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Reseña de Pronto será de noche

reseña pronto será de noche

Pronto será de noche

Ese de ahí es Samuel. Es policía, o lo era. Ahora está atrapado en un atasco infinito. Como tú y como yo. Miles de coches en medio de una autovía que se dirige hacia el sur; aunque eso poco importa. Lo que importa es que huimos. Somos una multitud desesperada rumbo a ninguna parte mientras el mundo se derrumba a nuestro alrededor. La negrura se extiende detrás de nosotros, nos persigue. No nos queda más que avanzar. Los metros cuestan horas, el calor sofoca, el aire es de barro. Y justo cuando parece que nada puede empeorar, sucede: en medio de esta nada inmensa, un conductor ha aparecido muerto. Estrangulado. Samuel necesita descubrir quién ha sido, y sobre todo por qué. Por qué aquí, por qué ahora. Mientras la oscuridad avanza y el tiempo se acaba, un simple acto puede bastar para darle sentido a todo. Así que vamos, vuélvete a tu coche. Acurrúcate en el asiento. Cierra por dentro y, por favor, no te duermas. Por lo que más quieras, no te duermas. Porque cuando caiga la noche, tú podrías ser el siguiente.

Lo bueno

  • La ambientación perfecta que te hace pasarlo tan mal como los protagonistas.
  • La caracterización de los personajes, perfectamente creíbles.
  • El ritmo asfixiante.

Lo malo

  • Al principio confundía a Alfonso y Abreu
  • El taxista es un cliché

¿Te apetece leer un libro un que te ponga los pelos de punta? Así, sin introducciones ni medias tintas, un libro que te lo haga pasar mal, que te incomode, que, hablando en plata, te acojone. ¿Te apetece? Sé que a priori no suena muy divertido, pero créeme, no te arrepentirás. Si tienes valor para enfrentarte a él, sigue leyendo. Hoy te traigo la reseña de Pronto será de noche

No hay nada más triste que el sonido que trae el viento. Es la música de una tierra que se despide.

Pronto será de noche es la tercera novela de Jesús Cañadas, reconocido y merecido maestro del horror patrio, que llaman. Es decir, horror protagonizado por ti, por mí, por la vecina del quinto; ambientado en tu barrio. Horror que reconoces como propio y, por lo tanto, acojona mucho más que cualquier novela inspirada en los States, Transilvania o las quintas chimbambas.

Pronto será de noche
Jesús Cañadas

Es un libro incómodo, luego no digas que no te avisé. Te costará encontrar el momento para sentarte con él, te costará pasar cada página, cada capítulo. Pero no te engaño, también te costará dejarlo. Es una contradicción difícil de entender, pero solo puedo compararla con esa gente que frena en la autopista cuando pasa por delante de un accidente. ¿No quieres mirar, pero miras? Este es tu libro.

Y ya que surge la mención a una autopista, localización en la que se desarrolla casi toda la historia, me dejo de rodeos. Porque esto es un atasco y aquí no hay adonde ir más que hacia delante.

La trama

Pronto será de noche narra la historia de un grupo de personas atrapadas en un atasco infinito. El mundo se acaba, ha llegado el apocalipsis y todos quieren huir, aunque no tengan a donde.

Las carreteras se colapsan y los conductores a tu alrededor se convierten en tu familia. Y como todo puede ponerse peor, en este fin del mundo, en esta cárcel al aire libre de la que nadie puede escapar, se produce un asesinato.

Samuel, un policía tan atrapado como los demás, se empeña en encontrar al asesino aunque sea esa una misión sin sentido. Al fin y al cabo, el mundo se acaba, todos van a morir, nadie le importa a nadie. ¿Qué más da? Da, porque cualquier excusa es buena para no pensar en lo que los persigue ni en lo que queda por delante. En cuánto tiempo tienen.

El mundo no se ha acabado, pero tampoco ha dejado de desmoronarse

Atrapado en ese atasco, en un ambiente asfixiante de calor y miedo, el lector va saltando de coche en coche, conociendo poco a poco las historias de cada uno de los protagonistas del libro, pero no demasiado, porque una de las bazas del autor es mantenerte en la ignorancia todo lo que puede. No sabes qué ha ocurrido, cómo han acabado aquí, qué han visto, de qué huyen ni a dónde van. Tampoco sabes quiénes son, cuáles son sus mentiras ni en qué dicen la verdad. De qué son capaces.

¿Qué harías si se acabase hoy? Si se acabase pronto. Si se acabase en cuanto anochezca.

Si harías algo, más vale que lo hagas.

Porque después no habrá nada.

Los personajes

En Pronto será de noche compartimos atasco con seis personas, cada una con su pasado y su motivación para huir, y todas sin futuro. Sin comida, apenas sin agua, solos y con la guantera llena de secretos, se enfrentan como pueden a esta situación. Y el modo en que el autor refleja el alma humana es uno de los puntos fuertes de la novela. Porque te los crees a todos y cada uno de ellos.

