Soy más de villanos que de héroes, creo que si sabéis algo de mis historias, esto queda claro; una asesina a sueldo, un sicario de la mafia… Sí, también muestro a los policías que los persiguen, pero me gusta que el lector se ponga en la piel del villano, por una vez. ¿Por qué? No sé decirlo, quizá un psicólogo podría daros alguna explicación sobre el modo en que funciona mi cabeza. Yo creo que, simplemente, todos soñamos con ser villanos alguna vez, hacer lo que nos dé la gana sin que nos detenga la moral o el miedo a las represalias.
Es muy posible que este sea el motivo por el que las historias de mafiosos tienen, en general, tanta aceptación entre el público.
El hampa, el viejo Capone y compañía, los mafiosos de barrio, sicarios, Tony Soprano y sus problemas, son elementos mucho más atractivos, al menos para mí, que el encorsetado mundo policial. De hecho, a todos nos gustan más los policías oscuros, cínicos, fracasados y con cierta tendencia a saltarse las normas que los limpios y perfectos.
El tema de la mafia ha sido ampliamente tratado en la televisión y el cine casi desde sus orígenes, esas imágenes de gánsteres en blanco y negro disparando desde viejos Ford T o Hispano-Suiza.
Por supuesto, la literatura no se ha quedado atrás en esta afición a los mafiosos más sanguinarios. Desde novelas más o menos inventadas en las que el mito del gánster salía de la imaginación calenturienta del autor, que romantizaba sus fechorías, hasta biografías y ensayos que relatan la verdad detrás de estos hampones.
Por eso, hoy te traigo
10 novelas de mafiosos para gritar plata o plomo
Fariña (2016), de Nacho Carretero
Empecemos por la mafia patria, que la hay. La mafia de la droga utilizó (y sigue utilizando, ups) los puertos gallegos como puerta de entrada del narcotráfico en Europa y esos episodios reales de los 80 y 90, con sus nombres y apellidos y hechos comprobables es lo que narra Fariña, en la que nadie se salva, pues el que no traficaba cobraba por su silencio o miraba para otro lado porque Galicia recibía un dinero con el que contrarrestar la dureza económica de aquellos años.
El padrino (1969), de Mario Puzo
Y aquí está. La novela que nos viene a la cabeza cuando hablamos de mafiosos. La historia de un emigrante siciliano que llega a Nueva York y consigue establecerse como el amo de un imperio mafioso que domina la política y la economía, y también todo un círculo social ajeno a las leyes locales.
Conocemos a Don Vito, a su hijo Michael y al resto de la familia, sus tejemanejes, lo que quieren, por qué y lo que son capaces de hacer por lograrlo. El mejor mafioso literario que se ha escrito nunca, un antihéroe implacable con sus enemigos y entregado a sus amigos.
El poder del perro (2005), de Don Winslow
Si alguien sabe de mafias y literatura es el enormérrimo Don Winslow, y si buscas novelas de mafiosos, aquí tienes un ejemplo que reúne todo lo que necesites: narcotraficantes, campesinos, mafia, irlandeses con muy mala hostia, policías corruptos y soplones.
Nos alejamos del Nueva York de los años 40 para ir a la frontera mexicana en los 70. La lucha de la DEA contra el cártel local y el nuevo heredero del imperio dispuesto a marcar territorio.
Vivir de noche (2016), de Dennis Lehane
Volvemos al norte, muy norte, al Boston del gran Dennis Lehane, desde donde emprendemos un viaje que pasará por Florida y Cuba.
Vivir de noche pertenece esas novelas de mafiosos clásicas, años 20, destilerías, tiroteos en las calles, mujeres fatales y música jazz. Y todo de la mano de un policía que se ha dejado seducir por el mundo del crimen y que se encontrará en mitad de una historia de amor, venganza, traición y redención.
El día de la lechuza (1961), de Leonardo Sciascia
Buscando el origen de las novelas de mafiosos o de los mafiosos de las novelas, debemos trasladarnos a Italia, cuna de la Cosa Nostra.
