La casa de hojas
Will Navidson, un famoso fotoperiodista, y su familia se trasladan a una casa de Charlottesville, Virginia. Tras un viaje relámpago a Seattle, descubren que, en su ausencia, la casa ha desarrollado un cuarto trastero. Consternado, Will mide la casa y descubre que es más grande por dentro que por fuera. Lo que empieza siendo una diferencia minúscula (apenas seis milímetros) se transforma en un insondable abismo de oscuridad al que organizar expediciones espeleológicas. Su historia es epicentro de una novela que es a la vez muchas cosas, empezando un impresionante ejercicio de multiestrato y estructura con aspecto de laberinto.
Lo bueno
- La escritura
- Los personajes
- Las dos historias (¿tres, cuatro…?)
Lo malo
- Nada. No se me ocurre nada.
La casa de hojas. Nunca has leído nada igual
Aviso, me estoy recuperando. Si hoy me notáis un poco más zumbada de lo habitual, no os extrañéis, como digo, me estoy recuperando. Acabo de terminar un libro que no se parece a nada que haya leído antes y eso, para bien y para mal, te deja bastante tocado, ¿no os parece? Empezando porque hasta se me ha olvidado saludar. ¡Hola! ¡Bienvenidos a la reseña de La casa de hojas!
El libro que me tiene tan trastornada es La casa de hojas, y su autor, Mark Z. Danielewski, un escritor neoyorquino nacido en 1966 e hijo de un director de cine, influencia que resulta evidente en el lenguaje de la obra.
La casa de hojas es una novela de terror, pero, aparte de eso, se encuadra en un tipo de literatura llamada Literatura ergódica, que se caracteriza por reflejar de forma visual lo que se narra en la historia: distintas tipografías, distintas estructuras de los párrafos, distribución del texto por la página, colores concretos para según qué palabras (no sé si os habéis dado cuenta).
¿Y qué se consigue con esta locura? Pues en mi caso, lo que La casa de hojas ha conseguido es que viviera cada paso de los protagonistas como si lo diera yo, me sumergió en la historia de una manera que ningún otro libro ha conseguido. No puedo daros datos concretos para no caer en spoilers, pero si lo habéis leído, si lo leéis, por favor (¡por favor, por favor!), contactad conmigo y charlaremos un rato sobre él, aún no estoy preparada para dejarlo ir…
Lo sublime es algo con lo que te atragantas después de un chupito de tequila
La trama
Como he dicho este es un libro de miedo, y sí, a veces lo da, a veces, mientras lo lees, miras hacia detrás por encima del hombro intentando descifrar la oscuridad a tu espalda. Sí. Aunque ese es solo uno de los puntos fuertes de la historia que, para mí, se basa mucho más en los personajes y sus situaciones personales que en lo que se esconde en el pasillo. Pero a ver cómo os resumo la trama sin haceros un lío, porque este libro nos narra dos (o incluso tres) tramas en una:
La historia de Johnny Truant.
Johnny Truant es un joven que alquila un apartamento tras la muerte de su anterior inquilino, un anciano ciego de nombre Zampano. Al mudarse lo encuentra cubierto del suelo al techo de papeles escritos a mano, mecanografiados y garabateados, las ventanas tapadas para que no entre luz, múltiples cerraduras en las puertas… Dado que nadie reclama las cosas de Zampano, Truant se hace cargo de toda esta basura. La lee, organiza y ordena hasta descubrir un ensayo sobre un documental cinematográfico que refleja los acontecimientos que suceden en la casa de Will Navidson cuando esta empieza a crecer. Sí. A crecer. Se trata de un ensayo perfectamente elaborado y lleno de referencias bibliográficas, entrevistas, fotografías, declaraciones y diverso material recopilado por Zampano. Eso sí, Truant nos avisa desde el principio que, en cuanto se ha puesto a investigar sobre dicho documental, ha descubierto que ni este existe ni las referencias son auténticas. Toma ya. Para empezar. A medida que Johnny se esfuerza en desvelar la historia oculta en los papeles veremos de qué manera le afecta. La realidad, el documental y su propia imaginación llegan a confundirse y condenan al joven a una cadena autodestructiva que nos narra de primera mano y en la que nos lleva de copilotos.
