¡Hola a todos!
Aquí estamos otra vez, acaba un año, comienza otro, y ambas cosas me encuentran leyendo. Que al menos nos quede eso, ¿verdad? Que tal y como anda el mundo, no es poco pedir.
En fin, este trimestre he tenido tiempo de leer 20 libros y publicar 6 artículos en el blog.
¿Los repasamos?
El blog en invierno
Vamos con el repaso a los artículos publicados en los últimos tres meses. ¿Te habías perdido alguno?
- Finaliza el año, como es costumbre con el reto lector y TOP 5 de 2021. Un booktag con lo mejor y lo peor. ¿Te atreves a responder al cuestionario?
- La primera reseña del año fue un ensayo sobre la figura del héroe en la literatura. O eso nos vendieron, porque luego, no. Reseña de El héroe, de Lee Child.
- Con el triste fallecimiento de Almudena Grandes, quise recordar aquel año en que pude conocerla en la Feria del libro de Madrid, y reflexionar sobre la importancia de los encuentros con los lectores. No con los escritores, ojo, sino con el público.
- Siguiente reseña, una novela que me sorprendió. ¿Qué me puede atraer a mí de una historia de dos mujeres embarazadas? Pues toma sorpresa, una novela que me encantó. Reseña de Secretos ocultos, de Michael Robotham.
- ¿Os acordáis del artículo con MIS 20 mejores escritores de novela negra? Me llovieron hostias como panes por no incluir o conocer a los que otros consideraban los mejores del mundo mundial. Así que tuve que publicar este artículo con los 20 mejores escritores de novela negra que no conozco. Lo primero es reconocerlo.
- Y finaliza el invierno con la reseña de una novela que se fue, directamente, al TOP 5 del año. Una historia en la que lo importante no es lo que te cuentan, sino lo que no te cuentan, mentiras, secretos, excusas… Todo lo que valga para justificar tu implicación en un hecho que puede acabar con tu hija en la cárcel. ¿Qué harías por tu familia? Descúbrelo en la reseña de Una familia normal, de Mattias Edvarsson
Lecturas de invierno 21-22
Las sombras del parque, de Hugo Andrés Castro
Ojalá hubiera leído la predecesora a Las sombras del parque. No porque no haya sido capaz de disfrutar de esta continuación sin conocer los antecedentes, sino por todo lo contrario. He disfrutado tanto de la historia que me quedo con ganas de saber más. Porque Las sombras del parque es fantástica a la hora de dejar claro desde el principio cómo has llegado hasta aquí y quién es cada uno, no te pierdes en ningún momento, y luego empieza a enredarse en una trama en la que no hay nadie bueno que me ha gustado muchísimo. Los buenos son asesinos, los asesinos son psicópatas, los que pasan por ahí tienen sus secretos oscuros, sus dudas, sus angustias. Uno de los puntos fuertes de esta historia, sin duda, son los personajes.
Quizá falla en su longitud, me sobraron capítulos enteros, y en los diálogos que necesitan tijera más que un sastre, pero son dos problemas irrelevantes es una historia más que atractiva y que avisa continuación. Estaré pendiente.
Sangre de lobos, de Alberto Rojas
No importa que te gusten las historias basadas en la Segunda Guerra Mundial y el mundo nazi o que huyas de ellas como de la peste, coincidirás conmigo en que da la sensación de que ya lo has leído todo sobre este tema, todas las historias, todos los personajes, todos los giros los has leído ya o los has visto en las películas.
Aunque Sangre de lobos me gustó y me sorprendió en determinados aspectos, en líneas generales no deja de ser más de lo mismo. La posguerra española y los nazis alemanes, con un toque de espionaje inglés que se agradece muchísimo.
Porque, como digo, es una novela que me ha gustado y que mejora a medida que vas pasando páginas. Entretenida e interesante, con un toque de realismo, en protagonistas y eventos, muy de apreciar.
El héroe, de Lee Child
Este librito (111 páginas) se vende como un ensayo sobre la figura del héroe a través de la historia, y no sé si es que yo lo entendí mal, ero ni ensayo ni héroe ni figuras. Eso sí, mucha historia.
Desde su particular punto de vista (que me encanta, todo hay que decirlo), Lee Child repasa la evolución de los seres humanos hasta la creación del lenguaje y, muy por encima, la aparición de los héroes protagonistas de los relatos.
Lo mejor del libro es el texto Sobre Jack Reacher, en el que habla de este personaje al que, ya lo sabéis, adoro fuerte.
