¡Hola a todos!
Hoy os echo encima un marrón, así, sin preguntar.
Muchas veces he leído en blogs como el (imprescindible) de Gabriella Literaria que es más fácil cumplir con las tareas si compartes tus propósitos con otras personas y te obligas a no defraudarlos. Por eso, Gabriela propone participar en sus grupos de escritura en Facebook en los que te comprometes a escribir determinado número de palabras al día y debes compartir con ellos si lo haces o no. Sin presión, ¿eh?
Pues bien, he decidido ir compartiendo con vosotros mis avances en la escritura de mi segundo libro porque si no, sospecho que no lo voy a terminar nunca. No sé cómo lo haré, aunque mi idea es escribir un artículo como este cada mes; ni si me durará mucho la buena intención, porque yo soy así de desastre; pero lo intentaré. ¿Me ayudas?
Así que:
El libro
Me encuentro ahora mismo en proceso de primera revisión, lo que significa que día sí y día también me encuentro a mí misma dándome cabezazos contra la pared y saltando del “esto es un horror, yo abandono” al “coño, cómo mola este capítulo, soy una crack”.
Además, debo admitir que abril ha sido complicado. He sufrido una serie de situaciones personales que me arrebataron las fuerzas para todo, para escribir y para vivir, así, en general. Estuve más de una semana sin sentarme ante el ordenador, vagando cual alma en pena por los pasillos de mi casa. Esto no es raro en mí, pero parece que no aprendo. Tras esos días sin hacer nada, el día en que me senté (sin ganas pero me senté) a retomar la escritura fue como volver a la vida.
Las palabras de Ray Bradbury regresaron a mi cabeza:
Escribo para que la realidad no me alcance
Pues eso.
Por desgracia, me acerco peligrosamente al final, que está sin escribir porque, aunque sé cómo va a acabar la historia, no sé todavía cómo enfrentarme a lo que será la escena clímax de la novela. Y ahí me esperan, tan vacías y blancas, las páginas de ese capítulo en mi proyecto de Scrivener. Admito que me da miedo llegar, quizá por eso estoy procrastinando más que nunca.
Eso sí, no se puede decir que esta revisión no esté resultando productiva. En resumen:
- He introducido un nuevo personaje
- He escrito nuevas escenas, y recortado otras
- He cambiado el orden de varios capítulos
- He perfilado detalles de personalidad de los protagonistas
No está mal, ¿no?
El blog
El blog va cogiendo carrerilla, y entre reseñas, información sobre En el punto de mira, y artículos sobre mis historias, este mes he publicado varias cositas:
- Una nueva reseña sobre En el punto de mira, en este caso publicada por Náyade García en su blog: El mundo de Naya. Podéis leerla aquí
- Por fin salió el cortometraje en cuyo guión participé para el festival Tenerife Noir. Este festival no me ha dado más que alegrías y buenas experiencias, y este corto fue una de ellas. Aquí lo tenéis, por si queréis verlo
- La lectura del En el camino, de Jack Kerouac, me marcó. Un libro increíble que reseñé aquí
- Y como me marcó tanto, me hice una investigación sobre el autor y encontré estos 20 consejos de Jack Kerouac para la escritura (y la vida)
- Tuve la enorme suerte de encontrar dos grandes libros seguidos, En el camino y La casa de hojas. Este último, impresionante, sin palabras, no puedo dejar de recomendarlo. Solo os diré que mi reseña fue tan entusiasta que hubo lectores que me mandaron fotos tras ir a comprárselo. ¿Qué más se puede pedir?
Otras actividades
Un zasca en toda la boca
Este mes he vivido una experiencia maravillosa que me sorprendió y me dio un “Zasca” enorme en todos los morros.
Hace unos meses, una lectora, profesora para más señas, me sugirió introducir En el punto de mira en el plan de lectura de su instituto para las clases de 4º de la ESO (si sois unos ignorantes en el sistema educativo actual, como yo, traduzco: unos 15 años). Le dije que sí, claro, y cuál sería mi sorpresa cuando me dijo que a los chicos les había encantado y que querían una charla durante la feria del libro.
¡Pensé que me moría de miedo!
