¡Hola a todos!
Ya se acaba el invierno (ojalá esto fuera una metáfora) y dejamos atrás los meses de frío, de quedarse en casa bajo las mantas y enfrascarse en una buena lectura con la excusa del mal tiempo. Que también, quién necesita excusas, pregunto yo.
Este invierno he tenido que relajar ligeramente el ritmo de publicación del blog, pues no me da la vida ni, sinceramente, las ganas. Quizá me estoy cansando de remar directa a la cascada. En fin, cosas mías.
El caso es que he publicado 7 artículos, entre reseñas y mis divagaciones habituales, y he leído 24 novelas.
¿Lo repasamos?
Mis libros
Sigo agradeciendo los comentarios que mis dos novelas todavía generan entre los lectores, tanto Zed está muerto como En el punto de mira. ¡Muchísimas gracias a todos! Me siento muy halagada de que, tanto tiempo después de su publicación, aún os interesen. ¡Seguid leyendo!
Comentarios de Zed está muerto: Amazon. Goodreads
Comentarios de En el punto de mira: Amazon. Goodreads.
Comentarios de Sangre en las manos: Amazon. Goodreads.
Recuerda que aquí puedes leer los primeros capítulos de Zed está muerto, aquí los de En el punto de mira y aquí los de Sangre en las manos
Y aquí tienes las primeras reseñas de los lectores de Sangre en las manos
El blog en invierno
Aquí te presento todos los artículos que he publicado en estos últimos tres meses. ¿Te habías perdido alguno?
- Una novela que recomiendo sin dudar si quieres sumergirte en los bajos fondos de una Italia de traiciones, pornografía y corrupción. Reseña de Desaparecida, de Romano de Marco.
- Todas mis lecturas del año, los mejores personajes, tramas, giros, finales y, por supuesto, el TOP 5 de las mejores novelas que leí en 2020.
- No nos ofrece lo mismo que encontramos en sus historias largas, pero nos permite conocer facetas del personaje que no habíamos visto hasta ahora. Reseña de Noche caliente (Saga Jack Reacher), de Lee Child
- A los lectores nos apasiona hablar sobre libros. Y leer sobre libros. Y sobre gente que ama los libros. Por ejemplo, con estos 10 libros para amar los libros.
- Lojacono es desterrado a una comisaría con un oscuro pasado, en la que se juntará a otros cuatro bastardos, investigadores desterrados de sus respectivas comisarías por diferentes motivos. Reseña de Los bastardos de Pizzofalcone (Inspector Lojacono #2), de Maurizio de Giovanni
- En este post, como celebración del Día de la mujer, quise rendir un homenaje a los personajes femeninos de la literatura criminal. 10 personajes femeninos en la novela negra.
- Y acabamos el otoño con el gran batacazo. La culminación de una de mis sagas favoritas con una última entrega digna de olvidar. ¿Por qué? ¿Cómo has podido hacerme esto a mí? Toda una decepción. Reseña de La última causas perdida (Kenzie & Gennaro 6), de Dennis Lehane
Lecturas de invierno 2020 – 2021
Noche caliente, de Lee Child: Dos historias cortas protagonizadas por Jack Reacher, el afamado policía militar retirado que se dedica a recorrer Estados Unidos como un héroe de acción de mala leche y puño fácil. En esta ocasión lo conocemos de adolescente, durante la ola de calor que arrasó Nueva York el mismo año en que el asesino conocido como El hijo de Sam hacía de las suyas. En la otra historia, ya es un policía militar, y lo vemos resolver el asesinato de una joven promesa de la jerarquía de la Armada.
Puedes leer mi reseña aquí
El enigma Stonhenge, de Sam Christer: La comparan con El código Da Vinci y no, pero sí es una entretenida novela de suspense, con una secta que adora a los dioses ocultos en las piedras del monumento, un arqueólogo cuyo padre se suicida entre un montón de secretos y una policía que se envuelta en la investigación de varias desapariciones y asesinatos alrededor de la zona.
