsu: La historia real en la que se basa esta historia, el drama de unos pioneros que quedan aislados en las montañas durante su viaje al oeste a principios del siglo XX, ya es terrible de por sí, pero Alma Katsu la aliña con ciertos toques sobrenaturales que la vuelven aún más inquietante. Aunque no creo que le hiciera falta, tampoco se lo reprocho. Una novela que se queda ahí detrás, en el fondo de tu cabeza, durante mucho tiempo.
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Némesis (Harry Hole 04), de Jo Nesbø: Hasta aquí hemos llegado. Me cansé. Hay muchísima gente que dirá que me equivoco y que me voy a perder las grandes maravillas de la literatura criminal del siglo XXI, pero paso. Llevada por la insistencia ajena, le he dado cuatro oportunidades a la saga del inspector nórdico, y no ha resultado. O estos libros no son para mí o yo no soy para ellos, pero se acabó. No entiendo a los personajes ni sus reacciones ni sus motivaciones, no entiendo las historias ni el modo en que el autor pretende enlazarlas. No entiendo nada. Y ya me cansé. Hay demasiada buena literatura ahí fuera por leer.
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El método del cocodrilo (Ispettore Lojacono 1), de Maurizio di Giovanni: Una historia criminal en la que la policía persigue a un asesino cuyas motivaciones son incomprensibles. Parece una de tantas, ¿verdad? Lo sería si no fuera por el personaje protagonista. Me ha gustado muchísimo como di Giovanni le da un giro al clásico detective antihéroe del género negro.
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Instrumental, de James Rhodes: Todavía no entiendo cómo ha logrado James Rhodes escribir este libro. La biografía de su vida, dramática, durísima, llena de abusos sexuales, adicciones, dolores físicios y, por supuesto, psicológicos, una de las biografías más terribles que leerás y, sin embarga, escrita con un sentido del humor, una pasión por la música, por las pequeñas cosas, por la vida misma. No sé cómo la ha escrito y no sé cómo la ha vivido, pero la recomiendo a todo el mundo.
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Por el camino dificil (Jack Reacher 10), de Lee Child: Soy muy fan de este tipo duro, todo el mundo lo sabe. He reseñado Morir en el intento, Trampa mortal y El enemigo. Por el camino difícil no iba a ser menos, aunque debo admitir que esta novela es diferente a todas las anteriores. En esta ocasión vemos a Jack Reacher actuar como el policía militar que nos decían que era pero nunca habíamos visto. Hay un secuestro y asistiremos a su investigación para descubrir al culpable y los misterios que se ocultan tras todos los implicados. Menos mamporros de lo habitual, pero entretenida, como siempre.
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Juicio final, de John Katzenbach: No he leído muchas novelas de Katzenbach, pero admito que lo que había leído hasta el momento me había gustado mucho. Sin embrago, Juicio final, pese a ser una de las más conocidas, me decepcionó. Esta novela cuenta con un giro digno de dejarte con la boca abierta. ¿Cuál es el problema? Que lo vi venir desde el principio. Sorpresa a la basura. Y el otro problema es que no logré empatizar con los personajes, para nada. El único mínimamente interesante es uno de los villanos y, por desgracia, sale demasiado poco. Un personaje desperdiciado, en mi opinión. Y además, lo llaman thriller, pero es taaaaaaaaaaan lenta.
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Plegarias en la noche (Kenzie & Gennaro 05), de Dennis Lehane: La saga de novelas protagonizadas por estos dos detectives de Boston, Estados Unidos, es siempre una carta ganadora, como todo lo de Dennis Lehane. Pero si encima, mi personaje favorito de todas las novelas, que no es más que un secundario con pocas apariciones, se convierte casi en uno de los principales, con tanta historia como la pareja principal, ya no puedo ser más feliz. Adoro esta saga.
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El hombre de la gasolinera, de Francisco Javier Sánchez Manzano: Dos historias paralelas, un hombre que huye de su pasado en una gasolinera en mitad de la nada, una periodista que busca la fama por encima de cualquier cosa y se verá obligada a elegir entre esta y la verdad. Personajes muy interesantes y una parte final que, desgraciadamente, se diluye demasiado.
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Mandrágora, de Hanns Heins Ewwers: La historia de una mujer engendrada como un experimento científico. ¿Tendrá los poderes que se le atribuyen a una mandrágora? La suerte y la desgracia, un poder sobrenatural de atracción y la crueldad más absoluta. La comparan con Frankenstein, y a mí no me lo pareció, pero es una lectura más que recomendable por su originalidad
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Aurora boreal (Martinsson 01), de Asa Larsson: Esta famosisísima saga de novela negra nórdica tiene como protagonista a una abogada de ciudad que regresa al pueblo en el que se crió cuando una vieja amiga solicita su ayuda tras el brutal asesinato de su hermano. Sectas religiosas, la exigente moralidad de un pueblo pequeño en el que todos se conocen, la lucha por olvidar y muchísimos secretos y no secretos forman esta historia que me pareció un gran comienzo para una saga. Una protagonista cabreada con el mundo que pude dar mucho juego.