Sin ninguna forma de determinar a dónde me estoy yendo, aunque ahora mismo parece bastante seguro apostar que me estoy yendo al carajo
La historia del documental
La segunda trama es, por supuesto, la historia que relata dicho documental, la de Will Navidson y su familia. Aquí vemos uno de los clichés de película de terror por definición: una familia que se compra una casa idílica dispuestos a retomar una relación maltrecha, pero en la que empiezan a suceder cosas imposibles. Lo primero, la casa es más grande por dentro que por fuera. (¿He dicho “Toma ya”?. Pues eso). Y ese es solo el comienzo, luego aparecerá una extraña puerta donde no puede haberla, que se abre a un pasillo oscuro donde no puede haber un pasillo. Y aquí ya estamos perdidos. Este pasillo que no tiene lógica, que cambia, que aparece y desaparece, al que le crecen habitaciones y ramificaciones a su antojo, escaleras que descienden a ninguna parte, en el que se oyen ruidos extraños y parece que se oculta algo terrorífico, es el lugar en el que suceden todo tipo de horrores. Una historia de terror de las de toda la vida. ¿Qué se esconde en el pasillo y qué le ocurre a la familia Navidson? De eso trata el documental, y, por tanto, el ensayo de Zampano que descubre Johnny Truant, pero no solo de eso, también de cómo afectan estos sucesos a la familia, a las relaciones entre ellos y a cada uno de manera individual.
He ido al borde y he descubierto que podía hacer más que simplemente asomarme
No os vayáis todavía, por favor.
La historia de Zampano
La tercera trama, narrada de una forma más superficial, se limita a darnos una leve idea de quién era Zampano y cómo escribió su ensayo, aunque es un tema en el que no se profundiza demasiado.
¿Y cómo nos cuenta La casa de hojas todo esto?
Pues todo a la vez y por las malas. Primero nos ofrece un prólogo en el que Johnny nos pone en antecedentes de la cuestión, quién es, cómo llega a la casa, cómo encuentra los papeles… Luego entramos en materia. El grueso de La casa de hojas es el ensayo de Zampano sobre el documental, al que siempre se refiere como un fenómeno social auténtico que el país entero ha visto y comentado. Así que está lleno de notas a pie de página con bibliografía de artículos y libros publicados sobre el mismo. Pero, además de las notas que ha escrito Zampano, encontramos las notas a pie de página que escribe Truant, y que son las que nos narran su vida, lo que hace, dónde va y, sobre todo, el modo en el que lo que sucede en el documental de Navidson, o en lo que Zampano dice que es el documental de Navidson, le va afectando.
Vacío siempre ha sido otra forma de llamar a la oscuridad
¿Queréis otra vuelta de tuerca? En un ejemplo de metaliteratura absoluta en la que ya no sabes quién es el narrador, quién el protagonista y quién el que está más loco en toda esta historia, el libro ofrece también las notas de los editores que encontraron el trabajo que realizó Truant sobre el ensayo de Zampano.
O sea, vamos a aclararnos:
- Will Navidson (supuestamente) graba y publica con gran éxito un documental sobre los hechos aterradores que ocurren en su casa
- Zampano escribe en recortes un ensayo sobre este (supuesto) documental
- Johnny Truant encuentra y organiza este ensayo con sus propias notas a pie de página en las que relata su vida
- Una editorial descubre este trabajo y lo publica con las notas de Zampano, las de Truant, las propias de los editores, y material que recopilan sobre Johnny (cartas, fotografías, referencias…)
Creo que me estoy mareando… Cada una de estas tramas, aunque pueda parecer complicado, está escrita de una manera diferente, lo que hace muy fácil distinguirlas. No solo la tipografía es distinta sino el propio lenguaje empleado en cada una. El informe de Zampano sobre el documental y la casa está escrito con un estilo académico, serio, muy fácil de leer pero muy formal. Las notas de Johnny, en cambio, están escritas en un idioma callejero, salpicadas de jerga pero también de metáforas e imágenes muy poéticas que a mí me fascinaron. Todo esto facilita el salto de una historia a otra aunque a veces este salto sea radical, en medio incluso de una frase, y facilita también la identificación con los personajes.