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Fulgor, de Manel Loureiro: Mira que había escuchado mil veces la comparación de Loureiro como el Stephen King español y, hasta el momento, nunca me lo había parecido. Hasta el momento. No es que Fulgor se parezca a las obras de Stephen King, es que en algunos aspectos de la trama resulta hasta un plagio. Eso sí, a su favor tiene el hecho de que, como buena historia de san King bendito, resulta emocionante y adictiva. En contra, que Loureiro no es san King bendito, y eso se nota en su tratamiento de algunos elementos, como los personajes. Aun así, la recomiendo.
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Filosofía del tocador, de Marqués de Sade: Esta es la primera vez que leo una obra del afamado marqués y, al mismo tiempo, la primera vez que leo una obra censurada y polémica en su momento cuya censura y polémica comprendo.
A nivel erótico, resulta difícil de asimilar que se escribiera en el siglo XVIII, por lo explícito de las escenas y las ideas que propone, y, hablando de ideas, a nivel filosófico (que por algo la obra se llama así), resulta aún más polémica que entre las sábanas. Una obra para reflexionar, aunque nadie me hubiera avisado de ello.
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El confesor (Gabriel Allon 03), de Daniel Silva: Después de lo muchísimo que me gustó La chica inglesa, la primera novela que leía de esta saga y que se llevó varios premios en mi booktag de 2020, no tardé mucho en comenzar la saga por el primer libro traducido, El confesor, y aunque se notan los años transcurridos, me ha parecido tan maravilloso como el anterior. Una trama que involucra las más altas esferas vaticanas y el holocausto judío, un thriller de asesinos, venganzas y secretos, y el gran Allon en todo su esplendor. Fantástica.
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Libertad bajo palabra, de Octavio Paz: Últimamente me ha dado por la poesía. Creo todo escritor que se precie debe leer poesía si quiere aprender a jugar con las palabras y, aunque es un género que nunca he abandonado, me he propuesto dedicarle más atención. Y Libertad bajo palabra fue la obra elegida. No me decepcionó. Si quieres aprender a manejar el lenguaje, Octavio Paz es un gran maestro.
La dama del lago (Geralt de Rivia 07), de Andrzej Sapkowski: No puedo pedir una manera mejor de terminar la historia del brujo (que no la saga, ojo, pues tras esta se editó una precuela, gracias a Dios por los favores pequeños). En esta última entrega, recuperamos al brujo que lucha contra monstruos, batallas épicas, pero épicas de verdad, y malvados de erizarte la piel.
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La granja, de Tom Rob Smith: Después de El niño 44 y El discurso secreto, no podía dejar pasar esta novela del mismo autor que, además, tenía una sinopsis más que atractiva. Tu madre huye del psiquiátrico en el que la ha encerrado tu padre, y ambos cuentan historias contrarias sobre las causas de su encierro. ¿Está loca paranoide o es todo un complot? ¿A quién crees?
Por desgracia, lo mejor de la novela es la sinopsis. La intriga psicológica se queda en nada, los personajes son absurdos en su mayoría y el duelo de versiones no existe. Una lástima.
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Punto de partida, de Eldan Garly: Sin tener mucha experiencia como lectora de poesía, debo decir que me ha gustado muchísimo este poemario. Obras evocadoras, frases impecables, ideas e imágenes inspiradas por la palabra justa en el momento exacto. Muy recomendable.
El caso Hartung, de Søren Sveistrup:
No sé si esta novela es de esos ejemplos que definen el género negro nórdico, no soy fan de las etiquetas, pero sí que encaja a la perfección en lo que es una novela negra. Una serie de asesinatos aterradores (narrados con una claridad que pone los pelos de punta) y una pareja protagonista impecable. Una novela, en resumen, fantástica.
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El eco negro (Harry Bosch #1), de Michael Connelly:
Llevo años queriendo leer las novelas de Michael Connelly, me las han recomendado con insistencia y el pobre Harry Bosch me echaba miraditas ofendidas desde la lista de lecturas pendientes. Pues bien, por fin llegó su momento. Y confirmo lo que ya me habían dicho, es un personaje estupendo. Algunos clichés en la historia, quizá, pero los clichés son clichés porque funcionan, así que… A por el siguiente.