Sciascia no se limita a escribir sobre el funcionamiento de la mafia o a idealizar a sus componentes, todo lo contrario, el mítico escritor italiano basó gran parte de su obra en criticar la influencia de la mafia en la sociedad italiana, desde la corrupción política y policial hasta la gente de la calle, demasiado asustada y acostumbrada para plantar pelea.
En El día de la lechuza, el asesinato de un humilde contratista levanta todo un entramado criminal relacionado con quienes dominan el país.
Mafia (2010), de Petra Reski
Hay novelas de mafiosos que llevan un paso más allá tanto al lector como a su autor, autora, en este caso. Petra Reski escribió una novela en la que relataba sus descubrimientos sobre la mafia a partir de entrevistas mantenidas con sus auténticos protagonistas, mafiosos renegados bajo protección oficial, capos en activo, miembros de la iglesia con aterradores secretos de confesión y esposas e hijas muy alejadas del “No me consta, es cosa de mi marido” habitual.
La novela Mafia ha sido censurada por incluir entre sus páginas los nombres de personas bien conocidas tanto en Alemania como en Italia, y su autora vive amenazada. Un motivo más para leer una novela que no tiene nada de ficción.
Gomorra (2006), de Roberto Saviano
Y si hablamos de novelas de mafiosos que han costado TODO a sus autores, no puedo dejar de referirme a Gomorra, de Roberto Saviano.
El autor italiano lleva escondido y amenazado desde la publicación de esta novela en la que describe el imperio empresarial y criminal de la Camorra, su impresionante estructura financiera, sus ramificaciones dentro del mundo legal e ilegal y el poder de los grandes capos en una sociedad que los trata poco menos que como héroes.
La virgen de los sicarios (1994), de Fernando Vallejo
“Plata o plomo”, decía Pablo Escobar, no sé si en la serie Narcos o también en su vida real, y esta frase me lleva a las mafias sudamericanas, que de esto tienen lo suyo.
Fernando Vallejo mezcla en La virgen de los sicarios la temática de todas las novelas de mafiosos, es decir, los cárteles de narcotraficantes, la violencia en una ciudad como Medellín y los asesinatos por encargo, con una trama de amor homosexual que levantó ampollas por el contexto, la época y el país.
Una vuelta de tuerca a las historias de la mafia.
Educación siberiana (2011), de Nikolai Lilin
Y nos vamos a una de las mafias más aterradoras, la mafia rusa, aunque, en realidad, Educación siberiana narra la historia de una pequeña comunidad de esta zona del país, que aunque comparte similitudes con la mafia rusa clásica, también tiene sus peculiaridades.
A modo de biografía que unos han creído y de la que otros dudan, el autor nos narra su propia vida llena de violencia explícita y extrañas lealtades. De poner los pelos de punta.
Zed está muerto (2018), de Arantxa Rufo
Sabías que iba a llegar, no puedes culparme. Si te hablo de novelas de mafiosos no podía no mencionar a la mafia rusa a la que pertenece el protagonista de Zed está muerto.
Zed es un sicario a sueldo del líder de la mafia rusa en la ciudad de Los Ángeles. Cuando la hija del temible vor es asesinada, Zed será el enviado para encontrar y castigar al culpable. Solo que Zed está muerto, claro.
Y al mismo tiempo que el padre de la joven, también la policía local y el FBI intentan descubrir al asesino, parar los pies al sicario y evitar el baño de sangre con el que la mafia amenaza a la ciudad.
Un vistazo a las mafias rusas y su dominio sobre los que están dentro y también los que no.
Foto de Tim Johnson, en Openverse
¿Habéis leído estas novelas? ¿Cuáles son vuestras historias favoritas de mafiosos, ya sea literatura, cine o televisión?
¡Felices lecturas! Y, ya sabéis, plata o plomo.
2 Comentarios
Hola Ara ! …Pocos como D.Lehane . J.Thompson y su 1280 almas . Aún así ; Donald Westlake ( Richard Stark seudónimo ) , Elmore Leonard , W:R Burnett , Charles Willeford con ” Miami Blues” son muy especiales.
Acabas de tocar dos de mis ídolos, Lehane y Thompson. Magníficos ambos. A Westlake y Leonard los he leído poco, pero también me han gustado mucho, y a los otros dos me los apunto, que aún no he leído nada suyo
¡Gracias por la recomendación!