La última causa perdida (Kenzie & Gennaro 06), de Dennis Lehane
Han pasado doce años desde que Amanda McCready (Adiós, pequeña, adiós) desapareció de su casa de Boston. Ahora, en plena adolescencia, la controvertida Amanda parece haber recuperado su vida, pero vuelve a esfumarse de repente y sin dejar huella. Los investigadores Patrick Kenzie y Angela Gennaro, ahora padres de familia, deberán revivir sensaciones e intuiciones del pasado para dar nuevamente con el paradero de la joven. ¿Será posible que la vuelvan a encontrar, aun cuando parece que Amanda está inexplicablemente conectada con un mundo de crimen organizado y turbios negocios al margen de la ley?
Lo que sí
- Las carcajadas que me ha provocado el malo. Que no debería ser algo bueno que un villano te haga reír, pero oye, la risa siempre se agradece.
- Pequeños destellos del saber hacer de Lehane
Lo que no
- Los personajes que son caricaturas hasta el ridículo.
- Los villanos que son payasos de fiesta infantil.
- Los deus ex machina. ¿En serio? ¿En serio?
- Eliminar todo lo que hacía grande esta saga.
La última causa perdida. O cómo culminar una saga por todo lo bajo.
Con todo el dolor de mi corazón, comienzo esta reseña diciendo que esta es la peor novela de Kenzie y Genaro con diferencia. Si hasta ahora Lehane había sido un maestro en la creación de personajes, en La última causa perdida parece haber olvidado cómo se hace. Y no es porque la pareja protagonista haya evolucionado y ya no sean el par de pendencieros que solían ser, no, la adaptación a su nueva vida y el contraste con el pasado resulta ser lo mejor de una novela en la que todos los demás personajes parecen caricaturas, ni siquiera clichés, personajes absurdos, rozando el surrealismo, imposibles de creer.
La trama hace aguas por todas partes, los giros no tienen demasiado sentido, y esto es por culpa, de nuevo, de esos personajes. Bien trazados habría resultado creíble, mucho más atractiva, pero mientras leía tenía la sensación de que me estaban tomando el pelo.
¡Y esos Deus ex Machina! ¡Un autor como Lehane! ¿Por qué?
Con todo el dolor de mi corazón.
Una de mis sagas favoritas. Uno de mis autores fetiche. Jamás te lo perdonaré, Dennis.
El autor. Dennis Lehane
Dennis Lehane es un escritor estadounidense nacido en Boston en 1965.
Es escritor de novelas y también guionista de series y películas. Gran cantidad de obras suyas han sido adaptadas al cine: Mystic River (2003), Gone Baby Gone (2007), Shutter Island (2009), La entrega (2014) y Live by night (2017)
Ha escrito dos sagas y varias novelas independientes:
- Saga de Kenzie y Gennaro: 6 novelas por el momento, entre las que se incluyen Un trago antes de la guerra, Plegarias en la noche y La última causa perdida, que reseño hoy.
- Saga Coughlin: 4 historias ambientadas en la época de la ley seca
- Novelas independientes:
- Mystic River: Tres viejos amigos con pasado traumático que se reencuentran a raíz del asesinato de la hija de uno de ellos.
- Shutter Island: Un policía con un doloroso pasado acude a un inquietante hospital psiquiátrico a investigar una desaparición
- Coronado: Una colección de relatos cortos
- La entrega: Un hombre en plena crisis personal conoce a un perro y a una mujer, que no le traerán más que problemas
- Después de la caída: Una periodista que sufre una crisis en directo se recluye hasta que algo la obliga a enfrentarse de nuevo al mundo
La trama
Hace doce años, Amanda McCready fue secuestrada por su tío y entregada a una familia de acogida porque su madre biológica era un desastre incapaz de cuidar de ella.
El equipo de Kenzie y Gennaro aceptaron el encargo de encontrar y devolverla a ese hogar roto. Lo hicieron. ¿Fue eso bueno para la niña? En absoluto. ¿Era lo que había que hacer? Han pasado doce años dándole vueltas a esa pregunta. La ley es la ley, pero la ley no siempre es justa y no siempre resulta lo más conveniente.
