Bueno, pues ya está, ya terminó el 2018. ¿Qué tal te ha ido a ti? Espero que haya sido tan bueno como mereces y mejor de lo que esperabas. Y que este 2019 sea aún más épico.
El año pasado ya publiqué mi personal reto de lecturas, con lo mejor y lo peor de mi año lector, los mejores personajes, historias, adaptaciones… Me gusta hacer esto, me ayuda a recordar todo lo que he leído a lo largo del año, y te animo a hacerlo tú también. Mejor aún si es en los comentarios de esta publicación 😉 ¿Te animas?
20 preguntas. Sinceridad absoluta. ¡Vamos allá!
Desafío de lecturas de 2018:
Lecturas y emociones
Un libro que te haya hecho feliz: 84, Charing Cross Road. De Helene Hanff. Una oda a la literatura, dos amantes de los libros que se encuentran a un océano de distancia y forman una amistad a lo largo de los años. Cómpralo aquí
Un libro que te haya hecho puesto triste: La campana de cristal, de Sylvia Plath. La historia de una mujer que lucha por encontrar su lugar en el mundo, sin demasiadas esperanzas ni ilusiones. Cómpralo aquí
Un libro que te hiciera reír: Niebla, de Andreas Pflüger. Lo siento, aquí he sacado mi vena cínica, no es que este libro sea una comedia ni que tenga la menor gracia, es un thriller policíaco como cualquier otro, pero la protagonista principal (ciega, para más señas) tenía una serie de habilidades dignas de una superheroeína de Marvel que me provocaron la carcajada sarcástica en más de una ocasión. Cómpralo aquí
Un libro que creíste que no te gustaría, pero te encantó: De ratones y hombres, de John Steinbeck. Me acerqué a él por la fama que tiene, pero sin grandes esperanzas, la temática no me llamaba demasiado la atención y pensé que, al menos, era corto. ¡Zasca! No me encantó, me enamoró. Una de las mejores novelas que he leído jamás. La profundidad, el reflejo de una época, de una sociedad, de unos personajes sin futuro… Espectacular. Imprescindible.
Añado que podría haberlo puesto también en el apartado Un libro que te haya puesto triste, pero lo dejé para no repetir. Y eso que sí, me puso muy muy triste.
Un libro que creíste que odiaste: Los vigilantes del faro, de Camilla Läckberg. Repetitivo, la misma trama triplicada por si con una vez no tenías bastante. Nada nuevo en los supuestos misterios de Fjalbaka, y un ambiente cada vez más aburrido y moralista, de la felicidad de la maternidad y lo malos que son los hombres. ¡Por Dios!
Un libro que odiaste y amaste al mismo tiempo: La mala hierba, de Agustín Martínez. Entiéndeme bien. Lo amé, sin dudar, es una de mis mejores lecturas del año como verás en el TOP 5 al final de la página, pero… Dios, qué mal lo pasas durante la lectura. Un ambiente opresivo, unos sentimientos terribles, unos hechos que te destrozan el corazón. Maravilloso. Y horroroso.
Un libro que te decepcionara: Bellas durmientes, de Stephen King. Pues sí, aunque me duela, lo compré en cuanto salió, como hago siempre con las obras del maestro, y lo devoré como no podía ser de otra forma, y no me gustó. Personajes encasillados, buenos buenísimos, malos malísimos y una historia que podría haber dado para mucho más.
Lecturas y personajes
Tu personaje masculino del año: Zed, de Zed está muerto, de Arantxa Rufo. Sí, un personaje mío, porque yo lo valgo y porque Zed, pese a estar muerto, es la leche. Un sicario de la mafia, como me gustan a mí, con las ideas claras y el corazón espeso, o al revés. Duro, frío, con una enfermiza afición por los cuchillos y las bailarinas. ¿No lo conoces todavía?
Tu personaje femenino del año: La señorita Havisham, Grandes esperanzase, de Charles Dickens. Ni siquiera es la protagonista de esta maravillosa novela, pero cada vez que aparecía en escena yo me emocionaba; su dolor, su decadencia, su rabia y sus ganas de justicia y de venganza… Su clase y su finura. La adoré, y si alguna vez vuelvo a tener una mascota y es hembra la llamaré así, por mis narices. Porque tiene que molar tener un Doberman por el parque y llamarlo a gritos ¡Señorita Havisham, venga aquí! (Sí, de usted, que para algo es una señorita de categoría)
Un personaje con el que te identificas: Esther Greenwood. La campana de cristal. Sylvia Plath. Decir que me identifico con la protagonista de una novela que he incluido en el apartado Una novela que me puso triste puede ser algo chocante, y quizá decir que me identifico con ella sea exagerar un poco, pero en cierto modo sí comprendí su sensación de estar perdida en el mundo, de tenerlo todo y, al mismo tiempo, sentir que no tenía nada o no sabía qué hacer con lo que sí tenía. No encajar. No querer encajar y no saber dónde encajar.
Valoración general de lecturas
El libro más sobrevalorado: Cucarachas, de Jo Nesbo. En serio, mira que me recomiendan una y otra vez, pero sigo sin encontrarle la gracia a este autor. Este es el segundo de la saga de su afamado detective Harry Hole. No me gustó. Lo volveré a intentar con el tercero, pero ya no tengo muchas esperanzas.
El libro que querías leer este año, pero todavía no has leído: Un millón de gotas, de Víctor del Árbol. Por decir algo, porque querer quería leer un millón y no he podido, muchas de las novedades que tengo pendientes, el de Víctor del Árbol, el de Mikel Santiago, tantos, tantos…
El final o giro más inesperado: La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares. Me costó un buen rato entender qué estaba ocurriendo en esa isla en la que se desarrolla la historia, y página tras página iba haciendo mis propias elucubraciones. Error. No lo habría adivinado en la vida, pero me resultó magnífico, original, sorprendente.
