Las tres muertes de Sarah Colbert tiene un argumento fascinante, una trama sólida, compleja y diabólica, unos personajes bien caracterizadosy un desenlace que no he visto venir en ningún momento. Esperad, que me falta lo mejor: LEEDLA YA, COJONA, QUE VAIS TARDE.
La reseña completa, en la web de Escaparate literario.
Con varias novelas autopublicadas a sus espaldas, ha tenido que llegar ‘Las tres muertes de Sarah Colbert’ con @duomoediciones para adentrarme en la escritura de @arantxarufo.
Un accidente de tráfico desvela un hecho inesperado: la hermana de la sheriff Colbert ha reaparecido después de once años sin saber de ella. Lo ha hecho sin vida, aunque la autopsia revela que la muerte ha sido reciente y accidental.
¿Qué hacía Rachel corriendo por el bosque? ¿Dónde ha estado y de quién huía?
Con este impactante comienzo arranca la que ha sido mi primera lectura de 2025. Un buen thriller policíaco en el que destacar la experiencia literaria de la autora. Se nota que lleva años dedicándose a escribir y domina el lenguaje como una veterana.
Me ha gustado la protagonista, un personaje muy real con sus luces y sombras, torturada por la culpa de sus acciones en el pasado. Todos los secundarios están correctos y cumplen con su cometido: hacer avanzar la historia sin eclipsar a la sheriff y sin engañar al lector en sus propósitos. Quieres que tengan un buen final, ya han sufrido bastante a lo largo de esos once años.
Por poner una pega a esta maravillosa historia ―y esto ya va a gustos del lector―, el desenlace me ha parecido frío. Está claro que en estas novelas alguien tiene que ser el “malo”, pero me ha parecido un pelín forzado. Y no me refiero a ese giro brutal con la revelación de la traición ―ahí solo puedo aplaudir―, sino al malo malísimo.
Si no has leído nada de la autora, como yo, esta puede ser una buena historia por la que empezar.
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Aunque pueda no parecerlo, Las tres muertes de Sarah Colbert no es un thriller de origen americano, sino obra de una española, por más que la acción se desarrolle en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Una novela con su toque rural, con su bosque tenebroso, con un arranque visto en mil películas (léase cutrículas) de esas que dan el fin de semana en televisión para no estropear la siesta con una joven huyendo de alguien que la persigue en un bosque.
Bueno, así empezaría la película, pero no lo hace el libro, por más que esa escena si tenga lugar aunque no nos la cuenten.
Hablaba del toque rural por ese ambiente en el que se desarrolla la novela, en un pequeño pueblo en el que todos se conocen (o eso creen) al frente del cual está una sheriff con un pasado muy espinoso.
Espinoso no porque tuviera problemas con la ley, sino porque está cargado de desgracias. Cuando tenía siete años, su padre mató a su madre y luego se suicidó. O por lo menos es lo que dice la versión oficial de los hechos. Cuando tenía veintidós años, su hermana gemela desapareció de la noche a la mañana sin dejar rastro y, no mucho después, el que desapareció fue su novio. Bueno, más que desaparecer, lo que hizo fue largarse del pueblo.
Once años después, como en el famoso anuncio de aquel turrón, parece que todos han decidido volver a casa, con la salvedad de que su hermana aparece muerta en el bosque.
¿Por qué se fue? ¿Por qué ha vuelto? ¿Dónde estuvo todo ese tiempo sin dar señales de vida? ¿Quién la mató y por qué? Esas son las preguntas que quiere resolver la sheriff, aunque tendrá que hacerlo de tapadillo, porque automáticamente es apartada del caso por su implicación familiar en el mismo.
Una novela en la que el sentimiento de culpa está aplastando la vida de la sheriff. Esa culpa que más bien es la del superviviente por no haber muerto. Porquye en el fondo ella sabe que en aquella terrible noche en que murieron sus padres, muy bien había podido morir ella también. Culpa por esa hermana que se fue o aquel novio que la dejó. Culpa también para un novio que ha tenido que dejar pasar muchos años para atreverse a volver y enfrentarse a sus propios fantasmas del pasado.
Hay que ver que maneras más tontas tenemos los humanos de complicarnos la vida con sentimientos de culpa que no siempre tienen que ver con lo que realmente ha pasado en la realidad.
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Imagen de El Búho entre libros para Instagram |
¿Te lees la novela y si te gusta nos das una frase para incluirla en los materiales de promoción? Así comenzó mi relación con Las tres muertes de Sarah Colbert allá por el verano del 2024. No es cómodo leer unas galeradas en folios sueltos que se te escurren, que pesan (el libro es más grande de lo que yo esperaba). Eso sí, con la letra bien grande. Y pese a esos inconvenientes, no tardé en quedarme enganchado a una novela cuya atmósfera tenebrosa y misteriosa me cautivó por completo.
Con un personaje principal complejo pero bien dibujado, con su toque de historia de amor, con giros constantes que me sorprendieron, pero sobre todo, con un ritmo endiablado que convierte esta novela negra en prácticamente un thriller (algo menos de diez páginas por capítulo)
Así que me reitero en esa recomendación que mandé para la solapa del libro: El thriller que más me ha sorprendido el último año. Un noir rural adictivo que no debes perderte.
📌 Viajamos a Wenatchee en Washington para conocer a nuestra protagonista la sheriff Sara Colbert, una mujer soltera con un hijo y que ha tenido que sobreponerse a las perdidas más dolorosas a lo largo de su vida empezando por el fallecimiento de sus padres y posteriormente la desaparición de su hermana gemela Rachel.
Tras un accidente de coche y de interrogar al hombre que conducía este le cuenta que una mujer se le apareció en la carretera y que ese ha sido el motivo por el que perdió el control del vehículo. Un día después en la misma zona la policía encuentra el cuerpo sin vida de Rachel.
«Muerte accidental» figura en la autopsia pero… ¿Donde ha estado Rachel los últimos once años y cuál es el motivo por el que nunca trató de ponerse en contacto con su hermana?
La autora nos presenta una trama que consigue enganchar desde la primera página. Bien es cierto que encontramos algún que otro cliché en este tipo de lecturas especialmente de cara al final pero se desarrolla de manera fluida, nada forzada y todo está perfectamente bien integrado en la historia sin hacer que chirríe nada.
Quiero destacar la personalidad de la protagonista, real, valiente, luchadora. Una mujer que pese a las adversidades no se rinde, siempre está intentando buscar por todos los medios posibles la verdad sobreponiéndose al dolor que arrastra y que no es poco.
Con respecto al final en parte ha sido previsible y aunque se ha hecho, para mí gusto, un poco de rogar me ha gustado como queda todo hilado sin cabos sueltos.
Una lectura ágil, intrigante, entretenida de la cual he disfrutado mucho y que sin duda recomiendo.
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