Hace poco tuve la oportunidad de asistir a una sesión de coaching para escritores con la autora inglesa Sophie Hannah, conocida por sus thrillers psicológicos y por haber recibido el encargo de continuar con la saga de Hércules Poirot, de mano de los herederos de Agatha Christie. Casi nada.
Pensando en negativo, para variar
Confieso que no soy muy aficionada a este tipo de sesiones motivacionales. Suelo ser bastante escéptica ante aquellos que prometen revelar el secreto del éxito a cambio de una módica suma. Sin embargo, esta vez me dejé llevar por la insistencia de una amiga y las recomendaciones entusiastas de varias conocidas que ya habían asistido a un encuentro previo con la autora. Y la verdad es que me encantó.
Realismo VS optimismo
Sophie no promueve un positivismo ciego ante la adversidad. Su enfoque se basa en un realismo que nos invita a mantener los pies en la tierra y la mente en el presente. Porque los escritores, que solemos vivir en las nubes, necesitamos anclarnos en la realidad para no perdernos en el laberinto de nuestros pensamientos y emociones, en el dolor por lo que puede haber pasado ayer o el miedo a lo peor que podría suceder mañana.
El ejemplo de un escritor y el miedo al fracaso
Sophie compartió la historia de un amigo suyo, un escritor inglés cuyo primer libro vendió cientos de miles de ejemplares. Su segunda novela, por razones ajenas a él, no tuvo el mismo éxito. Y ahora, tras vender los derechos de su tercera novela a una de las editoriales más importantes del Reino Unido, en lugar de celebrar este logro, solo podía pensar en el fracaso de su segundo libro. Estaba hundido y desganado y no pensaba en lo que acababa de conseguir y el éxito que podía alcanzar con la tercera novela, solo en lo que no consiguió con la anterior.
Este ejemplo nos resonó a todos los presentes, porque todos hemos estado ahí. ¿Quién no se ha aferrado con más fuerza a una crítica negativa que a cien positivas? El miedo al fracaso es una herramienta de supervivencia, pero también puede paralizarnos e impedirnos alcanzar nuestros sueños.
¿Y si sí?
Así que, como dijo Sophie entre muchas otras cosas, puedes aspirar a un sueño imposible, lo más loco que se te ocurra. Lo más probable es que no consigas alcanzarlo, pero ¿y si sí?
¿Y si nos atrevemos a soñar?
¿Y si nos atrevemos a luchar por ese sueño y aceptamos cada fracaso como un paso más en el camino?
¿Y si lo logramos?
Positivos
La sesión con Sophie Hannah fue una inyección de energía. Me recordó que el camino del escritor está lleno de desafíos, pero también de oportunidades. Y que la clave está en no rendirse, en aprender de los errores y en seguir adelante con la mirada puesta en nuestros sueños.
En aceptar que el miedo está ahí y en no ignorarlo. Está ahí. Las dificultades están ahí. Los fracasos, el rechazo, el sufrimiento, están ahí. Pero tú puedes elegir cómo asimilar cada uno de ellos. ¿Te inmoviliza o lo apartas y sigues adelante?
