Fin de guardia
Hay asesinos que usan cuchillos,otros pistolas o incluso coches,pero todos ellos tienen un objetivo en mente:volverte loco. Al detective retirado Hodges, que dirige una agencia de investigación privada con Holly, le diagnostican un cáncer de páncreas: le quedan meses de vida. En ese momento Hodges investiga una serie de suicidios recientes con un punto en común: todos los fallecidos tuvieron relación con Brady Hartsfield, el tristemente famoso Mercedes, que hace años planeó volar una sala de conciertos de rock llena de adolescentes. Hodges y Holly dejaron al asesino en estado vegetativo del que no se ha recuperado. Sin embargo, el médico del hospital ha estado suministrando a Brady drogas experimentales que han supuesto que adquiera nuevos poderes, incluida la capacidad de mover objetos pequeños con la mente y de entrar en los cuerpos de ciertas personas vulnerables a su control. Desde su cama Brady ha ideado una aplicación del videojuego Zappit. En cuanto tiene al usuario bajo control, usa la aplicación para dominar su mente y arrastrarlo al suicidio. Sus objetivos son los mismos adolescentes que escaparon de la muerte, pero en realidad quiere atraer a Hodges al juego y vengarse. No sabe que está a punto de morir.
Lo bueno
- Los viejos personajes conocidos
- El cierre de la historia
Lo malo
- Cambiar el género negro utilizado hasta la fecha por algo paranormal sacado de la manga
- El malo se desinfla poco a poco hasta no dar ningún miedo
Conocimos a Bill Hodges hace dos años, cuando le tocó investigar y perseguir al asesino del Mercedes, Brady Hartsfield, quien utilizó un coche de esta marca para llevarse por delante a dos docenas de personas que hacían cola ante las puertas de una feria de empleo. Ahora, con Fin de guardia, nos despedimos de él.
Si Mr. Mercedes se ajustaba a los cánones de una novela de detectives, y con Quien pierde paga (Finders keepers) mantenía esa línea, en Fin de guardia Stephen King ha decidido regresar a su registro habitual e introducir en la historia elementos de tinte paranormal, telequinesis, posesión mental y zombificación. Para los que estamos acostumbrados a leer al maestro, esto no nos resulta tan chocante, y de hecho es como volver a casa, pero sí que es extraño cuando estás metido en una historia de tinte realista y se sacan algo así de la manga.
En cualquier caso, Fin de guardia es una novela muy entretenida y ágil que, sin ofrecer grandes sorpresas ni momentos memorables, te permite decir adiós a unos personajes a los que has cogido cariño de forma inevitable.
Escrita en tiempo presente, salta entre los puntos de vista de varios narradores y te da, de esa manera, la posibilidad de saber qué ocurre en todo momento y quién está haciendo qué.
Lo único que te recomiendo, si no has leído el libro, es que, quizá, dejes esta reseña para después. Porque el punto fuerte de la novela son los giros que va dando la historia, la evolución de Brady y sus nuevos métodos, y aunque no hago spoilers (jamás) sí es imposible reseñar el libro sin descifrar algunos de estos elementos, que no afectarán al final, pero sí te quitan esas sorpresas. Así que si puedes, no leas esta reseña antes de leer el libro. De hecho, como he leído por ahí, no leas ni siquiera la sinopsis. Abre la página uno y empieza.
El autor: Stephen King
Stephen King es un escritor estadounidense nacido en Maine en 1947
Poco se puede decir sobre él que no sepas, tiene más de cincuenta novelas escritas, entre las propias y colaboraciones con otros autores; y todas han sido best sellers.
Aunque se le conoce como El maestro del terror, ha tocado muchos temas y géneros diferentes como la fantasía, las distopías inspiradas en el viejo oeste, la ciencia ficción, la literatura realista y la policíaca como la trilogía que reseño hoy.
La trama
Han pasado un par de años desde el fin de Quien pierde paga, y ese tiempo se nota en nuestros protagonistas. Bill sufre unos dolores que pueden ser más graves de lo que está dispuesto a aceptar, y Holly se ha adaptado a su nueva vida como socia de la agencia de detectives de Bill, y aunque sigue siendo la misma persona retraída y obsesiva de siempre, está mucho más decidida de lo normal. Jerome se ha marchado a estudiar fuera y está aprovechando un tiempo sabático para colaborar como voluntario en una constructora de viviendas para gente necesitada.