  • Samuel: Un madero empeñado en resolver el asesinato, en hacer una última cosa buena antes de que todo se acabe. Es el gran héroe de la novela, pero no te confundas, aquí todos ocultan algo, todos huyen de algo, y no siempre es del apocalipsis.
  • Alicia: ¿Qué mejor princesa en este cuento de muerte, que una chica joven, sola y embarazada?
  • Tote:  Un yonqui entrañable que ya no tiene nada que perder.
  • Cándido: El anciano misterioso. Extrañamente frío, extrañamente preparado para una situación surrealista como la que están viviendo.  Siempre dispuesto a ayudar, pero capaz de imponerse por las buenas o las malas.
  • Alfonso: El taxista, con todos los clichés que un personaje así puede cargar a la espalda. Malhumorado, antipático, un antagonista fácil de odiar.
  • Abreu: ¿Qué harías si, justo a punto de cumplir tu sueño, el mundo se fuera a la mierda? Es lo que le ocurre a este periodista y aspirante a escritor. Su futuro estaba casi resuelto y, de repente, el fin del mundo. ¿Quién no se cabrearía?
  • Inés: Una joven profesora con la terrible responsabilidad de cuidar de 52 niños encerrados en un autobús. Su fe ciega en dios la acompaña, pero ni Él es capaz de ayudar cuando el infierno se desata.
  • Ruth: Una mujer mayor que huye, como los demás, tras perderlo todo.
  • El hippie: Otro misterio. No sale de su caravana, no se mezcla en los asuntos de los demás, apenas se le ve. Pero, ¿por qué parece que cada vez que alguien habla con él, muere?

Sé que parecen muchos, parece complicado, pero no lo es. En absoluto. Están descritos con maestría, sin posibilidad de confusión. A lo largo de los capítulos, el lector se introduce en el coche de unos y otros, es copiloto en su recorrido, y los acabas conociendo como a uno más de la familia. Eso es lo que hace tan terrible pensar que uno de ellos tiene que ser el asesino.

Mirando a la oscuridad cara a cara

Pero, cuidado, que ellos no están solos. El atasco es infinito, así que hay mucha más gente ahí fuera, y no todos llevan bien una situación como esta. ¿Quién lo haría? Cualquiera puede volverse loco. El hambre, la sed, el miedo… ¿Quién te culparía si hicieras lo que fuera necesario para sobrevivir?

El miedo tiene muchas caras en esta novela. El fin del mundo es, por supuesto, la más grande, porque en ningún momento se te ofrece la menor esperanza de supervivencia, nadie aquí corre para escapar, solo para estar donde quieren estar cuando llegue el último momento. Pero frente a ese miedo primigenio hay otro mucho más tangible y diario. Un asesino real. Un montón de gente con la excusa perfecta para perder cualquier ápice de humanidad y convertirse en la bestia que en realidad somos los humanos. Pronto será de noche no duda en preguntarte cómo te comportarías tú en una situación así, y te ofrece todos los papeles posibles a interpretar.

Recuerda, enciérrate en el coche, porque cuando anochezca, tú puedes ser el siguiente.

El final

El mundo se acaba. No es un spoiler, es el comienzo. El fin del mundo ha llegado y es algo que te queda claro desde la página uno, así que, al igual que Samuel, lo único que quieres es encontrar al asesino. ¿Por qué? ¿Qué importa?

Bueno, importa.

Y el final de esta historia es tan perfecto como el resto de ella. El cierre adecuado, no sobra nada, no falta nada.

Esto es lo que ocurre cuando el mundo se acaba.

En resumen: Pronto será de noche

Pronto será de noche es una novela dura. Sumerge al lector en el último lugar del mundo en el que le gustaría estar, en medio del apocalipsis, atrapado en un atasco, rodeado de desconocidos, y con un asesino al acecho.  Le arrebata la comida, el agua, el aire y la esperanza. Y lo deja ahí.

El estilo no acepta medias tintas. En el apocalipsis no hay tiempo para fingir bondades, va a ser duro, y va a ser feo, y tú vas a vivirlo.

Este es un libro que se queda contigo durante mucho tiempo después de haber cerrado las páginas, y eso es algo muy de agradecer, pese a lo mal que puedas haberlo pasado.

Espero que el autor se haya quedado a gusto.

¿Te atreves a enfrentarte al apocalipsis?

Si quieres, puedes comprar esta novela en librerías o en Amazon a través del siguiente enlace:

Si te ha gustado esta reseña, o quieres hablar del libro, no te olvides de dejar un comentario más abajo. ¡Porfa!

Un abrazo, y hasta la próxima.

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