A ver, no tengo mucha experiencia con adolescentes, ni siquiera me gustaban demasiado cuando yo era una de ellos, así que me temía una escena tipo Mentes peligrosas, niños armados y lanzándome cosas. Sí, mi mente funciona así de bien.
Pues, ¡zasca! Todo lo contrario. El 30 de abril llegué allí y me encontré dos turnos de 50 chicos cada uno pendientes de lo que decía, haciendo preguntas, charlando conmigo, quedándose al terminar… ¡Maravilloso!
Hasta ahora, mi interacción con los lectores cara a cara se había limitado a presentaciones tipo “compra mi libro, que mola un montón”, pero nunca me había reunido con gente que ya lo hubiera leído, que quisiera saber cómo y por qué y de dónde… Incluso con recriminaciones, me encantó el modo en que los personajes les habían llegado y me pedían explicaciones sobre por qué había hecho tal cosa en vez de tal otra… ¡Feliz!
No solo estoy encantada con la experiencia y agradecidísima a la profesora por proponerme su idea, sino que me encantaría repetirla ¿No es eso el colmo de los zasca?
Un sorteo por el día del libro
Coincidiendo con la semana del día del libro, la grandísima Silvia Estivill, también conocida como CINEMA ADICCIÓN, y yo organizamos un sorteo en twitter en el que ofrecíamos un ejemplar en papel de En el punto de mira, a cambio de seguirnos a las dos y retuitear el tweet en el que lo promocionábamos. La acogida fue fantástica y aprovecho para dar las gracias a todos los participantes y, sobre todo, a Silvia, que fue quien tuvo la idea.
La ganadora del sorteo fue @judith2041, Judith Shorter, y por lo que sé el libro ya está en su casa. ¡Espero que le guste!
Mis lecturas del mes
- En el camino, de Jack Kerouac. Un libro increíble sobre la libertad, la amistad y la vida. Después de leerlo quiero un cadillac, una noche de alcohol y drogas, dormir bajo las estrellas, enamorarme de alguien a quien olvide mañana, recorrer las ciudades en compañía de nuevos amigos, escuchar jazz en un antro lleno de humo, conducir como si la muerte me exigiera su pago. Quiero subirme a un coche con Sal y Dean, con Jack y Neal, y no frenar nunca. Sí, me encantó.
- La casa de hojas en un libro diferente a todo lo que has leído. Tres historias, tres narradores de los que no te puedes fiar, un documental que no existe, una casa que cambia, un texto que se mueve. ¿Verdad o mentira? Imposible distinguirlas, pero yo elegí creérmelas. Todas. 10 sobre 10 a este libro.
- La novela gráfica de Gris Grimly sobre Frankenstein. Una belleza de libro. La parte gráfica, entre el gótico y el steampunk, es bellísima, y perfecta la manera en que se adapta a la historia y utiliza las imágenes para contar sin palabras. La historia ya la conocemos, el maravilloso clásico de Mary Shelley. La única lástima fueron una serie de errores de maquetación o edición que cortaban algunas palabras por la mitad sin ningún cuidado. Aun así, bellísimo
- Recién terminado Mientras mueres, una novela negra de Javier Hernández Velázquez que reseñaré en cuanto tenga un momento. Parte de la historia se desarrolla en unas Islas Canarias gobernadas por Marruecos. ¿Novela negra distópica? Tendréis que leerlo para saberlo
Y el mes que viene…
¡A seguir escribiendo! Por supuesto. Además, se celebra la feria del libro en mi ciudad, Santa Cruz de Tenerife, y tenemos libro nuevo de Mikel Santiago, de Preston y Child, de Harlan Coben, de Joe Hill… Así que a lo mejor la próxima vez que sepáis de mí os escribo desde debajo de un puente.
Por otra parte, no quiero vender la leche antes de tener la vaca comprada y ordeñada, pero me han propuesto adoptarme para la iniciativa Adopta una autora, ¡y me hace una ilusión que me muero! Ya os contaré más, a ver si sale.
¿Y vosotros? ¿Qué tal ha ido vuestro mes de abril, y cómo se presenta mayo? ¡Contádmelo!