El apéndice
Esto es importante porque La casa de hojas es un libro que no se lee de principio a fin, sino que te obliga a saltar adelante y atrás. Continuamente encuentras notas que te envían a un punto del apéndice para leer algo y regresar. Porque el apéndice es todo un libro en sí mismo. Se encuentra dividido en dos partes, la que ofrece el material que utilizó Zampano para la realización de su ensayo: entrevistas, bibliografía, poemas y otras referencias; y la que contiene la información a la que alude Johnny Truant a lo largo de su historia: las cartas de su madre, fotografías, dibujos, collages… En ambos casos, el material incluido en los apéndices ayuda a entender las historias, por lo que considero importante leerlo y, además, hacerlo en el momento en el que nos lo señalan.
Respecto a los personajes
Personajes hay muchos, como no puede ser de otra manera, pero al localizarse cada uno en su propia historia no resulta difícil seguirlos.
En la historia de Johnny Truant:
Por supuesto, Johnny. Un joven de Los Ángeles, algo desastre, al que le encanta salir, drogarse, beber, follar… Trabaja como aprendiz en un estudio de tatuajes, está enamorado de una stripper que lo ignora y tiene un pasado familiar muy problemático. Debido a motivos que nos son desvelados poco a poco, se crió en hogares de acogida de los que los malos tratos lo obligaron a huir siendo muy joven, luego ha ido dando tumbos por el mundo, buscándose la vida. Aunque advierto que no es aconsejable creerse todo lo que nos cuenta Johnny, él mismo avisa de que le encanta inventarse historias.
Todos creamos historias para protegernos
Sus adláteres: Lude, su mejor amigo y compañero de noches tóxicas. Tambor, la stripper por la que se vuelve loco. Su jefe, un tatuador con buenas intenciones que ya no sabe qué hacer con él. El reguero de novias y rollos de una noche que va dejando atrás. Y su familia: mamá, papá, Raymond… Mejor no decir mucho sobre ellos, Johnny cuenta su historia truculenta mejor que yo.
En la historia de Will Navidson:
Will Navidson es un galardonado fotoperiodista que ha pasado la vida fotografiando conflictos bélicos y sociales por el mundo. Esto, por supuesto, ha afectado a su relación de pareja, así que ante la amenaza de perder a su familia, decide mudarse con su mujer y sus dos niños pequeños a una casa en la que comenzarán de nuevo. Nada de especial, hemos visto este inicio en tropecientas películas de miedo, lo original es el modo en que Will se enfrenta a los hechos, cámara en mano, acostumbrado a dejar constancia de lo que ocurre a su alrededor, es su experiencia profesional la que crea el documental y toda la fama que se genera en torno a él.
La pasión tiene muy poco que ver con la euforia y mucho con la paciencia. No se trata de sentirse bien. Se trata de resistir. Tanto la paciencia como la pasión vienen de la misma raíz latina: Pati. Que significa sufrir
Karen Green, la mujer de Will, es una mujer hermosa, ex modelo, volcada en su familia pero frustrada por la actitud de su marido. Se la retrata como una mujer fría y vanidosa a la que le gusta ser el objeto de la atención de los hombres, pero a mí no me ha costado empatizar con ella y con su frustración ante los hechos inexplicables que están destruyendo su familia sin que pueda evitarlo. Chad y Daisy, los niños. Muy interesante ver cómo cada uno de ellos reacciona de manera diferente a los acontecimientos que envuelven la casa y la familia. Los compañeros de armas. Cuando el extraño pasillo aparece en casa de Navidson, este recurre a varias personas para que lo ayuden a investigar:
- Tom Navidson: el hermano gemelo, el contrapunto perfecto a la personalidad líder del gran fotógrafo. Un hombre noble, aficionado a la bebida y la marihuana, que no ha disfrutado del éxito de su hermano, pero que acude a su llamada pese a los años que llevan distanciados.