Hoy, doce años después, Amanda ha vuelto a desaparecer. La joven tiene ya dieciséis años y nadie parece tener muy claro cómo es, en realidad. La definen como una muchacha perfecta, buena estudiante, con un gran futuro, y, al mismo tiempo, no parece tener amigos de verdad ni aficiones reales ni una auténtica personalidad.
Kenzie y Gennaro también han evolucionado. Ahora están casados y son padres de una niña de cuatro años. Angela ha abandonado el trabajo de detective y está estudiando una carrera, dispuesta a sentar la cabeza. Patrick se dedica a aceptar encargos despreciables de manos de una gran empresa de investigaciones. Ninguno es feliz y ninguno ha olvidado a Amanda.
Con la nueva desaparición de la niña, tendrán que enfrentarse una vez más a la decisión que tomaron en su momento y a las consecuencias que tuvo para todos.
Los personajes
Había algo maravilloso en las novelas de Kenzie y Gennaro, mejor que las historias, que los giros, incluso que la pluma de Dennis Lehane, y era la relación que había establecido entre sus personajes, cada uno con su propia personalidad, su pasado, su función en la historia. En más de una ocasión mencioné que daría cualquier cosa por formar parte de ese grupo de amigos, aunque eso me llevara a vivir en los bajos fondos de Boston.
Pues bien, eso, justo lo que hacía tan grandes estas historias, ha desaparecido en La última causa perdida. Los amigos ya no salen y los que salen están desdibujados. Patrick se queda prácticamente solo durante toda la novela, y se diluye, se queda en nada, apenas hace nada pues la historia se va resolviendo sola hasta un final que habría sido exactamente el mismo sin él.
- Patrick Kenzie. Nuestro protagonista se ha convertido de repente en padre de familia. Casado con Angie, tienen una hija de 4 años, Gabriella, y su único interés en estos momentos es ella, mantenerla, criarla y proporcionarle un techo, comida y un futuro sano y feliz. Y si para ello tiene que trabajar para los elementos más despreciables de la ciudad, pues vale. Aunque el viejo Kenzie continúa ahí, en el fondo, y la nueva desaparición de Amanda McCready puede ser la oportunidad para redimir su último y peor error.
- Angie Gennaro. Mamá ha abandonado el trabajo y ahora está estudiando una carrera que le permitirá obtener un empleo estable y seguro mientras cuida de su hija. Añora las correrías con Patrick por la ciudad, a la caza de los malos, pero el riesgo que suponen, para ella y para la familia, se ha convertido en un precio demasiado alto que no está dispuesta a pagar.
- Bubba. Si en Plegarias en la noche, el gran Bubba disfrutó de un mayor protagonismo que nunca, en La última causa perdida ha sido relegado al papel de niñera. Que está bien, encaja en este personaje extremo, todo amor y odio absolutos, pero cuántas veces he deseado que apareciera para liarse a tortas contra todo lo que se movía.
Mención aparte merecen los “villanos”. En esta historia todo el mundo es malo, no se salva ni uno; eso sí, todos son malvados pero no hay uno que dé miedo, los villanos son payasos de circo infantil, ridículos hasta el absurdo, que me arrancaron varias carcajadas y ni un solo estremecimiento.
En resumen: La última causa perdida (Kenzie & Gennaro 06)
La última causa perdida (Kenzie & Gennaro 06) me ha roto el corazón.
Creo que ha quedado claro lo que he sentido mientras leía La última causa perdida, decepción, una frustración enorme. ¿Cómo es posible que un autor tan magnífico como Dennis Lehane escriba algo así? ¿Cómo es posible que una saga que ya estaba establecida y avanzaba sobre unas bases firmes se descalabre de esta manera?
Ojo, que nadie se confunda, Lehane sigue siendo un gran escritor y La última causa perdida se disfruta y no se hace pesada ni quieres abandonarla en ningún momento, pero eso no es suficiente. No para alguien como él. No, viniendo de una novela redonda como Plegarias en la noche o Un trago antes de la guerra.
¿Te recomiendo que lo leas? Bueno, sí, no es que sea un sufrimiento, pero no juzgues a su autor por esta novela. Por favor.
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Un abrazo, y felices lecturas.