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La nena (Elena Blanco 03), de Carmen Mola: Me dijeron que esta entrega de la saga era mejor que las dos anteriores. Que La red púrpura, seguro. De lejos. Que La novia gitana… No lo tengo tan claro. Tiene los puntos fuertes de aquella primera historia de la inspectora Elena Blanco, la crudeza de la historia y el carisma de sus personajes, pero adolece del mismo fallo que encontré en La red púrpura: todo es tan fácil… La investigación, las pistas, la historia por raíles sin que nada se interponga en su avance. Aun así, una novela de las que llaman adictivas.
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Noches en Limehouse, de Thomas Burke: En cualquier obra artística hay dos partes bien diferenciadas: continente y contenido. Es decir, lo que cuenta y cómo lo cuenta. Una puede ser mejor que otra (lo normal), puede que ambas sean buenas (raro) o que ambas sean malas (menos raro, pero tampoco común). En Noches en Limehouse encontramos un continente fabuloso. La ambientación, los personajes, el léxico, el ritmo son fabulosos, de verdad. De la mejor escritura de relatos que he encontrado jamás. Pero el contenido… ay, el contenido es muy duro de leer. Misógino, pedófilo, racista… Cada uno de los relatos que forman este conjunto, en sí mismo, es magnífico. Pero cuando los lees todos seguidos acabas sintiéndote un poco enferma. Lo cual no quita lo que he dicho antes, están magistralmente escritos. ¿Me explico?
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No hables con extraños, de Harlan Coben: Una novela capaz de llevar al lector pegando bandazos durante la mitad de la trama, o más. No importa hacia dónde creyera que se dirigía la historia; una escena, un giro y ¡zas! otra dirección completamente diferente. Me ha gustado mucho, muchísimo esa sensación de andar tan perdida como el protagonista.
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El ojo, de Vladimir Nabokov: Esta novela corta tiene detalles buenísimos y otros que no lo son tanto. Me gustó mucho el estilo y ese giro sorprendente e inesperado que me dejó con la boca abierta, así como algunos personajes muy divertidos. A cambio, hay varias tramas sin demasiado interés y mucho secundario plano.
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El candor del padre Brown (Padre Brown 01), de G.K. Chesterton: Puede que alguno conozcáis este personaje por la serie de televisión o que hayáis leído la saga de novelas que protagoniza. Yo no lo conocía antes de leer esta, y no leeré más. Vaya decepción. Asesinatos absurdos en sus motivaciones y en sus ejecuciones, un protagonista sin la menor gracia y una pareja de investigadores sin ninguna química. Una y no más.
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Hasta aquí mi repaso a la primavera de 2020. Han sido unos meses extraños, no hace falta que os lo diga, pero me ha dado tiempo a leer muchísimo y a escribir muchísimo, así que no me puedo quejar.
¿Y vosotros, qué habéis leido en estos meses? ¿Qué novela me recomendáis?
Felices lecturas, y hasta pronto
2 Comentarios
Hola Ara:
Me apunto el de Ben Macintyre. Lo tengo en la lista de pendientes. Le subiré el puesto. No he leído ninguno de la saga de Geralt de la Rivia. Tomo nota.
Me alegro de que te hay gustado Alexis Ravelo. A mi me encanta, es de esos autores que no defraudan.
Yo también he leído como una posesa. Este trimestre, lo empecé manteniendo el equilibrio entre pendientes y novedades, pero no lo termino de igual forma. Al final las novedades me pueden más que a ti. Al menos sí mantengo cierto equilibrio entre thriller, novela negra y criminal y otros géneros. Digo “cierto equilibrio”, porque negra y criminal sigue siendo de lo que más leo.
Entre las novelas léidas destacaría, mi reencuentro con John Hart, “No hay cuervos” es una novela estupenda y “Redención”, no le va a la zaga. Igualmente a destacar, las dos excelentes novelas de Félix G. Modroño que tenía pendientes, “La ciudad de los ojos grises” y “Secretos del Arenal, que es mi lectura actual. Otras novelas que me han gustado mucho: la relectura de “Drácula”, “El Priorato del Naranjo”, la última de Patricia Gibney, “El cielo de tus días” de Greta Alonso, “Bajo los tilos” de Mª José Alonso, “La hora final” de Nevil Shute, “Si tan solo pudiera decírtelo” de Hannah Beckerman, “La sexta trampa” de J.D. Baker, “La librería” de Penélope Fitzgerald y tantos otros que me dejo en el tintero.
Julio y agosto, antes del coronavirus, eran meses en los que leía o releía algún clásico. Aunque ahora también habrá novedades, (espero que una de ellas sea tuya), quiero seguir manteniendo esa costumbre y ya ando mirando alguno.
Por lo demás ya veremos como se presentan estos meses de incertidumbre que nos va a tocar vivir. Lo importante es que sigamos bien. Lo demás vendrá solo.
Un abrazo.
¡Tampoco te quedas atrás, desde luego!
Me apunto el de John Hart, ya que “Redención” me gustó muchísimo y no he leído “No hay cuervos” ¡A la lista!
Apunto también las de Modroño, por lo mismo, me gustó mucho “La fuente de los siete valles”, así que continuaré con sus demás trabajos.
Un abrazo muy fuerte, M.ª Carmen. Y que sigas bien