La larga lista de escritores famosos rechazados por editoriales
Seguro que lo has oído antes, la historia de un escritor que hoy es famoso y rico, pero que, en sus orígenes, fue rechazado por las editoriales una y otra vez.
La lista es larga y está plagada de nombres que hoy se consideran clásicos, pero por nombrar solo unos cuantos, podemos quedarnos con estos:
- San Stephen King bendito: recibió decenas de cartas de editoriales que rechazaban publicar su novela Carrie. Auguraban que no vendería y que el público no se interesaría por ella. Claro que no, guapi
- James Joyce no solo tuvo que aguantar que rechazaran lo que hoy consideramos un clásico, Dublineses, sino que recibió numerosos insultos por una obra supuestamente “repulsiva”
- H.G. Wells también vio cómo rechazaban su obra La guerra de los mundos, y, por si fuera poco, cuando al fin logró publicarla sufrió el acoso de las editoriales que organizaron un auténtico boicot contra ella
- Rudyard Kipling, el ganador más joven del premio Nobel de Literatura, en su momento, y el primer inglés en obtenerlo, no se libró de las cartas de rechazo, incluyendo una en la que lo acusaban de no saber manejar el idioma. Muy fan
- J.K. Rowling. Uno de los ejemplos más recientes de mal ojo editorial es la historia de esta autora británica que envió el manuscrito de Harry Potter a 12 editoriales y lo rechazaron todas. Hoy se han vendido casi 500 millones de ejemplares de la novela
¿Por qué ocurre esto?
Todas estas historias, y muchas más, que circulan por la red como leyendas urbanas por muy reales que sean, nos sirven a los autores noveles para creer que algún día daremos ese salto, que los rechazos se convertirán en millones de ejemplares vendidos y utilizaremos la cartas negativas como lumbre para la chimenea de la mansión.
Es bonito verlo así, pero la realidad no deja de ser trágica.
No voy a criticar a las editoriales por estos errores, como no las criticaré por casi nada, en realidad. El mundo editorial es un negocio y, como tal, gira alrededor del dinero. Por mucho que queramos ver la literatura como un arte (que lo es), escritores y editores necesitan comer para sobrevivir, y al final eso es lo que cuenta.
Oh, qué malo el editor que no supo ver el arte de esa obra.
Bueno, sí, su trabajo debería ser descubrir el arte en una novela, pero todos somos humanos; quizás el editor llevaba quince horas leyendo historias infantiles y cuando le llegó la de un mago huérfano torturado por sus tíos sintió ganas de cortarse las venas. Quizas el editor leyó las primeras páginas de la historia de una adolescente a la que le baja la menstruación por primera vez y dejó de leer ahí. Quizás…
Nunca lo sabremos. Y no importa. El mundo editorial es así con los autores que empiezan y que no tienen un nombre a sus espaldas. La apuesta es demasiado alta, no tienen demasiado que ganar pero sí mucho que perder.
Lo que me resulta mucho más triste es cuando esto ocurre con autores consagrados.
Cuando los escritores famosos rechazados por editoriales ya son autores consagrados
Nos venden que los autores famosos, los de las grandes editoriales y las aún más grandes campañas de marketing, están ahí por una calidad artística indiscutible.
No lo niego.
Pero, ¿qué ocurre cuando un escritor famoso intenta publicar una obra bajo seudónimo y la envía a editoriales sin decir que es suya?
Ocurrió hace unos años con J.K. Rowling, cuando quiso publicar una novela de misterio, alejada del mundo mágico de Harry Potter. Envió la obra a varias editoriales bajo el seudónimo de Robert Galbraith, y todas la rechazaron. Una de ellas le dijo que se apuntara a un curso de escritura donde le enseñaran a corregir los numerosos errores de la novela.
¿Significa eso que Rowling no sabe escribir, que Harry Potter, pese a haber vendido millones de copias, es un truño literario o que lo que la autora supo hacer a la perfección con su saga juvenil no ha sabido hacerlo con las novelas adultas? ¿Ha olvidado escribir, nunca supo hacerlo o todo lo contrario?
El último ejemplo de escritores rechazados
Hace unos días hemos visto el último ejemplo de escritores rechazados por editoriales que desconocían su verdadera identidad.
Se trata de Lorenzo Silva. Finalista del premio Nadal en el 1997 y ganador en el 2000, ganador del premio Algaba en 2010, del Planeta en 2012, casi medio centenar de novelas publicadas sin contar con las obras de no ficción… Vamos, casi nadie.
Pues resulta que al señor Silva, un escritor de calidad literaria indiscutible, se le ocurrió hacer un experimento. Lo explica él mismo en este artículo de XL Semanal. Lorenzo Silva quería publicar una novela que nadie juzgara por el nombre del autor, sino por la calidad del texto. Dice, y no le falta razón, que el apellido es un peso demasiado grande a la hora de juzgar una obra, y quería saber qué sucedía si ese factor dejaba de contar, denunciar los prejuicios positivos que se aplican a autores consagrados y los prejuicios negativos que sufren los desconocidos, cuyas obras, en demasiadas ocasiones, son juzgadas sin siquiera haber sido leídas.
Y ocurrió lo que, según dice, ya esperaba. Uno más a la lista de escritores rechazados. Envió la novela “Y te irás de aquí” a varias editoriales. De esas, unas rechazaron la obra y otras no se dignaron a contestar. Nadie vio la mano oculta que firmaba el texto ni supo entrever la calidad que (imagino, pues no la he leído) una obra escrita por alguien de tal experiencia debe de tener.
La situación actual de confinamiento a raíz del COVID19 y la ola de generosidad ciudadana en la que todo el mundo está aportando su granito de arena es lo que lo ha llevado, según él, a admitir la verdad, confesar la autoría de la obra y ponerla gratis a disposición del público, gracias a la labor de XL Semanal y Zenda Libros.
La obra: “Y te irás de aquí”
Ahora te toca juzgar por ti mismo si esta obra merecía o no ser rechazada. Y no solo juzgarás la calidad de la obra sino, indefectiblemente, la calidad del autor. ¿Es tan mala la obra o tan bueno el autor? ¿Todo lo que escriben los autores consagrados es digno de los elogios que reciben? ¿Todo lo que escriben los desconocidos es tan malo como nos hacen creer?
Aquí la tienes, a descarga gratis en los servidores de XL Semanal.
Juzga tú mismo.
Un abrazo y felices lecturas.
2 Comentarios
Sin duda es como dices. El manuscrito que envié a la editorial mereció 15 páginas de análisis exhaustivo y positiva valoración de estructura, narrativa, lenguaje, yotros valores. Al final en las recomendaciones de mejora añadían 9 extensos apartados que me hacen pensar que tengo que reescribirlo. Desconcertante.
Tú lo has dicho, desconcertante. En fin, las editoriales son así, una de cal y otra de arena.