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La hierba de las noches, de Patrick Modiano:
En numerosas ocasiones he leído esa frase hecha que dice que la ciudad en la que se desarrolla es un personaje más en determinada novela. No es el caso de La hierba de las noches; en esta historia, Paris es el único protagonista. El único que importa, al menos, pues ni el personaje principal ni los secundarios ni lo que le s ocurre parece que tenga la menor relevancia entre unas páginas que, simplemente, sirven como excusa para pasear por estas calles en blanco y negro. Y esto no es una crítica. Al contrario. Me ha encantado esta novela corta.
Los bastardos de Pizzofalcone (Inspector Lojacono #2), de Maurizio de Giovanni:
Me encantó El método del cocodrilo, la primera entrega de esta saga, y aunque Los bastardos de Pizzofalcone representa un giro radical respecto a aquella, no me ha gustado menos. En esta ocasión, los casos no son tan importantes, de hecho, ni siquiera tienen gran interés, pero los protagonistas… ay, esos bastardos. Qué bueno es de Giovanni dibujando protagonistas complejos, con sus profundidades y giros.
Tienes mi reseña aquí.
Intemperie, de Jesús Carrasco
Conocí esta novela gracias a la película de Benito Zambrano, con Luis Tosar, y la historia me llamó la atención desde el primer momento, un niño que escapa de su pueblo y de su familia en la España de principios de siglo, un pastor solitario, un alguacil que persigue al pequeño por razones que ignoramos. El western en tierras patrias, en la soledad y la crudeza de un páramo abandonado. La novela es así, asfixiante y cruda. Por desgracia, su autor se recrea en demasía en las descripciones y la utilización de vocablos de la época y el ambiente que el lector actual no logra comprender a la primera lectura. Esto no es malo de por sí, pero sí dificulta dicha lectura hasta el nivel de impedir el disfrute de una historia magnífica.
Mala suerte (Jack Reacher #11), de Lee Child
Cada novela de esta saga me gusta más que la anterior. El enemigo, Morir en el intento, Trampa mortal, El camino difícil… ¡Y ya me enamoró con la primera entrega!
En Mala suerte, Reacher debe reunirse con sus viejos compañeros de unidad para vengar la muerte de un antiguo colega y la desaparición de otros. Puro Reacher, pura mala leche y determinación, la vieja lealtad, el paso del tiempo y la misma fuerza de siempre. Cómo me gusta este personaje.
Justicia auxiliar (Imperial Radch #1), de Ann Leckie
Una maravilla. No sé mucho de ciencia ficción, pero créeme si te digo que esta novela es una maravilla. Todo en ella es original, los personajes, los giros, los mundos… No voy a decir más para no destripar nada, pero si te gusta leer, búscala.
La última causa perdida (Kenzie & Gennaro #06), de Dennis Lehane
Ay, qué dolor. Una de mis sagas favoritas, Un trago antes de la guerra, Plegarias en la noche… Uno de mis autores fetiches, algunos de mis personajes más adorados. Y acabarla así. ¿Por qué? ¿De dónde ha salido este despropósito?
Kitchen, de Banana Yoshimoto
Hace poco me di cuenta de que tenía completamente abandonada la literatura asiática. No es que nunca hubiera leído nada de los países del lejano oriente, pues creo que he caído en casi todo lo de Murakami, pero poco más. Y Kitchen venía bien recomendada, así que le di una oportunidad. No salió bien. No sé si es por la diferencia cultural o social, pero el caso es que no logré empatizar con los personajes, lo que hacía, lo que sentían o su modo de comportarse. Si hubiera sido una novela larga, seguramente la habría dejado a la mitad. Como era un relato de 160 páginas, la acabé, pero por compromiso.
El libro de las ilusiones, de Paul Auster
Hay escritores que nunca defraudan, y Paul Auster es uno de ellos.
