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Reseña de La suerte del enano, de César Pérez Gellida

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La suerte del enano, César Pérez Gellida

Un gran golpe al Museo Nacional de Escultura de Valladolid, un asesinato repleto de incógnitas y una inspectora poco social y adicta al sexo empeñada en librar todas las batallas: así es la nueva novela de César Pérez Gellida.

¿Se puede capturar al criminal perfecto?

Valladolid, 2019. Sara Robles es una inspectora singular. Encargada de resolver un macabro crimen, además tiene que lidiar con sus problemas cotidianos, estrechamente relacionados con la adicción al sexo y con un pasado que no termina de curar. Mientras tanto, El Espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado el robo perfecto junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo a cabo a través del alcantarillado de la ciudad.

Lo bueno

  • El estilo Gellidista
  • ESAS apariciones estelares, de palabra y obra, que me alegraron el día
  • Que la sinopsis miente

Lo malo

  • ¿Que por qué demonios necesita mentir la sinopsis?
  • Ese momento que no te perdonaré jamás, Gellida

La suerte del enano, de César Pérez Gellida. Qué bueno es este tío.

Pérez Gellida es uno de los mejores escritores en castellano de la actualidad, no importa de qué género estés hablando, y con La suerte del enano lo vuelve a demostrar. De ahí viene mi comentario en Lo que sí Lo que no sobre la sinopsis.

La sinopsis dice:

La suerte del enano es una brillante novela con altas dosis de investigación policial, sexo y violencia

Y a mí, la combinación en una sinopsis de “sexo y violencia” me huele a llamada desesperada a los lectores hambrientos de morbo. La violencia y el sexo venden, como ya vimos cuando hablamos del sexo en la literatura, y hay novelas que no tienen nada más que ofrecer y que se aferran a ello como la última bala en el combate, pero desde el principio me negué a creer que La suerte del enano fuera una de ellas. No lo es, por supuesto. La suerte del enano es una maravilla, y no necesita altas dosis de sexo y violencia para atraer lectores. No le hace ninguna falta. El tratamiento que hace César Pérez Gellida de las escenas de sexo es perfecto, no son demasiadas y no son demasiado explícitas, y con una protagonista adicta al sexo, hasta pocas me parecieron. Tampoco creo que se excediera en la violencia, que todavía tengo algunas escenas de Todo lo peor grabadas en la mente. Ay, esa pera, por Dios…

Así que olvídate de ese reclamo publicitario barato y descubre una novela maravillosa, como todas las de este hombre, en la que encontramos a viejos conocidos, una investigación policial impecable y un recorrido por el arte español digno de guía turística.

Eso sí, ya hablaremos un día tú y yo, señor Gellida, de ese detalle en esta historia que jamás te perdonaré. Eso no se hace 😭😭😭.

El autor: César Pérez Gellida

César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974, trabajó en publicidad y comunicación y es uno de los escritores de habla hispana más valorados en el género criminal. Y con razón.

Hasta ahora ha publicado:

Y deberías leerlos todos.

La trama

En el subsuelo del Museo nacional de escultura de Valladolid se está gestando el robo de una pieza de valor incalculable. Dos hombres, enviados por un tercero que sirve de enlace con el inductor del robo, utilizan sus habilidades como minero y pocero, respectivamente, para excavar un túnel hasta el interior del museo. Cuando esté abierto, ese tercer hombre sustraerá la pieza y desaparecerán. Rápido, limpio y sin víctimas.

O no.

Estas cosas nunca salen como está previsto, y a la mañana siguiente, la inspectora de policía Sara Robles se encontrará con los cadáveres de dos guardias jurados sobre su mesa.

Las personas detrás del robo no son pocas ni limpias, y todas quieren saber qué demonios ha salido mal y a quién pueden culpar de lo ocurrido. Así que, mientras las represalias van dejando cadáveres por las calles de Valladolid, la inspectora Robles tratará de llegar al meollo de la cuestión sin dejar de lado los otros casos que requieren su atención ni su vida privada, tan tortuosa como la propia investigación del robo.

Distribuida a lo largo de capítulos independientes, cada uno con un título arrollador, y diferentes escenas, vivimos esta historia desde los puntos de vista de todos los implicados, policías, ladrones, inductores, y la mano que maneja los hilos. Una estructura que nos permite seguir los acontecimientos desde todos los ángulos y sentir crecer la tensión a cada página.

Los personajes

Como suele ser habitual en las novelas de Pérez Gellida, en La suerte del enano encontramos un buen número de personajes en ambos lados de la historia. Son personajes muy bien dibujados, entre los que voy a destacar cuatro.

  • La inspectora Sara Robles, porque pocas veces vas a encontrar un personaje con tanto trasfondo como esta mujer. A lo largo de la investigación lo iremos sabiendo casi todo de ella, su pasado amoroso con cierto personaje que no nombraré aquí, sus traumas personales, sus amistades, sus dudas. Es una mujer que mantiene una lucha encarnizada entre lo que quiere ser y lo que debe ser, entre dejarse llevar por sus instintos o ajustarse a lo que el mundo espera de ella. Y no es nada fácil, al contrario de lo que suelen mostrar otras novelas, una adicción no es sencilla de superar, y, a veces, uno simplemente necesita decir “al carajo”.
  • Mauro Craviotto, el enviado de Patrimonio. Este hombre, atractivo y profesional, acumula larga experiencia en la investigación de robos de arte a gran escala, por lo que será de gran ayuda para la inspectora Robles, si no tenemos en cuenta que ella tiene cierta tendencia a llevarse a la cama a cualquiera que se le ponga por delante, y quizá hacerlo con un colaborador como Craviotto no sea una buena idea.
  • Tinus van der Wyk, el espantapájaros. Detrás de cada acción criminal hay una cabeza pensante, y este es el Espantapájaros, un hombre con una deformidad que le ha granjeado ese mote y una sangre fría que lo convierte en un enemigo temible. El robo del museo lleva su sello, y que haya salido mal se convierte en algo personal. Uno de los mejores personajes que he encontrado. Si no me gustan los personajes blancos y negros en la literatura, los buenos buenísimos o malos malísimos, la gama de grises que conforma al espantapájaros podría montar un arcoiris. De lo peor a lo mejor y todo lo que hay en medio. De ovación.
  • El minero Rai Trapiello. No es uno de los personajes más importantes de La suerte del enano, aunque se puede decir que con sus manitas comienza toda la historia, y quizás el hecho de ser un secundario, un mandado en todo un entramado de asesinos, ladrones, mafiosos y mentirosos de la peor calaña, hizo que me enamorara de él. Un hombre que se ve obligado a hacer lo que sea para sobrevivir tras perderlo todo, que solo quiere regresar a casa, y que no termina de entender cómo ha acabado en ese embrollo.

En resumen: La suerte del enano

Simplemente decir que es una novela de Pérez Gellida debería bastar para que corras a comprarla. En La suerte del enano encontrarás el ya famoso Gellidismo, su particular manera de escribir, la retórica, las comparaciones, los giros y enredos que te hacen sospechar cada vez que das un paso adelante, y unos personajes exquisitamente trabajados, con sus aristas y sus claroscuros. Y, por supuesto, esas apariciones estelares (algunas en persona, otras, por alusión) que no te permiten olvidar que sigues en el mundo Gellidista y que aquí todo está relacionado.

Como comenté en Twitter al terminar de leer la novela, qué bien escribe este hombre, cagoenlamar.

Recuerda que puedes comprarlo en librerías o en Amazon

lecturas - la suerte del enano - César Pérez Gellida - arantxarufo.com

Un abrazo, y felices lecturas.

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