Hace unos años que este género se puso de moda, y no paran de estrenarse películas, series y novelas true crime que relatan las vidas (más o menos) reales de sangrientos criminales y sus macabros crímenes.
Pero ¿qué son las novelas true crime?
A grandes rasgos, el true crime es el género artístico que refleja crímenes reales y las circunstancias que los rodean, las investigaciones y los juicios que siguieron, cuando los hubo.
El true crime puede referir a libros, documentales, películas, podcasts o series de televisión, y los crímenes que relata no son solo asesinatos, aunque esto sea lo más común, sino que puede tratar también sobre robos o secuestros, y pueden ser crímenes resueltos o sin resolver.
Lo que sí debe tener un crimen para convertirse en una de estas obras o novelas true crime es una cierta cantidad de morbo de cara al público y, si es posible, haber sido famoso en su momento y hasta la actualidad. Porque crímenes hay muchos, pero a poca gente le importa el robo de la panadería del barrio a no ser que esconda algún secreto truculento y unos personajes oscuros y maquiavélicos. Entonces sí, serie true crime al canto.
¿Son éticas las novelas true crime?
Muchas personas se preguntan si es ético convertir en cine o literatura, mitificar (en cierto sentido) y comercializar el sufrimiento real de las víctimas de estos crímenes.
Se puede decir que el true crime ha existido, si nos ponemos tiquismiquis, desde el principio de los tiempos. Los contadores de historias que iban de pueblo en pueblo en la edad media, o antes, narraban, en muchos casos, historias reales a las que daban su propio estilo o modificaban para que se adaptara al gusto de los oyentes, pero, al fin y al cabo, eran historias reales y, en aquella época, muchas eran historias de muerte y crimen, guerras y bandidos.
Sin embargo, es cierto que el true crime se ha vuelto más popular en los últimos años, gracias a los podcasts de internet y series de televisión que han convertido en personajes populares a los asesinos más crueles. En el reciente caso de la serie Dahmer, de Netflix, las familias de las víctimas se quejaron de que la serie glorificara al asesino hasta el punto de convertirlo en el disfraz más buscado para las fiestas de Halloween. Y es que hablamos de un asesino que actuó en los años 80 y, por tanto, las familias de las víctimas siguen vivas y sufriendo a día de hoy.
Por otra parte, los defensores del género opinan que mostrar estos crímenes sirve para concienciar. Conociendo al ser humano, no lo tengo yo muy claro, pero eso es cosa mía.
¿Por qué nos gustan las novelas true crime?
Existen muchas razones por las que la gente puede engancharse al true crime:
- La fascinación por la maldad. Los criminales generan fascinación y sus historias han atraído a la fantasía de los lectores que se permiten cruzar al lado oscuro mientras anhelan la actuación de la justicia.
- La resolución del misterio. En algunos casos, los lectores se enfrentan al true crime como lo harían con una novela de misterio, con la diferencia de que, en este género, la historia no está manipulada por el autor, sino que pueden seguirla igual que lo hizo la policía en su momento y jugar a ver si habrían descubierto al criminal.
- La reflexión sobre la sociedad: las novelas true crime son un reflejo auténtico de la sociedad en la que vivimos y nos permiten observar cómo funciona y cuáles son sus aspectos más oscuros, como la corrupción o la injusticia, así como el papel que la ley y el orden juegan en nuestras vidas.
A sangre fría, de Truman Capote (1966)
La novela true crime por excelencia. No es la primera del género (no creo que sea posible saber cuál lo inició), pero sin duda marcó las pautas para todas las que la siguieron.
En 1959, en un pequeño pueblo de Arkansas, todos los miembros de la familia Clutter fueron asesinados por dos hombres, Richard “Dick” Hickock y Perry Smith.
La novela narra la vida de todos estos personajes antes y después del crimen, la investigación y el efecto que el hecho tuvo en esa sociedad rural.
El diablo en la ciudad blanca, de Erik Larson (2003)
Esta novela true crime no solo destaca por la locura de los crímenes que relata y la psicopatía total de su protagonista, sino que ha recibido enormes alabanzas por el reflejo de la época y la cultura de la ciudad de Chicago en la década de 1890.
Durante la Exposición Universal de Chicago de 1893, H. H. Holmes, un médico estadounidense construyó un hotel cerca de la feria, en el que se cree que mató a más de 200 personas.
El edificio de tres pisos contaba con trampas mortales, como escaleras que no conducían a ninguna parte, habitaciones selladas al vacío o insonorizadas y puertas que solo podían abrirse desde el exterior. Incluso había construido una cámara de gas en el sótano.