- Billy Reston: un amigo de Will, ingeniero y postrado en silla de ruedas tras un accidente laboral. Es un hombre valiente, duro y terco, que aguanta hasta el final a pesar de las dificultades.
- Holloway: explorador y aventurero. Un hombre acostumbrado al peligro, que encabeza las incursiones al interior del pasillo y se enfrenta a Will por el papel de “macho alfa” de la casa.
- Los compañeros de Holloway: Wax y Jed, el ligón frívolo y el tímido. Han acompañado a Holloway en innumerables aventuras, y no dudan en enfrentarse a una más, pase lo que pase.
El final
No pienso decir nada que desvele ni siquiera un poquito el final. Solo diré que me ha gustado muchísimo. Los dos, el de Johnny y el de los Navidson. Uno te lo esperas y el otro no, en ambos el autor juega con el lector hasta que ya no sabes qué va a pasar, pero cuando por fin acaba, te quedas muy satisfecho con la forma de hacerlo. Mucho.
En resumen
Creo que lo he dicho todo ya, me ha fascinado este libro, las historias, los personajes, la ambientación… Y la estructura. Sobre todo la estructura. La forma en la que la literatura ergódica se utiliza para meter al lector dentro de la historia, cada vez más dentro a medida que el pasillo de la casa cobra protagonismo. Es maravilloso. Al principio el libro parece (relativamente) normal, pero cuando la historia empieza a retorcerse, así lo hace la estructura, poco a poco, hasta un final totalmente inmersivo. Cuando las paredes del pasillo se estrechan
y cuando el suelo cede y caes al vacío, las palabras
Y tú con ellas. Maravilloso. También es increíble el modo en que los capítulos, en este momento en que todo es un caos y ya no puedes estar seguro de nada y nadie está a salvo, se interrumpen, llevan al lector de una historia a la otra para continuar, treinta páginas después, donde lo dejaron, sin avisar… Sí, este libro juega con el lector como lo hace con cada uno de los personajes, como el pasillo lo hace con Will, como la vida juega con Johnny. Y el final…
6 Comentarios
La verdad es que no hago más que oír y leer maravillas de este libro. Pero las dos veces que lo he tenido en mis manos y he querido comprarlo… me he echado atrás, ¿Leer algo que necesita manual de instrucciones? :S
Hola David.
Entiendo tus dudas, pero es más sencillo de lo que parece, de verdad. Y el esfuerzo merece la pena 😉
Anímate!
Creo que te has visto deslumbrada por la forma, por la apariencia, hay poca chicha en este libro… no pasará a la historia de la literatura. Si quieres leer mi reseña, http://cadasegundoajeno.blogspot.com/2014/04/la-casa-de-hojas-de-mark-z-danielewski.html?m=1&zx=2a738b7248912e8
Hola, Miguel.
Ya te digo que no fue por la fama, pues apenas lo conocía, aunque sí pudo ser la apariencia, si bien es cierto que me gustaron mucho las historias y los personajes, y no solo el aspecto estético del libro, que sin duda me sorprendió.
Quizá tú te lo tomaste todo más en serio que yo, como en el caso de los halagos del principio, que tú te has creído y yo interpreto como un elemento más de la novela, pura ficción para ensalzar ese supuesto manuscrito; halagos que, de hecho, en algún momento te recuerdan que son falsos y no hay pruebas de ellos en ningún sitio. Así como en el caso de la locura de enumeraciones y anotaciones sin sentido que yo vi como tal, puros desvaríos.
En cualquier caso, muchas gracias por tu comentario y el enlace a la reseña, que me encanta comparar opiniones sobre lecturas.
Un saludo
Supe de este libro hace unos años. No lo encontraba por ninguna parte. Me lo regalaron en navidad. Voy por la mitad. Entusiasmado. Algo diferente, inteligente, un trabajo importante de edición. También de lectura, no es sencillo, letra pequeña, tipografía no habitual, no importa, el libro te recompensa. Solo para lectores que no desmayen.
Es increíble, ¿verdad?
Me alegro de que te esté gustando. Según avanzas hacia el final se va volviendo más y más extraño. Genial.
Un abrazo