Mi reseña, aquí
La tercera puerta, de Lincoln Child
Mitad novela de investigación mitad novela de aventuras, arqueología, tumbas egipcias, un escenario tóxico en el que cualquier error puede matarte y una maldición sobre cualquiera que se acerque a la momia del primer faraón de Egipto. ¿Qué más se puede pedir? La novela ideal para pasar un buen rato, no puedes dejar de leer y la disfrutas como una vieja película de aventuras. Ni más ni menos.
Mi reseña, aquí
Porno (Trainspottin 02), de Irvine Welsh
Una decepción. No es que la historia en sí sea mala, pero se me hizo taaaaaaaaaan larga (y no quiero hacer un chiste sexual). Se pasa seiscientas páginas hablando de lo mismo y de la misma manera. No hay más. Aquí y allá intenta crear otra subtrama, pero apenas le da relevancia entre tanto polvo y tanto porno. Que no es que tenga problemas con el sexo, pero me aburrió hasta la saciedad.
Creo que le falta la frescura, el cinismo y la mala leche de la primera entrega y los ha sustituido por un intento constante de escandalizar, que más que escandalizar, aburre. Y mucho.
Toxic Detective, de Claudio Cerdán y Sergio Carrera
Hay ocasiones, gracias a Dios, en que las expectativas no defraudan. Son pocas, quizá, pero qué gusto.
Sobre todo en mi caso, que no estoy muy metida en el mundo del cómic, era un riesgo, pues podía no entenderlo o no saber apreciarlo como es debido.
¡Al contrario!
Toxic Detective no me ha defraudado, me ha conquistado. Es un cómic negro, negrísimo como la inmundicia de la ciudad, que parte de una historia de amor imposible para acabar en una trama de vileza absoluta. Con un protagonista magnífico y un par de giros o descubrimientos que me han hecho aplaudir.
¿Un fallo?
Que, sin desmerecer la mano del dibujante, Sergio Carrera (una máquina, qué pasada de dibujos y qué bien integrado todo en la historia), ojalá hubiera sido una novela de 400 páginas. Me resultó tan, tan corta. ¡Yo hubiese querido más!
Los últimos días de nuestros padres, de Joël Dicker
No me gustan las novelas de Joël Dicker, ¿vale? Empecemos por ahí. Por eso me hizo tanta ilusión cuando comencé Los últimos días de nuestros padres y me pareció magnífico. La historia de unos jóvenes reclutados para el servicio secreto británico durante la Segunda Guerra Mundial; los duros entrenamientos, las relaciones que se establecen entre ellos y el fantasma de la guerra por delante.
Por desgracia, mi alegría no tardó en venirse abajo. Esta es una novela manipuladora, escrita para conmover al lector con trucos fáciles y (eso sí) efectivos. Te pasas la lectura con el corazón en el puño porque va tocando la fibra una tras otra y, sin embargo, lo hace a base de romantizar el dolor y la guerra, que parece preciosa porque qué bonita es la amistad.
Consigue lo que busca, pero lo que busca no es lo que yo esperaba en una historia sobre este tema.
Una familia normal, de Mattias Edvarsson
Qué maravilla. Cómo me ha gustado esta novela. La historia de un asesinato desde el punto de vista de tres personas afectadas por el crimen: la joven acusada y sus dos progenitores. Cada uno con una forma de verlo y de enfrentarse al suceso, cada uno con sus propios secretos y mentiras y excusas.
La novela va dando giros y giros hasta que comprendes que no puedes fiarte de nadie, ni siquiera de la justicia (mucho menos de la justicia) y solo puedes dejarte llevar por la historia.
Magníficos personajes y magnífico planteamiento.
Magnífica lectura.
Viaje al centro de la Tierra, de Jules Verne
Sigo con Verne, que si sí, que si no. Por un lado, me encantan las historias, la trama, la aventura, la imaginación… Por otro, me matan de aburrimiento las constantes descripciones que detienen la acción y algunos protagonistas, como el de esta novela, al que le daría dos tortas a ver si espabila (apología de la violencia, sí). Que no puede pasarse un protagonista toda la novela quejándose y temblando de miedo, hombre por favor.
Víctima del crimen perfecto, de Pepe Martínez Carrascosa
Una novela sorprendente por su protagonista. ¿Qué vas a hacer cuando te jubiles? Pues ponerte a matar. Porque el aburrimiento es muy malo y tú estás harto de que te tomen por el pito del sereno y la lista de los peores asesinos en serie de España necesita un nuevo nombre. Pues con esta frialdad se narra todo, para lo bueno y para lo malo. Me he reído lo mío con las reflexiones de este protagonista, aunque habría agradecido algo de sentido común en el resto de personajes y, también, cierta variedad en la narración, que llega a resultar repetitiva.