En El libro de las ilusiones descubrimos a un profesor de universidad que, tras perder a su familia en un accidente de avión, se obsesiona con un actor cómico del Hollywood del cine mudo que desapareció cuando comenzaba a despuntar y del que nunca más se supo nada. Aquellas viejas comedias son las únicas que logran arrancarle una sonrisa, así que se embarca en la escritura de un ensayo sobre sus obras.
La publicación de ese libro despertará viejos fantasmas y, quizá, resuelva el misterio de la desaparición de Hector Mann.
Aunque en algunos momentos puede hacerse larga, con el análisis de las películas del actor, a El libro de las ilusiones no le sobra ni un párrafo. Puro deleite.
Los crímenes de Alicia, de Guillermo Martínez
Pues, desgraciadamente, esperaba mucho más de esta novela. No he sentido tensión en ningún momento, y lo peor es que tampoco tengo la sensación de que la sintieran los personajes, que se limitaban a verlas venir a la espera de que ocurriera algo. Resulta entretenida, sin duda, pero poco más.
El blanco móvil (Lew Archer 1), de Ross Macdonald
Me avergüenza un poco admitir que aún no había leído nada de este clásico de la literatura negra, pero es que, ya sabéis, no me da la vida para tanto libro. Y el caso es que quizá debería haberme desvirgado con otra novela posterior dentro de la saga, porque El blanco móvil me dejó algo indiferente. Los personajes son planos y la historia va a bandazos entre constantes descripciones. Eso sí, las descripciones en cuestión son una maravilla. Me ha gustado muchísimo la forma de expresarse de Macdonald, así que, sin duda, seguiré adelante con Lew Archer.
Manual para mujeres de la limpieza, de Lucía Berlín
¿Alguna vez has sentido que un libro te hablaba directamente a ti? Como si el autor conociera tus más íntimos secretos y le hubiera encontrado el gusto a meter el dedo en la llaga hasta el codo. Algo así me ha ocurrido con esta historia, y eso que sus protagonistas y yo nos parecemos como un huevo a una castaña, pero, oiga, eso es lo bonito de la literatura, ¿no? Te permite ser cualquier persona.
Aparte de este detalle personal, me ha parecido un libro magnífico, escrito con una maestría que ya la quisieran muchos. Los personajes, las localizaciones, las descripciones, los sentimientos. Maravilloso. Se va directo a mi TOP-5 del 2021
Sangre derramada (Rebecka Martinsson 2), de Åsa Larsson
La primera entrega de esta saga, Aurora boreal, me gustó bastante, aunque me fallaron la resolución final y el desarrollo de la investigación.
En Sangre derramada me siguen fallando ambas cosas. La investigación resulta muy floja y el esclarecimiento del caso no es tal (y no diré más para evitar spoilers). Así que, por aquí, no mejoramos, y encima los personajes tampoco me han atraído demasiado, pues todos los secundarios son planos y demasiado similares entre sí, en su forma de ser y sus intenciones.
¿Lo mejor? La evolución de la protagonista tras los sucesos de Aurora boreal. Cómo ha cambiado ella y el mundo que la rodea, expresado como no he visto en ninguna otra novela, perfecto.
Una historia entretenida, sin duda, aunque esperaba más.
La noche se llenó de sirenas, de Julián Ibáñez
Mi primer acercamiento a una saga de la que había escuchado muy buenos comentarios y que, quizá por eso, me ha decepcionado. Con un título que no llegué a entender y una sinopsis que me puso los dientes largos, el interior no fue para tanto. Una y otra vez, el protagonista quería recordarme al Eladio Monroy de Alexis Ravelo, por ese moverse en los bajos fondos y su actitud ante determinadas situaciones, pero, si tengo que elegir, me quedo con el canarión por goleada, un personaje con muchos más matices e historias con mayor profundidad y mejores giros.
Lo que no quita que me haya gustado la historia, pero es que esperaba más.
Hasta aquí mi repaso al invierno de 2020 – 2021. No ha estado mal, ¿no?
¿Qué habéis leído vosotros en estos meses? ¿Alguna novela que valga la pena recomendar?
Felices lecturas, y hasta pronto