Los inocentes
Estados Unidos tiene enemigos, algunos de ellos personas sin escrúpulos a quienes no pueden detener ni la policía ni el FBI ni el ejército siquiera. En esos casos, el gobierno recurre a Will Robie, un sicario frío e implacable que nunca hace preguntas y siempre atrapa a su presa. Pero quizá Will Robie acaba de cometer el primer y último error de su carrera. El trabajo más reciente que le han encomendado ha salido mal. Robie ha sido enviado a eliminar a una persona en Washington, pero en la misión hay algo que no encaja, y él hace algo impensable: se niega a matar. A partir de ese momento, Robie se convierte en el blanco y debe escapar de su propia gente. En su huida, se cruza con una adolescente díscola que ha escapado de un hogar de acogida. Pero no es un fugitiva cualquiera: sus padres han sido asesinados y su propia vida corre peligro. Contraviniendo todas sus costumbres profesionales, Robie decide salir de las sombras para salvar la vida de la muchacha… y tal vez la suya propia.
Lo bueno
- Los personajes
- El ritmo
Lo malo
- Las vueltas de la historia, cogidas por los pelos
Me encantan los thrillers, me encantan las historias de asesinos y me encanta que los personajes de una historia no sean blancos y negros, o sea, buenos absolutos y malos malvadísimos. El mundo está lleno de grises y me encanta que eso se muestre en una novela. Por lo que una historia protagonizada por un asesino que se convierte en presa y que, además, debe cuidar de otra persona por primera vez en su vida, me tenía que gustar por narices.
Los inocentes es el primer libro de la saga de David Baldacci que trata sobre el sicario de la CIA, WIll Robie, un hombre duro, asesino profesional, cuya vida cambia de un día para otro. Y aunque la puntuación que le he dado quizá no sea demasiado alta, os aseguro que me ha gustado mucho. Quizá ninguno de los elementos es perfecto, historia rebuscada, personajes secundarios sosos, final predecible…, pero el conjunto es fantástico. No sé cómo se logra eso, pero oye, este tío lo ha conseguido.
Allá vamos.
El autor: David Baldacci
David Baldacci es un novelista estadounidense nacido en Virginia en 1960.
Licenciado en ciencias políticas y derecho, trabajó como abogado durante nueve años antes de que su novela, Poder absoluto, se convirtiera en un superventas y fuera llevada al cine por Clink Eastwood (maldito cabr… afortunado. Uy, perdón, se me escapó)
Entre sagas y novelas independientes ha escrito unos treinta libros.
La trama
Comenzamos Los inocentes como si de una película de James Bond se tratara, el asesino Will Robie trabaja para una agencia estadounidense eliminando a quienes el gobierne considera peligrosos para la nación, y uno tras otro lo vemos realizar dos encargos, dos asesinatos limpios, bien estudiados y ejecutados.
Pero el tercer encargo lo cambia todo. De entrada es un trabajo en casa, en Washington D.C., y además Robie no entiende por qué tiene que matar a una mujer y a su hijo pequeño, y esa duda lo convierte en un objetivo. De repente no es el cazador, sino la presa, alguien va a por él y de la forma más rebuscada posible lo hará dar vueltas en busca de respuestas a una situación que no parece tener ningún sentido.
Y para complicar la situación, la misma noche en que desobedece su última orden se encuentra a bordo de un autobús con Julie, una niña de catorce años que acaba de ver cómo asesinan a sus padres. Ella también parece estar en el punto de mira de alguien, alguien capaz de hacer estallar el autobús para matarla, ¿o es para matar a Robie? ¿A quién persiguen, por qué, quién lo hace? Todas esas preguntas acompañan a los dos protagonistas durante el desarrollo de la novela.
Por suerte para ambos, Robie y Julie no están solos. La hilera de cadáveres que sus perseguidores dejan tras de sí llama la atención del FBI, y la agente Vance, ignorante de la implicación de Robie en todo el asunto, acepta colaborar con él y su misteriosa agencia para intentar resolver el caso.
Lo peor viene a partir de ahí. La historia da vueltas y vueltas, y los hechos no parecen tener ningún sentido. No lo digo yo, los mismos protagonistas se preguntan una y otra vez qué está ocurriendo. Lo malo es que cuando tienes las respuestas, aunque todo encaja, no se puede decir que haya cabos sueltos, el hilado de la historia está cogido por los pelos. Tanto se esforzó Baldacci en complicarlo que hay que ser un “malo” muy idiota para meterse en tremendo berenjenal.