El libro más antiguo que leíste este año: Grandes esperanzas, de Charles Dickens. Publicada originalmente en 1861. La prueba de que no debemos limitarnos a buscar las novedades ni tenerle miedo a los clásicos. Una maravilla de novela que recomiendo a todo el mundo. Olvida los prejuicios que le puedas tener a Dickens, debes leer Grandes esperanzas.
El libro más largo: Ana, de Roberto Santiago. 879 páginas y no sobra ni una. Otro de mis tops de este año, un personaje principal que se queda contigo mucho tiempo después de cerrar el libro, y una historia llena de giros y traiciones que, además, te hace pensar sobre el mundo en que vivimos.
El libro más corto: 84, Charing Cross Road, de Helene Hanff. 97 páginas para un relato epistolar que muestra las cartas (reales) que la protagonista, en Nueva York, y la pequeña librería de Londres se intercambian durante 20 años.
Tu cita literaria favorita del año: Me voy a decantar por un verso de Bukowski, porque no se puede molar más que Bukowski en casi ninguna circunstancia:
Recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievsky, Hamsun.
si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza…
entonces no estás listo.
El mejor título: Zed está muerto, de Arantxa Rufo. Sí, aquí estoy otra vez. Este es el mejor título por lo que me costó decidirme por él y porque recuerda a Tarantino. ¿Qué más quieres?
El mejor libro que leíste este año: Por fin, la pregunta del millón, ¿eh? El mejor. Pues como yo soy así y no logro decidirme por uno, te hago a continuación un TOP 5, que lo mío me ha costado reducir la lista a 5.
TOP 5. Lo mejor del 2018:
La mala hierba: Tras perder su empleo, Jacobo se ve obligado empezar una nueva vida junto a Irene, su esposa, y Miriam, la hija adolescente de ambos, en las afueras de Portocarrero, un pueblo en pleno desierto de Almería donde no crece nada salvo la mala hierba. Jamás pensó que el tiempo que pasan allí podía terminar de forma tan dramática: unos desconocidos irrumpen en su viejo cortijo. Irene es asesinada. Jacobo, herido, cae en coma.
Sin embargo, el infierno no ha hecho más que empezar. Meses después, cuando Jacobo despierta, la Guardia Civil le pone al tanto de los avances en la investigación. Tienen a un culpable. Al responsable que ordenó su asesinato. Y no es otro que su propia hija de catorce años: Miriam.
Con la ayuda de Nora, la singular abogada de Miriam, que cree firmemente en la inocencia de su cliente, Jacobo intentará descubrir qué sucedió realmente esa noche. Pero a medida que avanza la investigación, saldrán a la luz nuevos interrogantes que afectan a la cerrada comunidad de Portocarrero, donde nadie parece inocente.
Ana: Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso en su pasado cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato del director del Casino Gran Castilla.
Ana pide ayuda a su jefa y vieja amiga, Concha. Necesita la estructura y recursos del despacho para llevar adelante una defensa en la que tiene prácticamente todo en contra. Acompañada de un peculiar equipo (un viejo investigador, una abogada novel y un becario ludópata) se enfrentará a las grandes empresas del juego.
4 3 2 1:
El único hecho inmutable en la vida de Ferguson es que nació el 3 de marzo de 1947 en Newark, Nueva Jersey. A partir de ese momento, varios caminos se abren ante él y le llevarán a vivir cuatro vidas completamente distintas, a crecer y a explorar de formas diferentes el amor, la amistad, la familia, el arte, la política e incluso la muerte, con algunos de los acontecimientos que han marcado la segunda mitad del siglo xx americano como telón de fondo.
¿Y si hubieras actuado de otra forma en un momento crucial de tu vida? 4 3 2 1, la primera novela de Paul Auster después de siete años, es un emotivo retrato de toda una generación, un coming of age universal y una saga familiar que explora de manera deslumbrante los límites del azar y las consecuencias de nuestras decisiones. Porque todo suceso, por irrelevante que parezca, abre unas posibilidades y cierra otras.
De ratones y hombres: Es una novela ambientada en California y en la época de la Depresión. En este contexto, la historia de dos trabajadores temporeros que sueñan en vano con adquirir una pequeña granja adquiere un sentido trascendente. Y es que el dramático fracaso de las aspiraciones de George y Lennie, personajes unidos por estrechos lazos de amistad, no solo evidencia la fragilidad de sus sueños y el espejismo de la tierra de promisión americana, sino que pone al descubierto la amarga soledad en que una sociedad insolidaria abandona a los desheredados. La crudeza de la historia, con su estremecedor desenlace, queda no obstante atemperada por la ternura que destilan algunos personajes y por la profunda humanidad con que Steinbeck los trata.
Grandes esperanzas: Pocas veces como en Grandes esperanzas se presenta la oportunidad de poder entregarse al placer de leer por leer. En efecto, las venturas y desventuras que desde su infancia y en las primeras líneas empieza a contarnos el huérfano Pip nos arrastran con la fuerza de un río hasta un final feliz, aunque teñido de normalidad y melancolía. A lo largo del relato que de su vida nos hace el protagonista, desfila ante nosotros una galería inolvidable de personajes la brutal hermana de Pip y su marido, el sencillo Joe Gargery; la dulce Biddy, la extravagante señorita Havisham, la desdeñosa y cruel Estella… sometidos a temores, culpas, amores contrariados, accidentes, golpes de fortuna, ilusiones y frustraciones, descubrimientos imprevistos y pequeñas aventuras en una de las novelas más redondas del autor.