La pirámide (Wallander 09), de Henning Mankell
Mi decepción del trimestre. Si siempre digo que los relatos cortos no me terminan de gustar porque falta espacio para el desarrollo de las historias, mucho más en un autor cuya maestría se basa, precisamente, en el desarrollo de sus historias.
Los relatos que forman La pirámide me han parecido demasiado similares entre sí, tanto en las víctimas como en la investigación, los giros e incluso algunos hechos que se repiten en todos. Y me han parecido demasiado rápidos. No he podido disfrutar de las reflexiones que caracterizan a este personaje ni de la ambientación o descripciones. Una pena.
Alma frágil, de Juan Yanni
Por favor, por favor, nota para escritores ya sean autopublicados o de la editorial más grande del planeta, por favor, revisad las novelas antes de publicarlas, porque no había terminado el primer capítulo y ya me estaba planteando abandonar la lectura. Errores ortotipográficos y gramaticales de desesperar. Por favor.
Quitando este detalle, Alma frágil es una novela entretenida con un inicio muy atractivo que se diluye en escenas insustanciales a medida que avanzan las páginas. Mal vamos si la policía a cargo de la investigación está más interesada en salir de fiesta con los implicados en el caso que en resolverlo. Todo el mundo es muy guapo y muy sexy y muy estupendo y el asesino se descubre a sí mismo en una maniobra rocambolesca para llevarnos ya cuesta abajo y sin freno hacia un final del que prefiero no hablar.
Podría haber sido mucho mejor.
Y te irás de aquí, de Patricia Kal (Lorenzo Silva)
Hace un tiempo escribí un artículo hablando sobre los escritores famosos rechazados por editoriales. Dicho artículo nació a raíz de la polémica generada por este libro, que fue presentado por Lorenzo Silva a editoriales, sin decir que era suyo, y todos la rechazaron. No entendí cómo era posible que la rechazaran, siendo de un autor como él. Hoy empiezo a comprenderlo.
Puede que Lorenzo Silva escriba muy bien, pero esta novela no me ha gustado nada. Una de las protagonistas es insoportable y la otra no te la crees ni drogado, la historia de amor no es una historia de amor, sino una serie de lecciones interminables sobre historia, política y filosofía, y los pocos personajes que se cuelan entre lección y lección son clichés que van del bueno buenísimo al malo malísimo sin nada en medio.
A ver si va a ser por esto por lo que la rechazaron las editoriales.
64, de Hideo Yokoyama
Uno de mis propósitos para este año fue leer más novelas ambientadas en países exóticos, entiéndase por exóticos todo lo que no pertenece al anglocentrismo europeo y yanqui. Y he aquí mi primera lectura en cuestión: una novela de la que me habían hablado maravillas y que, a grandes rasgos, se ha confirmado como una gran lectura.
64 es una novela de más de 600 páginas que algunas personas me habían avisado de que se hace larga pero no. Es verdad que es larga y, en ocasiones, parece lenta pues se centra en las reflexiones y vueltas a la cabeza del protagonista, pero este pobre hombre vive tan angustiado por las cosas que ocurren en su trabajo como director de Relaciones con los medios de una comisaría local de Tokio que te transmite la tensión.
Por desgracia, es una tensión con la que no terminas de empatizar del todo, pues, como española, veo a diario como el honor, la palabra y la lealtad no tienen ninguna importancia, al contrario que en Japón, y cosas que vuelven loco al protagonista aquí no significarían nada.
Por otro lado, a mí sí que me han vuelto loca la ingente cantidad de personajes y nombres similares. Menos mal que hay una guía al fina, que si no, no habría entendido la mitad.
En cualquier caso, más que recomendable.
Arena negra (Vanina Garrasi 1), de Cristina Cassar Scalia
En algún sitio la definen como una novela deliciosa y, por mi parte, coincido con ese adjetivo. Arena negra es una novela policiaca que, aunque se sitúa en la actualidad, investiga un caso que nos remonta a mediados del siglo XX, y ese aire a Italia de los 50 se entremezcla con la ceniza que llueve constantemente desde el Etna y recuerda más o menos a las historias de Agatha Christie, salvando las distancias. Unos personajes atractivos y una trama que se desarrolla dando bandazos que mueven al lector de un sospechoso a otro al tiempo que nos introduce en la vida, caótica y juerguista, de la detective principal del caso.
