¿En qué se parecen los géneros literarios y las croquetas?

Hace años, cuando publiqué En el punto de mira, la novela tuvo una gran acogida entre lectores de todo tipo que, gracias a una lectura conjunta, se dedicaron a reseñarlo en sus respectivos blogs. Algunos de esos blogs estaban orientados a novelas de otros géneros, no novela negra ni criminal, y, aunque muchas empezaban apuntando que este no era su género habitual, todas las reseñas fueron fabulosas. Sin embargo, pese a ello, encontré decenas de comentarios de visitantes a esos blogs que decían “tiene buena pinta, pero no es mi estilo. Paso”.

Creo que en la vida es importante ver la mayor cantidad de cosas desde la mayor variedad de perspectivas diferentes. ¿Alguna vez te has preguntado el porqué de esa manía mía de cambiar de protagonista en los diferentes capítulos de mis novelas? Necesito saber qué piensa el uno y qué piensa el otro. En el mundo, solo poniéndonos en el lugar de los demás lograremos entendernos mínimamente. Opino.

Y eso se aplica a cualquier cosa. Si solo ves las noticias de un determinado sector ideológico, solo pensarás lo que ellos quieran que pienses. Si solo lees un tipo de novela… ¿entonces, qué?

¿Qué ocurre si siempre leo los mismos géneros literarios?

Empecemos por el principio, esto que te explico es lo que me ocurre A MÍ cuando leo muchas novelas seguidas del mismo género. Y en este caso concreto, me refiero al género negro que, por razones obvias, es el que más leo.

Ahí va. ¿Qué ocurre si leo siempre el mismo tipo de novela?

• Me aburro. El bueno, el malo, la víctima, los secundarios, la investigación policial, el clímax de acción y tiros (si los hubiere) y la resolución final. ¿Suena bien? Mucho, pero ¿cuántas veces? Al tercer bueno, malo, víctima… ya me he aburrido. Me gusta muchísimo el sushi, pero no puedo comerlo todos los días. ¿O sí?
• Veo venir al asesino a distancia. Es lógico, la novela negra, como todos los géneros literarios, cinematográficos o artísticos, en general, tiene una serie de reglas, y cuanto más lees de ese género, más las conoces. Cuando leo varias novelas negras seguidas, llega en punto en que descubro al asesino desde que aparece por primera vez. Mal.
• Le cojo manía a los personajes. Esto enlaza directamente con el punto uno. Es muy difícil escribir un personaje original y diferente a lo que ya se ha escrito en los doscientos años anteriores. Seamos serios, tu gran protagonista siempre va a recordar a otro que puede ser incluso mejor, el muy… Tras varias novelas seguidas, estoy harto del héroe más listo que nadie, del policía traumatizado, de la damisela en apuros o la mujer fuerte y empoderada que no necesita a nadie (según la época de la novela), del asesino psicópata porquesí, y del secundario que tiene la pista definitiva. Acabo deseando que gane el malo y los elimine a todos.
• Confundo las novelas. El otro día explicaba por qué he decidido leer menos, y decía que una de las razones era que, pasado un tiempo, confundía una novela con otra. Eso también se debe al hecho de leer tantas novelas similares. ¿Este era el detective que se emborrachaba? (Sea cual sea la novela, la respuesta será, probablemente, sí), ¿esta era la de la policía que hacía surf o la del psicópata que empalaba a sus víctimas o la de la detective con habilidades extraordinarias o…? Menudo cacao. Y ya tengo la cabeza bastante mal como para meterme en estos líos.

¿Y cómo leo otro tipo de novela, si a mí el que me gusta es este?

¿Solo te gusta un tipo de comida? ¿En serio? ¿Un tipo de música, un sabor de helado, un relleno de croquetas? ¿En serio? Pues qué aburrimiento.

Me creo que solo hayas probado las croquetas de jamón, pero si pruebas las de otros sabores vas a alucinar. ¿Que cómo eliges una entre tanta variedad? Es cierto, espinacas, zanahoria, boletus, atún, bacalao… Paro, que me está entrando hambre.

La respuesta, querido, es evidente: acude a los que más saben. Es lo que hago yo. Y mi amiga Sori, que fue la que me propuso crear esta entrada en el blog.

A estas alturas, si me sigues en las redes sociales, sobre todo en twitter, ya sabrás que mi recomendadora de referencia es Montse, de la web de Escaparate Literario. Yo no sé nada de novela histórica, por ejemplo, ni de romántica, menos aún, pero si quiero leer algo de uno de esos dos géneros, o de cualquiera que no me resulte familiar, acudo a sus reseñas. Y nunca me he arrepentido.

Como Montse, o no como ella, que es única, pero parecidos, hay miles de blogs cuyas reseñas te pueden orientar para elegir lecturas diferentes. Solo tienes que encontrar a algún lector o lectora con un gusto similar al tuyo, y se te abrirán las puertas a mundos que ni imaginabas.

Y esto, en resumen, explica en qué se parecen los géneros literarios y las croquetas. Hay demasiados sabores para limitarte a uno solo.

Atrévete a probar otros, de verdad. No te arrepentirás.