El asesino sin rostro, de Michelle McNamara (2018)
Para los que se preguntan sobre la ética del true crime, El asesino sin rostro es un ejemplo perfecto de la utilidad del género. La publicación de esta novela ayudó a llamar la atención sobre el caso y, finalmente, a la detención del sospechoso en 2018. (Perdón por el spoiler)
En las décadas de los 70 y 80, un asesino en serie conocido como el “Golden State Killer” cometió más de 50 violaciones y al menos 13 asesinatos en todo California.
Durante los ataques, el asesino penetraba en las casas de sus víctimas, las ataba, violaba y, en algunos casos, las asesinaba. Al principio sus actuaciones se enfocaron en parejas y luego pasó a mujeres que vivían solas.
La novela examina los detalles de cada caso y aporta entrevistas con detectives y víctimas, investigadores del caso y expertos en tecnología forense.
La canción del verdugo, de Norman Mailer (1979)
La canción del verdugo fue la novela true crime que ganó en Premio Pulitzer en 1980, y eso, para mí, son palabras mayores.
En 1977, Gary Gilmore es liberado de prisión, en Utah y, nada más salir, comete dos asesinatos. A partir de ahí, la novela narra su vida en el juicio y la cárcel, y nos hace reflexionar sobre la pena de muerte en Estados Unidos.
Helter Skelter, de Vincent Bugliosi y Curt Gentry (1974)
Con ese título, casi no hace falta ni aclararlo, pero esta novela true crime habla sobre uno de los crímenes más escabrosos, famosos y mediáticos de Estados Unidos.
Helter skelter cuenta la historia de los asesinatos de Charles Manson y su “familia” en Los Ángeles en 1969.
Bugliosi fue el fiscal principal en el caso, lo que le permite ofrecer, de primera mano, todos los detalles sobre los asesinatos y el juicio, y componer un retrato minucioso y aterrador de la «Familia Manson» y su líder.
Se vende como la novela true crime más vendida de todos los tiempos.
Medianoche en el jardín del bien y el mal, de John Berendt (1994)
Sí, la maravillosísima película de Clint Eastwood se basa en una novela que, a su vez, se basa en un crimen real, y yo también acabo de descubrirlo.
Medianoche en el jardín del bien y el mal es una novela true crime que cuenta el asesinato de Danny Hansford a manos de Jim Williams, un empresario y coleccionista de arte local.
Como casi todas las novelas true crime que hemos visto, en esta se describen los acontecimientos previos al asesinato y el juicio al sospechoso, pero, además, Medianoche en el jardín del bien y el mal también se centra en la cultura y las personalidades de la ciudad de Savannah, en Georgia, la élite social, los artistas y los personajes excéntricos que la habitan.
No sé qué parte de la película sale en el libro y no sé qué parte de todo esto es tan real como el asesinato en sí, pero ahora siento una necesidad urgente de leerlo.
En resumen, las novelas true crime se han convertido en un género cada vez más popular para los aficionados a la novela negra o policíaca, nos cuentan historias de crímenes reales y las circunstancias que los rodearon, desde antes de que se produjeran hasta el juicio a los acusados. Nos permiten vivir de primera mano la realidad de los crímenes y la investigación policial y ayudan a conocer el trabajo real de la justicia.
Aunque los críticos se plantean la ética de consumir entretenimiento a partir de crímenes reales, sus defensores insisten en que el género true crime puede concienciar al público o incluso ayudar a resolverlos.
¿Qué opináis vosotros? ¿Sois lectores de novelas true crime? ¡Contadme!
¡Felices lecturas!
Foto de Faruk Tokluoğlu en Unsplash
4 Comentarios
Hola Arantxa,
Pues sí, me gustan las novelas de true crime, de hecho, de las que nos has expuesto he leído “A sangre fría”. Es un género que me interesa ya que también me gusta el mundo de la criminología. Muy buena entrada. Saludos!
Todo un clásico, que sentó las bases de muchas de las que vinieron después. Si conoces alguna otra que valga la pena recomendar, ¡no dejes de hacerlo!
Un abrazo
¡Hola! Me encantó esta entrada y ahora que lo pienso no he leído nada de este tipo. Me lo apunto en mi lista de “pendientes” sin duda.
De resto dudo muchísimo eso que dicen sobre que sirven para concienciar y más bien creo que se ven por simple morbo o curiosidad. Dos características sin duda de la condición humana o yo lo creo así.
¡Saludos!
Muchas gracias, Lebasi!
Me alegro de que te haya gustado la entrada y, más aún, de que te haya servido de inspiración para acercarte a este género.
Lo cierto es que coincido contigo en que la mayoría de la gente acude a él por morbo o curiosidad, pero así son las cosas, y si sirve para no olvidar de lo que algunos son capaces, pues bien está.
Un abrazo y gracias por pasarte por aquí 😉