Al menos, como digo, las respuestas te las da, no te deja con la intriga. Te explica lo que ha sucedido, cómo y porqué. Otro tema es que sea lógico.
Los personajes
Aquí está el punto fuerte de Los inocentes, en sus personajes principales. La evolución de Will Robie es fantástica, Julie es uno de los mejores personajes infantiles que he encontrado jamás en una novela de adultos, y la detective Vance, ese personaje que se encuentra a medio camino entre principal y secundario, está tan bien trazado como los primeros.
Los secundarios, por desgracia, se anclan un poco más en el cliché, apenas sabemos nada de ellos y da la sensación de que están ahí para cumplir una misión que resulta evidente desde el principio, tanto que, cuando al final la cumplen, no hay ninguna sorpresa.
- Will Robie: El protagonista, vivimos la historia a través de su punto de vista. Es un asesino a sueldo del gobierno estadounidense, un hombre en la cuarentena que lleva doce años cumpliendo misiones por todo el globo. Es el eterno solitario que, de repente se ve a cargo de una niña respondona, y con intereses románticos a los que nunca había cedido.
- Julie: Es habitual que los personajes infantiles me resulten molestos, no porque no me gusten, sino por mal escritos. O se comportan de manera no acorde con su edad, o son pequeños genios de algo que para un adulto con experiencia resultaría complicado, pero ellos lo hacen sin que les tiemble el pulso. No puede ser. Sin embargo, Julie Getty está muy bien escrita, deslenguada y respondona, como corresponde a una adolescente; fuerte y decidida como cualquiera que se haya criado en la calle y casas de acogida. Esta adolescente de catorce años que quiere averiguar y quién y por qué mató a sus padres es el contrapunto perfecto al asesino experimentado, alguien dispuesto a aprender de él lo necesario para sobrevivir, pero no a ser dejada atrás en la investigación.
- Nicole Vance: La agente del F.B.I. Una mujer a la que endosan a Robie como compañero de investigación y que empieza a darse cuenta, poco a poco, de que ese extraño agente sabe más de lo que dice. Es fiel al cuerpo y a sus convicciones, y en algún momento tendrá que elegir entre uno y otro, cuando se da cuenta de que hay traidores en todas partes.
- Annie: La vecina guapa. El personaje más flojo de toda la historia. La impresión es que está ahí con una misión, la relación que se establece entre ella y Robie resulta artificial y algo impuesta, pero también ayuda a ver el lado más humano del protagonista. ¿Se enamora un asesino? (Qué feo que me preguntes eso, ¿no te has leído En el punto de mira?) Se enamora.
- El hombre del traje azul: El misterioso jefe de Robie que quiere saber, igual que él, qué demonios está ocurriendo. Aunque esta novela te dice que desconfíes de todos desde el principio, este misterioso agente parece el único capaz de ayudar al protagonista, ya sea gracias al poder que su trabajo le otorga, como a las ganas por acabar con el asunto.
El final
El final tiene sus puntos negativos y positivos. Descubres quién está detrás de todo el asunto, y eso es bueno, pero aparte de su identidad, no hay muchas sorpresas. Las personas implicadas y su objetivo final se ve venir con antelación, en un caso concreto se ve venir desde el principio.
Pero es muy cinematográfico, igual que el principio era digno de James Bond, regresamos al espía inglés para acabar por todo lo alto, con una operación a vida o muerte, el malo malísimo en todo su esplendor, el bueno en peligro… No importa si no te está sorprendiendo, ya te tiene enganchada. Y qué importa que no tenga sentido, ¿tú has visto a James Bond?
Pues eso.
En resumen: Los inocentes
Me enamoré de Will Robie en la página treinta del libro, y ahí, como buen enamoramiento, sus posibles problemas dejaron de existir.
El trío Robie, Julie, Vance forman un conjunto perfecto, cada uno con su forma de ser pero un objetivo en común: descubrir qué está pasando.
La trama no te deja ni un segundo para respirar, el peligro es constante, el malo va un paso por delante y te juegas el cuello a cada página, por lo que no lo puedes soltar. Yo me lo leí a toda velocidad, te lo aseguro.
Y el final, aunque predecible, no te va a dejar insatisfecho, te responderá a las preguntas y logrará dar una cierta coherencia al hilo de situaciones absurdas que se han ido sucediendo.
Si te gustan los thrillers y tienes un rato largo para coger un libro y no soltarlo hasta la última página, esta será una gran elección. ¿Te atreves?
Puedes comprarlo en librerías o en Amazon
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Un abrazo, y hasta la próxima.
(Crédito de las imágenes: Google, BBC, orderofbooks.com)