El show de las marionetas, de M.W. Craven
Un asesino en serie está quemando vivas a sus víctimas. No hay ningún tipo de pistas en las escenas del crimen y la policía ha perdido todas las esperanzas.
Cuando su nombre es hallado en los restos carbonizados de la tercera víctima, Washington Poe, un detective suspendido de empleo y caído en desgracia es llamado para que se haga cargo de la investigación, un caso del que no quiere formar parte.
De mala gana acepta como su nueva compañera a Tily Bradshaw, una brillante pero poco social analista civil. Pronto, la pareja descubre una pista que solo él podría ver. El peligroso asesino tiene un plan, y por algún motivo, Poe forma parte de dicho plan.
Mientras el número de víctimas sigue en aumento, Poe descubre que él sabe mucho más acerca del caso de lo que jamás se habría imaginado. Y en un final aterrador que destrozará todo lo que él creía sobre sí mismo, Poe comprenderá que hay cosas mucho peores que ser quemado con vida.
Lo que sí
- La pareja protagonista y la relación entre ellos
- El ritmo pausado, sin carreras innecesarias
- El desarrollo de la investigación, impecable
- El asesino y sus motivaciones, un aplauso para él
- El final, de ponerse en pie a aplaudir
- La ambientación, que te traslada a Cumbria entre la niebla y el frío
Lo que no
- La historia familiar de Poe me chirría un poco, creo que habría habido otra manera de llegar al mismo sitio desde un pasado más creíble
El show de las marionetas, de M.W. Craven. Una novela redonda.
Es difícil encontrar una novela redonda, una historia en la que todo encaje a la perfección como las piezas de un lego: la trama, los personajes, los giros, el villano, la ambientación y la escritura. El show de las marionetas es una novela redonda. Todo funciona.
La trama sigue una investigación policial para descubrir a un asesino en serie que se dedica a torturar y quemar vivas a sus víctimas, y esa investigación es impecable, no encontré conejos sacados de la chistera ni casualidades ni clichés que no sufrieran un giro de 180º para convertirlos en otra cosa.
Si hablamos de clichés, debemos mencionar a los personajes, porque sí, el detective de baja por haber metido la pata a lo grande en un caso anterior es un cliché, pero no así, y la joven agente con problemas de sociabilidad y una inteligencia privilegiada para las matemáticas y los ordenadores también es un cliché sin excusas, aunque se salva porque la relación que se establece entre ellos es magnífica. Así y todo, cada vez que estaban juntos, yo no podía dejar de pensar en Bill Hodges y Holly Gibney, protagonistas de la trilogía Mr. Mercedes, de san King bendito, que son exactamente iguales y mantienen casi la misma relación.
A lo largo de esta investigación, el autor nos lleva con mano firme pero no engañosa hasta un villano como no has conocido nunca. Es villano, sí, y lo que hace es horrible, sí, pero…
Ese final. Tengo que decirlo y juro que no desvelaré nada, pero el final es para hacerle una ovación. Puede desembocar en una segunda parte, aunque no es necesario, para mí es perfecto como está, más que perfecto, de verdad que estuve a punto de aplaudir. Lo que no significa que no quiera seguir leyendo historias de Poe. ¡Por supuesto que quiero!
El autor. M. W. Craven
M. W. Craven nació en Carlisle, en 1968. Con solo 16 años se alistó en el ejército. En 1995 se especializó en criminología en la rama de trabajo social.
La trama
Una serie de hombres de alto poder adquisitivo y avanzada edad están siendo quemados vivos como si fueran ofrendas en los círculos de piedra rituales de la región de Cumbria, en Inglaterra.
La policía no encuentra ninguna relación entre las víctimas, por lo que, cuando el nombre del inspector de baja Washington Poe aparece grabado en uno de los cuerpos, se aferran a la posibilidad de que este policía, conocido por seguir las pruebas hasta donde haga falta, vea lo que ellos no han visto.
Poe se une a la investigación a las órdenes de quien fuera su subordinada, la inspectora Stephanie Flynn, y mano a mano con la joven analista Tilly Bradshow y su viejo amigo de la policía de Cumbria, Kylian Reid.
El asesino irá todo el camino un paso por delante de la policía, pero las mentes de Poe y Tilly intentarán sacar ventaja desde las pruebas, aunque para ello tengan que retroceder en el tiempo hasta el pasado de todos los implicados.
Los personajes
- Washington Poe. Un inspector de policía que metió la pata en su último caso, causando la muerte de un sospechoso. Se retiró a un pueblo perdido en las montañas y ahí vive, alejado del mundo, hasta que el caso del Hombre Inmolación llama a su puerta. Poe es como es y no va a cambiar, y su obsesión por las pruebas y su poco respeto a la jerarquía pueden ser claves en la investigación.
- Tilly Bradshow. Si has leído la trilogía de Mr. Mercedes, de Stephen King, ya conoces a Tilly, pues es una copia de Holly Gibney, en lo bueno y en lo malo. Una genio de la informática con nulas habilidades sociales, a veces puede ser desesperante, pero en general la adorarás y te vas a reír con ella, quieras o no.
- Stephanie Flynn. La inspectora de policía queda algo desdibujada bajo las personalidades arrolladoras de Poe y Tilly, pero Flynn es todo lo que un policía debería ser, minuciosa, exaustiva y también leal y flexible. No es fácil estar del lado de Poe cuando este se pasa por el forro a sus superiores y sus órdenes, pero si Flynn cree que él tiene razón, no dudará en apoyarlo.
En resumen: El show de las marionetas
Una novela redonda. El show de las marionetas es redonda y no tengo ni una sola cosa relevante que criticar. Buenos personajes, buena trama, buen villano, (muy) buenas motivaciones, buena escritura…
¿A qué estás esperando?
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Un abrazo, y felices lecturas.
2 Comentarios
De lo mejorcito que llevo leído este año. Y está siendo un buen año. Deseando más novelas de este autor con Joe y Tilly.
Un saludo.
Ay, yo también estoy deseando que lleguen más historias de la pareja. Me pareció una novela fabulosa. A ver si no nos hacen esperar mucho.
Un abrazo.