Ada o el ardor, de Vladimir Nabokov
En mi propósito de no dejar de lado la literatura clásica, me embarqué en esta historia que me ha proporcionado gozo y tortura por igual.
Me ha fascinado el modo en que está escrita, el ritmo y la estructura de las frases, las ideas, las simbologías. La literatura, en resumen. Pero he detestado la trama. La historia de dos primos que se enamoran – acuestan me interesaba tanto como el listín telefónico, y aunque los personajes están muy bien dibujados y me resultaron atractivos e incluso divertidos (es una novela muy divertida, por otro lado), su historia me daba igual. Completamente.
Si todavía hubieran sido 300 páginas… ¡Pero es que son 600!
Memoria total (Amos Decker 1), de David Baldacci
Tras finalizar la saga de Will Robbie, vuelvo con David Baldacci, uno de MIS 20 mejores escritores de novela negra para descubrir a un nuevo protagonista que me ha hecho estallar la cabeza. Amos Decker se echa un aire a mi querido Jack Reacher, es un tipo enorme con las habilidades sociales de una piedra, pero Amos tiene algo que lo diferencia del resto del mundo, una memoria enfermizamente privilegiada y una forma muy particular de ver (esto es literal). También tiene un pasado doloroso y muchas ganas de lo que dejen en paz. Con todo esto, la aparición de un sospechoso del asesinato de su mujer y su hija y el ataque a un instituto son las únicas cosas que podrían traerlo de vuelta al mundo real.
A por la siguiente, sin dudarlo.
Love Song, de Carlos Zanón
Si leíste mi reseña de Taxi, ya sabrás que Carlos Zanón es uno de mis TOP de las letras en castellano, por no decir de las letras, a secas, y esta novela no ha hecho sino confirmar mi devoción absoluta por su trabajo.
Love song es la historia de tres amigos, músicos, que tras sendas carreras en las que todos han triunfado pero no tanto como quisieran, deciden recorrer la costa mediterránea tocando en lugares pequeños, minoritarios, para espectadores que ni los conocen ni han oído hablar de ellos.
Y mientras tratan de averiguar si aún conservan esa chispa, lucharán por encontrarse a sí mismos, quiénes son y cómo se relacionan con los demás.
Una historia de amor, amistad y lealtad, escrita por un poeta de las letras y las ideas.
Maravillosa.
Mi comentario, aquí, hasta que publique la reseña, próximamente.
El barón rampante, de Italo Calvino
Después de la intensidad de mi anterior lectura, necesitaba algo más ligero, y la lista de pendientes me ofreció la opción perfecta. Esta novela, de menos de 300 páginas, es rápida, ágil y muy divertida.
La historia de un noble de 12 años que un día decide subirse a un árbol y no bajar más. ¿Una rabieta? Sin duda, pero la llevará hasta las últimas consecuencias, y a lo largo de su peculiar historia conocemos a toda su familia, amigos y geniales aventuras.
La rubia de hormigón (Harry Bosch 3), de Michael Connelly
La saga de Harry Bosch ya me había enganchado desde su primera entrega, pero ha sido esta tercera la que ha terminado de enamorarme. Una novela redonda, una trama legal impecable y una trama procedimental con la persecución de un asesino que no te permite soltar el libro.
Ya dije que Bosch me recordaba en ciertas cosas a Wallander, y lo sigo pensando, esa naturalidad, lejana del efectismo y los superpoderes deductivos de tantos protagonistas, la profundidad de sus razonamientos, la rutina…
Magnífica.
Mi comentario, aquí
Mis libros
Sigo agradeciendo los comentarios que mis novelas todavía generan entre los lectores, tanto En el punto de mira como Sangre en las manos y Zed está muerto. ¡Muchísimas gracias a todos! Me siento muy halagada de que, tanto tiempo después de su publicación, aún os interesen. ¡Seguid leyendo!
Comentarios de Zed está muerto: Amazon. Goodreads
Comentarios de En el punto de mira: Amazon. Goodreads.
Comentarios de Sangre en las manos: Amazon. Goodreads.
Recuerda que:
Y así concluimos el invierno 2021 – 2022.
No ha sido mala manera de empezar el año. Aunque admito que en momentos encadené lecturas decepcionantes, también he descubierto grandes maravillas. ¡Ya tengo dos para el TOP 5 del año!
¿Qué habéis leído vosotros en estos meses?
Felices lecturas, y hasta pronto