Y Brady sigue ingresado en la clínica, convertido en un vegetal después del golpe que Holly le propinó en la cabeza para evitar la masacre del concierto de ‘Round Here al final de Quien pierde paga.
¿O no?
En la clínica se oyen rumores, cosas raras ocurren en su habitación, las persianas se mueven solas, las enfermeras sienten presencias. El doctor Babineau ha estado suministrando drogas experimentales a su paciente y quizá haya provocado algo que ya nadie puede detener.
Ante estos nuevos avances en Brady, Al el bibliotecario cree que una antigua consola de videojuegos Zappit puede ayudarlo a mejorar, pero lo que hace es abrirle una puerta al mundo exterior. Hay un videojuego capaz de provocar en las personas un estado de abstracción que, con sus nuevas habilidades, Brady encontrará más que interesante. Ahora puede entrar en la mente de los demás, y su venganza está servida.
Los personajes
Con Fin de guardia regresan los personajes conocidos de la trilogía, más mayores, algo distintos a como los dejamos la última vez, pero aún ellos. Quizá se puede echar de menos algo de complejidad en la descripción de sus personalidades, da la impresión de estar algo más desdibujados que en las novelas anteriores, puede que sea porque llegados a este punto ya los conocemos, o porque King ha preferido basarse en una trama sin tiempo para respirar, y dejar de lado las caracterizaciones. En cualquier caso, es un placer volver a estar con los amigos.
- Bill Hodges: El viejo Bill está sufriendo achaques, su salud se resquebraja y debe enfrentarse a una enfermedad que puede significar el fin de todo. Sin embargo, es feliz, le gusta su trabajo en la agencia de detectives que dirige con Holly, es feliz con su amistad con ella, ya no es aquel hombre que llegó a pensar en el suicidio. Su único problema es que Brady sigue vivo y, por lo que oye, aún es capaz de hacer daño.
- Holly Gibney: Holly sigue siendo la misma persona obsesiva, retraída y algo loca de siempre, pero la amistad de BIll, Jerome y la familia de este obran milagros en su forma de ser. Cada vez es más fuerte y segura, y ahora es capaz de tomar sus propias decisiones y luchar por lo que ama, hasta donde haga falta.
- Jerome Robinson: El joven estudiante aparece poco en esta entrega, la mayor parte de la historia la pasa lejos, en su trabajo para la ONG, pero al final regresará a casa para enfrentarse a la conclusión de la historia. Su hermana es atacada, Bill está enfermo y Brady está actuando de nuevo. No se podía cerrar el círculo sin él.
- Brady Hartsfield: El hijo de la gran …. se resiste a morir. El doctor Babineau y sus drogas han logrado despertar la parte de su mente que estaba dañada, y ahora es más fuerte que nunca. Puede entrar en las mentes de los demás, y su poder es cada vez mayor. ¿Qué mejor para un psicópata que solo desea vengarse de todos los que debieron morir en su último intento fallido?
El final
Puede que el final de Fin de guardia sea lo que menos me ha gustado del libro. Me explico, es lo que tiene que ser, sorpresa cero, de hecho se sabe cómo va a terminar desde la página quince, y eso de por sí resulta algo decepcionante.
Por otra parte, me parece que King nos lleva a este final por unos raíles cada vez más rápidos y desdibujados. El malo de la historia va perdiendo fuelle con cada capítulo, en lugar de ser más y más terrorífico, a mí me pareció lo contrario, y el gran enfrentamiento no tiene apenas fuerza.
¿Es un mal final? En absoluto. ¿Podría haber sido mejor? Sin ninguna duda.
¿La idea de elegir ese título es un spoiler brutal? YES.
En resumen: Fin de guardia
Terminamos Fin de guardia como era de esperar, un final redondo en el que cada personaje culmina su propio camino.
La trama nos devuelve al Stephen King habitual, deja de lado el género policíaco para acabar con una historia paranormal. Si lees este libro de manera independiente, como si no formara parte de una trilogía, cosa que se puede hacer casi sin ningún problema, no te extrañará en absoluto, pero si lo quieres leer como parte de un todo, a mí sí que me extrañó. Y esto, ¿a cuenta de qué? Pero bueno, tampoco me quejo, es Stephen King y al fin y al cabo es el mejor en este tipo de novelas, por lo que la historia que nos presenta en Fin de guardia es altamente inquietante y entretenida.
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¿Ya la has leído? ¿Conocías la trilogía? ¡No te olvides de dejarme un comentario!
Un abrazo, y hasta la próxima.
(Crédito de las imágenes: Google)